Se dice que existe incontinencia anal cuando la persona afectada es incapaz de controlar, total o parcialmente, la expulsión de heces líquidas y sólidos y/o los gases. Afecta de manera diferente a cada persona, limitándola en mayor o menor grado. Por ello, el tratamiento también ha de ser individual y personalizado en cada paciente teniendo en cuenta la existencia de posibles lesiones y el modo en que afecta a su calidad de vida.
Así, el tratamiento abarca desde unos sencillos consejos sobre los hábitos de vida (alimentación, higiene...) hasta la cirugía, pasando por la práctica de lo que se conoce como 'biofeedback', unos ejercicios musculares para recuperar el tono del recto y mejorar su sensibilidad, entre otras tantas opciones.
Es importante que la población tome conciencia de que es un problema que se puede tratar y controlar de forma eficaz, y del que no hay que avergonzarse. Si tienen alguna duda al respecto no teman consultarlo con su médico.
¿Ya tenían conocimiento de esta enfermedad?
Fuente: elmundo.es