Los problemas urológicos son muy amplios y en el hombre hay una barrera muy fina entre temas urológicos y andrológicos, por esto, y para hablarnos de la Hiperplasia Prostática Benigna hoy contamos con un invitado de lujo en el blog... el Dr. Fernando Salas Cárdenas (Cirujano Andrólogo - Jefe de Andrología en Men Solutions de Centro Clínico Menorca)
Se me ha solicitado que escriba un post de interés general acerca de un tema médico.
He elegido a la Hiperplasia Prostática Benigna por ser una patología en extremo frecuente. De hecho, ¿quién no conoce a un padre, suegro, vecino, pariente, compañero de trabajo, etc., que no haya padecido o esté padeciendo este problema de salud?
Comenzaremos diciendo que la Próstata es una glándula muy pequeña que se encuentra enclavada en lo profundo de la pelvis masculina, justo por debajo de la vejiga urinaria y por delante del recto, abrazando a la uretra. Mide solo 3 cm de diámetro en promedio e incluso menos en muchos hombres. Consta de dos lóbulos y un surco que los divide llamado itsmo.
La razón de existir de esta glándula masculina es aportar casi el 90 % del contenido del semen, el otro 10% lo aportan los testículos (espermatozoides) y las vesículas seminales. Además, cuando aparece en el varón la excitación sexual, la próstata libera unas cuantas gotas de líquido para lubricar la uretra y cambiar la acidez de la misma dejada por la orina; de tal manera que cuando los espermatozoides atraviesen este trayecto con la eyaculación, el medio sea el mejor para que los espermatozoides sean viables para la fecundación.
Resulta que cando el varón avanza en edad, travesando la barrera de los cincuenta años, esta glándula puede comenzar a incrementar su tamaño. Nadie sabe exactamente porqué. Algunos investigadores piensan que podría deberse a factores externos como la dieta y medio ambiente. Otros creen que podría estar en relación con la genética y herencia, otros más audaces creen que sería el resultado de prácticas y hábitos sexuales no muy sanos y morales. En fin, sea por la causa que fuere, el hecho es que la próstata comienza a crecer allí, enclavada en lo profundo de la pelvis masculina, ocupando más espacio del que le corresponde, apareciendo la llamada Hiperplasia Benigna de Próstata.
Benigna, porque nadie muere por esta patología. Pero de hecho causa una serie de problemas muy molestos y dolorosos en quien la padece:
· Retención urinaria.
· Disuria o molestias para orinar (como escozor o prurito).
· Nicturia (el levantarse varias veces por la noche a orinar).
· Disfunción eréctil. (no requiere mayor explicación).
· Dolor crónico en la pelvis.
Y pueden adicionarse muchos otros padecimientos asociados.
Al final, lo que está sucediendo en esta glándula es que el tejido primigenio, es decir las células prostáticas que fabrican secreciones tan útiles, mutan, cambian, se transforman en células fibrosas. Células de tejido fibroso, vale decir en tejido cicatricial. Este último ya no posee esas maravillosas cualidades que sí tenían las células prostáticas. Son simplemente de relleno o sostén. Y proliferan quitando espacio a las verdaderas células y además a los tejidos adyacentes.
A fin de cuentas, la próstata entonces va perdiendo poco a poco su función natural y se va quedando como quien dice inútil.
Inútil para realizar su papel fisiológico, pero comienza a provocar serios problemas urológicos en los pacientes.
¿Qué hacer si comienzo a sentir los síntomas descritos líneas arriba? Es decir: Nicturia, retención urinaria, urgencia para orinar o molestias en la micción?
Acudir de inmediato al médico de cabecera, este sabrá que hacer.
Lo primero será realizar un tacto rectal para determinar las características físicas de esta glándula: tamaño, dureza, bordes, dolor, infiltraciones, etc.
Seguidamente, solicitará analíticas generales y otras específicas. Dentro de las últimas está el ANTÍGENO PROSTÁTICO ESPECÍFICO. Este antígeno se mide en sangre para determinar si es que la próstata está creciendo y cuánto.
Un tema más que importante es hacer el diagnóstico diferencial entre HIPERPLASIA BENIGNA DE PRÓSTATA Y CÁNCER DE PRÓSTATA.
Una vez que hemos hecho el diagnóstico exacto de Hiperplasia Benigna de Próstata, procederemos a evaluar el tratamiento que ofreceremos a nuestro paciente, consistente en pastillas, o cirugía. Pero ese, ya es otro tema, y muy extenso además, que con mucho gusto expondremos en otros post.
Baste decir que en MenSolutions de Clínica Menorca contamos con lo último en tecnología láser, con el mejor equipo de cirujanos, urólogos, anestesiólogos y personal adiestrado en quirófanos para resolver esta y cualquier otra patología que afecte al varón.