Yo, tu hígado, estoy exhausto! Esta es mi última carta, mis últimos consejos.
Cuando el cáncer me alcanza sufro la mayor angustia.
Afortunadamente, los investigadores han mejorado de forma notable los tratamientos, de tal forma que pueden tratarme con mayor eficacia.
Por lo tanto, voy a intentar ser optimista.
Si no has leído mis dos anteriores mensajes, puedes leerlos:
1. Primera parte: El hígado te reclama cuando está enfermo
2. Segunda parte: Hepatitis: El hígado habla cuando está enfermo – Parte II
Vamos primeros los tumores benignos: De la Hiperplasia hepática a los adenomas del hígado
En especial, debes estar atento a la hiperplasia nodular focal del hígado, es 10 veces más frecuentes que el adenoma normal.
Estas anomalías, visibles a la exploración mediante Tomografía Axial Computarizada o por Resonancia Magnética, se extienden por toda mi superficie, como grandes manchas.
La hiperplasia nodular focal es usualmente asintomática, pero puede manifestarse excepcionalmente por dolor, aumento de mi volumen, o sangrado.
Su desarrollo sería independiente de los anticonceptivos orales.
Sin embargo, se observa principalmente en mujeres, lo que demuestra la hormonodependencia, por supuesto, a las hormonas femeninas.
La mayoría de los casos han sido en mujeres que han usado la píldora durante muchos años.
¿Por qué esta distorsión? Principalmente porque los médicos no hablan a profundidad con sus pacientes.
Carecen de la capacidad esencial de determinar la duración del consumo de dichas píldoras, están entrenados para prescribirlos prácticamente a ciegas, sin estar informados respecto a las complicaciones [1].
El adenoma, tumor pequeño que se desarrolla como una especie de núcleo en el propio hígado puede aparecer después de 7 años de consumo de la píldora.
Por lo tanto se recomienda llevar a cabo una ecografía del hígado todos los años a partir de los 7 años de consumo de la píldora.
Pero es raro el ginecólogo que lo indica, mientras que algunos médicos generalistas son más cautelosos, sobre todo los que tienen conocimientos sobre homeopatía.
Es posible que algunas mujeres lleguen a desarrollar grandes tumores hepáticos benignos, llamados adenomas del hígado.
Estos tumores generalmente son bastante superficiales en el tejido hepático y se descubren por la ruptura de la cápsula que los contiene.
Esta ruptura es el origen de graves hemorragias que requieren intervención quirúrgica de emergencia para salvar la vida.
La frecuencia de tumores hepáticos benignos es cada vez más importante a la hora de tomar productos que contienen estrógeno, como el etinilestradiol, usado en la elaboración de mestranol [2].
La lesión es generalmente única (en el 80% de los casos). En casos raros, hay dos o tres áreas que me afectan.
La lesión es más o menos redondeada, nodular.
Después de diez años, la transformación en cáncer
Estos tumores benignos (adenomas del hígado) pueden convertirse en cáncer a los 10 años, debido al radical etinil-CH2 de la molecula de carbono 17 que a mí, tu hígado, no me gusta.
Un radical químico que me irrita enormemente!
Este radical es necesaria porque, durante el paso de la píldora a través del hígado, la hormona libera su radical para continuar su camino en el cuerpo e ir a bloquear a nivel ovárico el proceso de ovulación.
Este es el radical CH2 que es tóxico a largo plazo para mí, tu hígado, como el radical metilo.
Los adenomas hepáticos son más frecuentes entre las mujeres de 30 a 40 años.
Su frecuencia ha aumentado significativamente en los últimos tiempos debido al consumo prolongado, más de 10 años en promedio, de la píldora anticonceptiva.
La detección del tumor benigno puede tomar mucho tiempo, mientras el tumor – solitario – se vuelve generalmente más voluminoso.
El descubrimiento puede ser accidental, por ejemplo, durante una ecografía del abdomen por otra razón: Dolor más o menos generalizado, o bien, trastornos digestivos.
Puede llegar a ser grande (hepatomegalia) hasta que la cápsula que lo cubre se rompe, creando casi al mismo tiempo un gran dolor en parte superior del abdomen y una hemorragia tan abundante que puede ser extremadamente graves si no se actúa con urgencia.
La presión ejercida por el cinturón de seguridad del coche, debida a un frenazo súbito, puede ser responsable de esta ruptura.
Si la mujer está embarazada, la evolución puede ser fatal tanto para la madre como para el niño, por la pérdida de sangre, además de fugas naturales de sangre en el feto.
Si en el ultrasonido se observa flujo arterial en el centro del tumor, el riesgo de malignidad (carcinogénesis) es elevado, de ahí la necesidad de operar sin demora.
Si las mujeres conocieran todo esto, usarían la píldora durante menos tiempo!
Voy a explicarte cómo, sin saberlo, puedes hacer sin darte cuenta, desarrollar un tumor benigno en mí, tu hígado.
Para que las hormonas de la píldora bloqueen los ovarios, impidiendo la ovulación – es decir, liberar al menos un huevo, que podría cubrir un solo espermatozoide- es necesario que las pastillas sigan la siguiente ruta: El estómago y el intestino delgado permiten la absorción por el tracto digestivo y logran acceder al torrente sanguíneo a través del hígado para liberar una sustancia química tóxica conocida como radical etinil.
Entonces, la doblemente fuerte dosis hormonal – externa al cuerpo – estrógeno y progestina, pasan a la circulación venosa y arterial, llevando dosis elevadas a los ovarios para impedir la ovulación.
Al comienzo, la enfermedad se detiene tan pronto se suspende el consumo de la píldora, lo que permite la curación tanto de la hiperplasia nodular como de los pequeñas adenomas.
Cuando el cáncer se desarrolla en mí, tu hígado
En primer lugar, debes saber que aún y cuando las células cancerosas me alteran, soy capaz de actuar como un filtro para evitar que llegue a los pulmones o al cerebro.
Las fijo, las retengo y, gracias al sistema de defensa inmune, hago todo que lo posible para que no se desarrollen en mí, tu hígado.
Desde el primer momento que tengo conocimiento de células cancerosas ayudo a distinguir el cáncer que me afecta, para saber si son primarios o secundarios.
Ya que se pueden originar desde otros órganos, ya sea en el el tracto gastrointestinal, estómago o colorrectal, o cánceres menos frecuencia en otros órganos, melanoma de piel, pulmón, tiroides …
Los cánceres primarios llamados carcinomas hepatocelulares (HCC)
El número de nuevos casos ha aumentado considerablemente en los últimos 30 años aumentó de 1.800 casos en 1980 a casi 9.000 en el año 2012.
Por lo general se presenta en hombres de entre 60 y 65 años.
El cáncer es la consecuencia lógica de la cirrosis, ya sea por el alcohol, por secuelas de la hepatitis C o B, la hemocromatosis, o por enfermedad autoinmune de los conductos hepáticos o biliares.
Desde el desarrollo de la cirrosis el cáncer se desarrolla lentamente. Es muy raro que el cáncer se desarrolle en mí, tu hígado mientras estoy en perfecto estado de salud.
El aumento en el número de casos de cirrosis ya sea de origen alcohólica o viral, es una de las razones para el aumento del cáncer de hígado.
En estas personas, el marcador de seguimiento AFP (alfafetoproteína), supera los valores normales, dando la alerta.
Esto puede ser una anomalía detectada en la ecografía o una tomografía del hígado cuando yo ya estoy enfermo y me convierto en cirrótico.
Lo ideal es que el ultrasonido se lleve a cabo dos veces al año, ya que permite un 70% de los diagnósticos. El escáner permite una mejor visualización.
El diagnóstico se realiza sobre una muestra tomada por lo que se llama una biopsia con aguja fina que me cruza sin causar mucho dolor, aún es mejor si todo el cuerpo es anestesiado, dirigida mediante un ultrasonido o scanear hacia una área sospechosa.
Los resultados del microscopio pueden detectar una afección precancerosa, llamado displasia de bajo o de alto grado, cercana al cáncer.
La displasia no es cáncer, pero es la antesala para llegar al cáncer.
Cuando hay degeneración cancerosa, las biopsias indican el origen preciso de las células cancerosas.
Vienen de hepatocitos o células de los conductos biliares!
El estado de las células cuando son cancerosas, también es útil para garantizar en parte el diagnóstico.
En efecto, estas células pueden realmente asemejarse a las del hígado. Son diferenciadas o, por el contrario, muy indiferenciadas, lo que es más grave porque entonces se renuevan más rápido.
Si la biopsia es negativa, puede ser un error. Puede ser necesario repetirla 3-6 meses más tarde, por si la lesión se expande significativamente más allá de un centímetro.
Entre los signos clínicos dominan la fatiga general, pérdida de apetito, dolor en la zona donde se ubica, a veces un poco de fiebre, pérdida de peso, principio de ictericia, más visible en los ojos (conjuntiva) que en la piel.
En una etapa posterior, puedo llegar a ser enorme (hepatomegalia), el agua llena el estómago, las piernas se hinchan mucho, el cuerpo al que pertenezco no sabe si es sueño o cansancio y se apaga como una vela al final de la carrera.
Los tratamientos propuestos dependen de la condición del paciente en general y de mi propio estado.
Los tratamientos a través de la piel, bajo anestesia general, por radiofrecuencia, destruyen mediante calor las lesiones de menos de 3 cm en 20-30 minutos.
Ablación-resección de la zona enferma cuando el nódulo canceroso no exceda los 5 centímetros y el volumen restante del hígado libre de tumor es al menos 40% de mi masa total..
La supervivencia a 5 años después de dicha cirugía varía entre el 30 y el 65%.
El trasplante hepático permiten lograr entre un 63 a un 80% tasas de supervivencia global y las tasas de reincidencia son de 4 a 20%.
Obviamente, existen los llamados tratamientos paliativos cuando los tratamientos anteriores no son posibles.
Los cánceres secundarios o cánceres metastásicos representan dos tercios de los problemas tumorales en mí, tu hígado.
Los tratamientos deben adaptarse al tumor primario debido a que las células que me invaden son ajenas al hígado, son similares a las del órgano del cual proceden.
El tratamiento depende obviamente de la naturaleza del tumor primario.
Si la lesión solamente afecta al hígado, la resección es posible, por lo general asociada con quimioterapia general o terapia dirigida de crecimiento anti-factor, para prevenir la recurrencia después de comprobar la sensibilidad del tumor a estos tratamientos.
No se si entiendes que hago todo lo que puedo para protegerte.
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Ahora que sabes de lo que soy capaz de hacer por tu salud, estoy seguro de que vas a intentar todo lo posible para prevenir cualquier daño que pueda sufrir.
Yo ya pedí a todos los órganos que pueden verse afectados por el cáncer que te den a conocer todo en los que son necesarios para tu salud, y cómo puedes prevenir esta enfermedad.
La prevención del cáncer es posible. Nunca es una cuestión de oportunidad y tienen que saberlo muchas personas.
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