Hoy os traigo el testimonio de un amigo del blog sufridor de cálculos renales (ha tenido una piedra y portado el catéter doble jota), con la peculiaridad de que vive en Alemania y allí el proceso difiere un poco (en tiempos bastante) a como se realiza aquí en España, Él es músico y se llama Borja Baragaño Prieto y fue tratado en el servicio de urología del hospital de Ibbenbüren, que es la localidad donde reside.
La narración, muy detallada la hace a modo de diario y es la siguiente:
Mi nombre es Borja Baragaño Prieto, soy un asturiano de 39 años residente en Ibbenbüren, Alemania desde hace casi cuatro años.
Escribo esto desde la cama en mi casa, donde me recupero de la extracción de un cálculo de 1cm. en mi riñón izquierdo, y ya que el blog me ha ayudado tanto con prácticamente todas las dudas que me iban saliendo, me gustaría aportar mi granito de arena contando mi experiencia.
22 de diciembre 2017
Siento una molestia “muscular” a la altura del riñón estando sentado en el coche, de aquella lógicamente no sabía todavía lo que era. El caso es que se me pasa a los 10 minutos y no le doy mas importancia.
24 de diciembre 2017
Después de cenar y antes de abrir los regalos de Nochebuena voy al baño y meo “sangre”. El color era rojo muy oscuro, lógicamente “lo flipo un poco”, sin dolor ninguno.
Estuve meando así las 2-3 siguientes veces que fuí al baño hasta que se aclaró y se volvió al color normal. Ni rastro de dolor. A estas alturas de la película ya esta uno mirando en Google a ver que encuentra. Al ver lo de “piedra en el riñón”, ya empiezo a asumir que el dolor de hacía dos días tendría algo que ver, sagaz que es uno.
En la primera semana de enero empiezo a notar molestias de vez en cuando en la misma zona y después de ir a mi médica de cabecera, que me manda al urólogo, me confirman que tengo el riñón un poco “atascado” y por eso los dolores. Me manda ir al hospital a hacerme una resonancia y una vez a la semana me manda pasar por allí para controlar la orina.
16 de enero 2018
La resonancia confirma que tengo una piedra de 6mm. que quedó atascada en el uréter justo a la salida del riñón. Esos días ya empiezo a tener dolores que van y vienen, pero nada serio.
23 de enero 2018
Mi urólogo me recomienda ir al hospital a urología para ver que se puede hacer, ya que los dolores empiezan a ser más serios. Tengo que decir que cólicos nunca llegué a tener y como mucho con un Ibuprofeno de 600 mg. lo pasaba sin problema.
25 de enero 2018
El urólogo del hospital me explica la situación: la piedra no va a salir por si sola. Me da cita para el 31 de enero para colocarme el tan querido aquí por todos “Catéter doble J”. Me comenta que tendré el catéter 3 semanas y entonces volveré al hospital de nuevo donde me dormirán y me sacarán tanto la piedra como el catéter. Casualmente desde hace dos días no tengo nada de dolor.
31 de enero 2018
Llevo sin dolores más de una semana, se lo comento al urólogo que me va a colocar el catéter. Él me hace una eco y me dice que el riñón sigue atascado, osea que, catéter que me colocan.
El procedimiento duró como cosa de 20-30 minutos en total. No fue superdoloroso pero bah! tiene su aquel. Me dan algo para los dolores por vena y se ponen a ello.
Primero introducen un liquido por la uretra para calmar y lubricar la zona por la que más tarde colocaran el catéter con el cistoscopio. Sensación extrañísima pero no lo definiría como dolor.
10-15 minutos después, “entran a matar”. Me explican que va a doler un poco y me recomiendan que me mantenga lo más relajado posible y que respire profundo.
Doler duele, pero lo hicieron super rápido, lo cual ayuda. Me acuerdo de que me dolió bastante cuando lo introdujo en el uréter, a la salida de la vejiga y cuando llegó arriba al riñon.
Una vez hecho, me dejan dos horas en el hospital por la anestesia que me dieron y me dicen que el 10% de los casos tienen complicaciones con el catéter y el 20% molestias severas. Jamas me dicen “vida normal”. Al día siguiente tenía que hacer un viaje en coche de 5 horas por trabajo, se lo comento y me dice que “en teoría” no debería tener problemas, pero que al día siguiente valore por mi mismo como me encuentro.
Pasé el resto del día en casa en la cama, con molestias y calmantes que me habían dado en el hospital y empecé a aplicar los consejos que descubrí en el blog. No aguantar nunca las ganas de mear, a la primera señal, ir al baño. Y no apretar para mear, simplemente dejar la orina salir sin hacer nada.
Mear sentado a mí me ayudo bastante.
Al día siguiente pude hacer el viaje “sin problemas”, lo pongo entre comillas porque tenia que parar a mear cada 45-60 minutos. Durante dos días tuve molestias en el uréter a la salida de la vejiga hacía el riñón. Estuve con calmantes esos dos días.
Estuve meando con sangre los siguientes 5 días y con la sensación de quemazón con las últimas gotas de orina. Cuanta más agua bebas, menos quema esas gotas finales. Alguna vez tuve el famoso latigazo en el riñón al mear, pero casi siempre por aguantar las ganas más de lo necesario.
Así estuve tres semanas, el catéter en mi caso fue molesto al principio pero después de la primera semana, quitando que vas a mear mogollón, pude hacer vida normal. Dolor por el catéter nunca tuve.
21 de febrero 2018
Ingreso en el hospital en ayunas para que me hagan una litotricia y al día siguiente me extraigan la piedra.
La litotricia en mi caso, según entendí, acordaros todo esto en alemán, es para centrar la piedra de cara a mañana. Me dan 3500 disparos y no me dolió en absoluto. Después de calibrar el aparato, duró exactamente 35 minutos. Me dicen que todo genial y que seguramente mearé un par de veces con sangre. Así fue, pero nada de dolor al mear.
22 de febrero 2018
Llegó el día “D” por fin. Me bajan en ayunas al quirófano y me preparan para la operación que dura como 60 minutos más o menos. Me aplican la anestesia general y a dormir.
Despierto y lo primero que noto son unas ganas de mear terribles, recuerdo que pregunto al enfermero si puedo mear, yo pensando que me iba a levantar y todo al baño, bendita anestesia, me dice que tengo una sonda, que no hay problema. No entiendo bien y me lo repite. ¡Entonces me toco ahí y plin! sorpresa. Tengo no una, sino dos sondas que van a dar a dos bolsas colgadas de mi cama. Si lo entendí bien, una esta en la vejiga y la otra sube un poco mas arriba por el uréter en dirección al riñón. Me suben a la habitación y allí permanezco hasta que me dan el alta.
24 de febrero 2018
Ese día a las 5 de la mañana, como estaba planeado, me retiran las sondas, no duele, pero es molesto. Después de prácticamente dos días sin levantarme de la cama y siempre en la misma postura, boca arriba por la sonda, veo el cielo al poder levantarme para ir al baño. La enfermera me dice que puede quemar al mear, que beba mucha agua. Efectivamente, quema. Vuelvo a la cama con la intención de dormir sin tener que estar boca arriba ni un minuto más y entonces es cuando veo las estrellas. No pasa ni 10 minutos desde que me echo en la cama, cuando me vienen unos dolores inaguantables. Nunca había tenido ese tipo de dolores, ni antes del catéter, ni cuando me lo pusieron, nunca.
Aviso a la enfermera que viene con una inyección. Me la aplica en la barriga y me da como un jarabe. Me explica que lamentablemente es normal. Al extraerte la piedra, te queda una herida en el uréter y al retirar la sonda y pasar la orina otra vez por ahí, pues imagínate.
Con la inyección que me dio, el dolor baja bastante pero no lo suficiente para dormir, una hora más tarde vuelvo a llamar “a recepción” y ya viene con un gotero para administrármelo por vena. No pasan 5 minutos y ya no siento dolor y me puedo dormir.
Ya por la mañana pasa el urólogo, me dice que si me siento con ganas para irme a casa que puedo hacerlo, o si prefiero quedar un día mas, también es posible. Todo esto después de hacer una ecografía del riñón y comprobar que todo esta bien.
Me dan el alta ese día y me voy a casa con antibióticos y calmantes.
Ese día de noche, ya en casa, me vuelven los dolores y claro, con los calmantes que tengo, paso muy mala noche. Me ayudó bastante la bolsa de agua caliente, al ponerla en la zona del riñón me calmaba bastante.
Y aquí estoy escribiendo esto dos días después, mucho mejor ya, con molestias, pero ya no tengo dolores.
Es la primera vez que tengo una piedra en el riñón. Mala suerte que no pudo salir por si sola y tuve que pasar por quirófano, pero si lo pienso, tampoco “fue para tanto”, podría haber sido mucho más doloroso.
Espero que sirva a alguien de ayuda y me gustaría dar las gracias al creador del blog. Siempre es peligroso mirar en internet por cosas relacionadas con la salud, pero habiendo blog como estos, donde alguien que sufre o sufrió algo parecido a lo que uno tiene, uno se puede hacer una idea de por lo que va a pasar y puede prepararse de antemano.
Ánimo a todos.
Esperemos Borja que como me dices sea la primera y la última vez que pases por esto y te agradezco tu narración por dos motivos: porque seguro ayudará a muchos a entender el proceso y porque vea la gente que en la mayor parte de los casos hay un “final feliz”.