Esta pérdida del patrón normal de movimiento espinal, provocan dolor y compresión neuronal. La inestabilidad lumbar suele causar limitaciones en mucho de los casos. Es una patología degenerativa que puede aparecer desde temprana edad, aunque es más frecuente en adultos.
Los pacientes con inestabilidad lumbar suelen ser pacientes con dolor crónico en esa zona, el cual aumenta gradualmente.
Las formas primarias de inestabilidad lumbar degenerativa son: la espondilolistesis y la escoliosis degenerativa.
Su detección temprana puede ayudar significativamente a los pacientes. En este artículo te presentaremos los tipos, síntomas más frecuentes, causas, diagnóstico y tratamientos que pueden ayudar a mejorar la inestabilidad lumbar.
Tipos de inestabilidad lumbar
La inestabilidad lumbar se puede clasificar principalmente en dos tipos: la inestabilidad funcional (clínica) y la inestabilidad estructural (radiográfica). Aunque también es posible tener ambas, en este caso estaríamos en presencia de una inestabilidad combinada.
Inestabilidad funcional (clínica)
La inestabilidad funcional es la pérdida de la capacidad neuromotora, que controla el movimiento segmentario. Esta causa dolor a pesar de la ausencia de anomalías radiológicas.
Inestabilidad estructural (radiográfica)
La inestabilidad estructural es la alteración de los estabilizadores pasivos, que limitan el excesivo rango de movimiento del extremo segmentario.
Síntomas de inestabilidad lumbar
Uno de los principales síntomas de la inestabilidad lumbar es un “arco doloroso” en la flexión. Se lo conoce como la “espalda de caña rota” ya que la espalda se siente rígida. Ocurre generalmente estando de pie y durante una inclinación hacia adelante, en este caso el paciente siente dolor. Además de esto se pueden presentar:
Enganche en un segmento móvil durante cambios de posición de la zona lumbar
Cambios segmentales
Movimiento de la vértebra, con sensación de dolor en flexión o deflexión
Movimiento intersegmentario excesivo
Dolor local en la parte baja de la espalda, durante cambios de posición
Pérdida del control postural
Sensación de movimiento anormal en la zona lumbar
Presencia de arco doloroso
Interrupción en los patrones de contracción, equilibrio y reflejos
Signos de Gowers
Causas de inestabilidad lumbar
La inestabilidad lumbar es causada con mayor frecuencia por la espondilolistesis. La espasticidad o la distensión lumbar severa también pueden causar elementos de inestabilidad lumbar. Además, también puede generarse por la patología degenerativa que aumenta con los años.
Otras causas importantes incluyen tensión repetitiva y trauma, espondilosis, síndrome de la articulación facetaria, osteoporosis, ciática, artritis reumatoidea, enfermedad degenerativa del disco, entre otros.
Diagnóstico de inestabilidad lumbar
El diagnóstico de inestabilidad lumbar se realiza a través imágenes, donde se observe un movimiento vertebral anormal. La inestabilidad lumbar es principalmente multidireccional, pero el desplazamiento resultante se evalúa en un plano.
Los desplazamientos sagital y coronal se evalúan con radiografías, los desplazamientos en el plano axial se evalúan con tomografía computarizada (TC) o resonancia. En buen diagnóstico de inestabilidad lumbar interviene varios exámenes, entre ellos tenemos:
Examen ortopédico (prueba de compresión de Farfan)
Imágenes de rayos x (radiografía neutra, radiografía funcional)
Examen físico: rango de movimiento y palpación (prueba de Stork)
Resonancia magnética
Sistema de medición intraoperatoria
Tomografía computarizada
Índice de estabilidad cuantitativa
Tratamientos
Los tratamientos para la inestabilidad lumbar van a estar determinados por el grado de severidad de la patología. Estos pueden ir desde ejercicios de rehabilitación hasta la cirugía, según sea el caso.
El tratamiento médico y la cirugía se recomiendan con mayor frecuencia en casos de inestabilidad crónica. Cuando no existe un riesgo directo, el primer tratamiento médico debe ser terapia física.
Otra parte del tratamiento médico es la medicación. Dependiendo de las quejas del paciente y de la indicación fisiológica, se pueden prescribir analgésicos, antiinflamatorios y relajantes musculares.
Ejercicios de rehabilitación y fisioterapia
La terapia física para la inestabilidad lumbar se centra en ejercicios diseñados para mejorar la estabilidad de la columna vertebral. Se basan especialmente en el fortalecimiento de los músculos lumbares.
También se ha propuesto que los músculos abdominales, en particular el abdomen transverso y los abdominales oblicuos, tienen un papel importante en la estabilización de la columna vertebral.
Los ejercicios de rehabilitación para estabilizar los segmentos móviles son una parte esencial del tratamiento. La terapia manual puede ayudar significativamente la calidad de vida del paciente, en casos de inestabilidad lumbar menor. Dentro de las más importantes tenemos:
Acupuntura
Hidroterapia
Masajes
Hielo y descanso
Entrenamiento propioceptivo
Electroterapia
Cirugía
Con grados más severos de inestabilidad lumbar, se debe emplear un tratamiento más invasivo. La cirugía siempre debe ser la última opción, porque nunca está exenta de riesgos. El tratamiento quirúrgico generalmente es la fusión espinal.
Existen diferentes métodos para realizar la fusión de segmentos de la columna vertebral, como son: aproximación anterior, enfoque combinado, fusión instrumentada y Fusión no instrumentada.
La operación debe reservarse para pacientes con síntomas graves y evidencia radiográfica de movimiento excesivo, aquellos con más de 5 mm de traducción o 10 ° de rotación, que no respondan a un tratamiento no quirúrgico.
Ejercicios para mejorar la inestabilidad lumbar
Existen diferentes ejercicios que pueden ayudar a mejor la inestabilidad lumbar. Estos fortalecen la musculatura de la espalda y otorgan equilibrio. Aquí te describiremos 3 ejemplos que podrás practicar en la comodidad de tu hogar.
Puente lumbar
Acostado boca arriba sobre una superficie plana, brazos estirados hacia abajo y rodillas flexionadas. En esa posición inicial se comienza levantando la pelvis lo más que pueda, para luego regresar a la posición inicial.
Realiza varias repeticiones por un minuto.
Postura del gato
Colócate a gatas con la palma de las manos y rodillas en el piso. La columna debe estar completamente recta en su posición inicial. Comienza levantando la barbilla y arquea la columna hacia adentro, mantén esa posición 5 segundos. Seguidamente lleva la barbilla hacia tu pecho y arquea la columna hacia afuera por 5 segundos.
Realiza 5 repeticiones de cada una.
Estiramiento lateral de espalda
Acostado boca arriba, flexionamos las piernas llevando las rodillas al pecho y estiramos los brazos hacia los lados. Rotamos las piernas hacia el lado derecho y la cabeza hacia la izquierda, seguidamente rotamos las piernas hacia el lado izquierdo y la cabeza hacia la derecha. Ambas posiciones las debes mantener por 20 segundos.
Realiza 5 repeticiones de cada una.
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