Ante todo, quiero decir que particularmente y, como dejé escrito en uno de mis artículos, no creo en la Homeopatía como medicina, ya que carece de evidencias científicas que indiquen su efectividad.
La persecución a los sistemas de medicinas naturales no es nada nuevo. En el caso de este ataque a la Homeopatía, algunos fuimos informados del comunicado presentado en noviembre de 2016, por la Comisión Federal de Comercio (FTC) que expresó que para que los remedios homeopáticos pudieran afirmar su efectividad, sus fabricantes debían proporcionar pruebas. De no proporcionar ninguna prueba, dichos remedios debían indicar “no hay evidencia científica de que el producto funcione”. También afirmó que los remedios homeopáticos sin pruebas suficientes debían comunicar a los consumidores que "las afirmaciones del producto se basan únicamente en teorías de homeopatía del siglo XVIII que no son aceptadas por la mayoría de los expertos en medicina moderna".
Bajo mi punto de vista, este fue el aviso del comienzo de otra batalla contra la medicina natural.
Ahora, y de una forma más agresiva, la toda poderosa agencia estadounidense "Food and Drug Administration" (FDA), ha etiquetado a los productos homeopáticos como "nuevos medicamentos" de lo que se desprende que están "sujetos a las medidas coercitivas y aumento del control de la FDA. Este retroceso quizás sea debido al aumento del consumo de productos homeopáticos que ha alcanzado los 3.000 millones de dólares. De un solo golpe, la FDA declaró que prácticamente todos los medicamentos homeopáticos en el mercado se venden "de manera ilegal".
La recomendación de la FDA indica:
Cualquier medicamento homeopático que no haya sido considerado "generalmente reconocido como seguro y efectivo" (GRAS/E) se considera como un medicamento nuevo.
La FDA no ha determinado que ningún medicamento homeopático sea GRAS/E.
No se puede comercializar un nuevo medicamento a menos que pase por el proceso de aprobación de la FDA.
Ningún medicamento homeopático ha sido aprobado por la FDA ni ningún productor puede someter sus productos al proceso de aprobación.
Indudablemente esta medida tomada contra la homeopatía, estrecha el cerco a la medicina natural y beneficia a la Industria Farmacéutica. Es evidente que en breve plazo de tiempo la homeopatía será otra de las medicinas perseguidas, pese a que en muchos países está legalizada, no así en España que lleva más de una década sometida a "provisionalidad y disposiciones transitorias".
Como muchos profesionales de la Salud conocen, en España desde 1994 los productos homeopáticos se han estado vendiendo en una situación que el Ministerio, con la costumbre de hacer la vista gorda, calificaba de “provisional”, y que otros calificaron como de ilegal. Es el caso de la sentencia de la Audiencia Nacional 309/2012 de fecha 18/01/2012.
Podría ser casualidad, pero en España el Boletín Oficial del Estado de 28 de abril de 2018 publicó la Orden SSI/425/2018, de 27 de abril, por la que se regula la comunicación que deben realizar los titulares de medicamentos homeopáticos a los que se refiere la disposición transitoria sexta del Real Decreto 1345/2007, de 11 de octubre. También se regula el procedimiento de autorización, registro y condiciones de dispensación de los medicamentos de uso humano.
Es un sinsentido:
Las medicinas naturales carecen de "legalidad", pero el Ministerio de Hacienda cuenta con un epígrafe para que la actividad se pueda ejercer.
En 2008 el Ministerio Sanidad crea la tasa para los productos homeopáticos. Hoy en 2018 quiere aumentar la tasa y permitir que la homeopatía sea un medicamento de venta en farmacias, aunque Sanidad reconoce que no cura.
¿Está el Ministerio de Sanidad permitiendo que los usuarios sean engañados?
¿Alguien puede aclararme algo de esto?