La vagina crea su propio entorno y mantiene un equilibrio entre las bacterias normales que se encuentran allí y los cambios hormonales en el cuerpo de una mujer. La vaginitis se produce cuando el ecosistema vaginal se ha desequilibrado, debido a ciertos medicamentos, tales como antibióticos, hormonas, preparados anticonceptivos (orales y tópicos), duchas vaginales, medicación vaginal, relaciones sexuales, enfermedades de transmisión sexual, el estrés y cambios de parejas sexuales. Algunas infecciones vaginales se transmiten a través del contacto sexual, pero otras, como las infecciones por hongos, probablemente no lo hacen.
La vaginitis provoca inflamación y con frecuencia es causada por infecciones, pero puede ser debido a los cambios hormonales (especialmente cuando una mujer atraviesa la menopausia) o debido a un traumatismo en las niñas. Algunas infecciones están asociadas con enfermedades más graves.
Los siguientes tres tipos de infecciones vaginales son las más comunes. Sus causas son muy diferentes, pero, sus signos y síntomas son similares, y los tratamientos de las tres condiciones varían.
Vaginosis bacteriana
Infección vaginal por hongos
Tricomoniasis
Muchas mujeres, a menudo piensan erróneamente que tienen una “infección por hongos” y se tratan a sí mismas cuando, de hecho, tienen una infección vaginal similar que no responderá al auto-tratamiento. Un estudio realizado por la Asociación Americana de Salud Social encontró que el 70% de las infecciones vaginales son auto-tratadas antes de llamar a un profesional de la salud y muy a menudo, pensaron erróneamente que tenían una infección por hongos cuando, en realidad, era la vaginosis bacteriana u otra condición.
Lo importante no es adivinar, sino reconocer los síntomas si desarrollas una infección vaginal. Si tienes alguna duda, consulta a tu médico, quien te realizará los análisis correspondientes y recetará el tratamiento más adecuado y efectivo de inmediato.