Premoción, presentimiento, corazonada, pálpito...(A mí me gusta decir cariñosamente " Me ha caído un paquete de información"). Seguro que alguna vez has dicho u oído estas palabras. Se trata de maneras en las que recibimos esa guía intuitiva.
El don de la intuición
Todos contamos con un gran poder, una brújula interior que nos conecta con un gran conocimiento que nada tiene que ver con nuestra parte analítica, lógica y racional del cerebro.
La intuición es la guía que nos muestra las respuestas que nos acercan a nuestros sueños y esperanzas. Atender a nuestras intuiciones es orientarnos mediante la sabiduría de nuestra alma, dirigiéndonos por el camino correcto.Mientras más confiemos en nuestro sexto sentido, más nos acercaremos a nuestras metas y a nuestro destino. Más capaces seremos de contestarnos a preguntas cómo: ¿Quien soy ? ¿Cual es mi misión en esta vida?.
A mucha gente le falta práctica para escuchar a su voz verdadera . Dan más valor a los mensajes, opiniones y consejos que provienen del exterior que a su sabiduría interna, es por ello que al ignorar los avisos intuitivos de su yo interior, pierden el contacto con su guía.
La intuición puede llegar de varias maneras: Pensamientos, mensajes ,imágenes o símbolos, sueños, emociones, casualidades...
Desarrollarla requiere de práctica y confianza. Dedicar tiempo a escuchar las señales de nuestro cuerpo, nuestras corazonadas, no cuestionar de forma lógica aquello que nos hace sentir bien, distinguir la voz del oponente de nuestra verdadera voz.
El llamado sexto sentido puede crecer si nosotros lo permitimos.
Pero...¿Cómo podemos despertar nuestra intuición?
Tómate un tiempo para meditar: Limpia tu mente, eleva tu vibración. Con la práctica de la meditación nuestra mente se vuelve más lúcida y está mejor enfocada.
Conócete a ti mismo: Aprende a diferenciar las diferentes voces que habitan en nuestro interior. La voz del oponente nos habla alto sobre miedos, inseguridades, nos culpabiliza...A esa voz le gusta mucho tomar el control, pero se puede aprender a reconocerla y bajarle el volumen, para escuchar más alto y claro a nuestra voz verdadera.
Escucha y siente tu cuerpo: A veces simplemente basta con poner una mano sobre nuestro vientre y notar si hay tensión o relajación ante preguntas que nos hagamos a nosotros mismos. Nuestro cuerpo habla. Las respuestas correctas son las que te hacen sentir alegre, pleno y entusiasta.
Presta atención a tus sueños: Intenta recordarlos y analizarlos, ya que los sueños son una fuente de información que nos puede aportar las respuestas que necesitamos.Antes de acostarte déjale el trabajo a tu mente inconsciente para que resuelva aquellas cuestiones que te inquietan, es posible que pronto obtengas una respuesta.
Déjalo ir, y confía: Libérate de las preocupaciones, enfócate en otras cosas, las respuestas llegarán, tal vez no cuando tu quieras, el universo te dá lo que necesitas cuando lo necesitas, y nunca será más de lo que puedas manejar. Ten fe. Todo se resolverá.
Sé valiente: A veces nuestra intuición nos dice cosas que realmente no queremos oír, porque suponen un cambio en nuestras vidas, y eso nos dá miedo. Hay que dejar de lado las opiniones ajenas y centrarnos en nosotros. Desarrollar nuestra intuición requiere de un compromiso por nuestra parte de cambio y confianza.
Anna Frank escribió en su diario: " Todos tenemos dentro buenas noticias: ¡No sabemos lo grandes que podemos llegar a ser! ¡Lo mucho que podemos amar! ¡Todo lo que podemos realizar!, ¡y cuan grande es nuestro potencial!.
-Libro recomendado:
El poder de la intuición
El mecanismo de la sincronicidad, una respuesta del universo
David Topí
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Y tú, ¿haces caso de tus presentimientos? ¿A quien acudes cuando necesitas orientación? ¿ Conoces otras formas de desarrollar la intuición?