El hígado es un trabajador infatigable que interviene en más de 500 operaciones indispensables para la vida. Procesa, almacena y depura.
Es el encargado de elaborar determinadas proteínas y la bilis, que nos sirve para correcta digestión de las grasas en el intestino delgado. Produce el colesterol y las proteínas que intervienen en su transporte. También colabora en nuestro sistema inmunológico mediante la producción de factores de inmunidad y la eliminación de bacterias de nuestra sangre.
Almacena glucógeno (que se convertirá en glucosa si se necesita) y hierro.
Pero si tuviéramos que darle un premio por algo sin duda sería por las labores de desintoxicación y depuración que realiza incansablemente. Hasta él llegan 1.5 litros de sangre por minuto, la procesa para eliminar los tóxicos corrientes como el alcohol, los medicamentos, las drogas o aditivos químicos diversos. Se encarga también de transformar el amoniaco tóxico en urea, como subproducto final del metabolismo de las proteínas.
Además de estar pluriempleado también resulta un trabajador abnegado, puede perder ¾ del total de sus células antes de dejar de funcionar. Aunque llegar a este extremo es difícil sin cierto grado de dedicación, pues las células hepáticas son las únicas de todo el organismo capaces de autorregenerarse.
Está claro que el hígado es, para cualquiera, un órgano muy valioso al que merece la pena mimar para proteger la salud.
Las principales hierbas para el hígado son:
-Boldo:
Esta planta es hepatoprotectora y depurativa. Está indicada para estimular la fabricación y expulsión de bilis, lo que la hace muy recomendable para mejorar la digestión especialmente la de las grasas. También es apropiada en el caso de existir cálculos biliares o cuando hay problemas de gases o estreñimiento.
Se puede tomar en infusión preferiblemente antes de las principales comidas. También se presenta en cápsulas o extractos para una dosificación más sencilla.
No es conveniente prolongar el tratamiento más de 4 semanas y siempre con supervisión médica. Está contraindicado su uso en el caso de que se consuman anticoagulantes orales.
-Cardo Mariano:
La sustancia activa se llama silimarina y contribuye a eliminar los tóxicos que se acumulan en el hígado. Según los estudios esta planta contribuye a prevenir el daño hepático y a disminuir los efectos del hígado graso.
Su uso también aumenta la producción biliar, es muy bien tolerado y se puede tomar durante periodos muy largos sin problemas.
Su utilización puede estar indicado en el caso de un tratamiento medicamentoso largo y agresivo, también en casos de hepatitis o cirrosis.
-Desmodium adscendens:
Es una planta africana descubierta para la medicina occidental por un médico francés y su mujer que ejercían su actividad en un ambulatorio de una misión en Camerún. Asistieron sorprendidos a la rápida curación de hepatitis graves en varios europeos con el uso de una planta de la zona que resultó ser el desmodium adscendens.
De regreso a Francia iniciaron estudios sobre el mismo.
Además de confirmar su aplicación para la curación de las enfermedades hepáticas también se recomienda con éxito para tratar las alergias y el asma.
Es muy aconsejable para tratar las enfermedades del hígado y también para prevenirlas, su uso es aconsejable en el caso de tratamientos medicamentosos o en curas depurativas en los cambios estacionales.
Si te interesa conocer más sobre su dosificación pásate por este post
-La clorofila,
Si hablamos de depuración hay que nombrar esta joya que nos proporcionan las hortalizas. Introducir su consumo en la dieta de forma habitual hará bien no solo a nuestro hígado, en general preserva la salud y es energizante.
La clorofila es depurativa y desintoxicante a todos los niveles, hepático, renal y digestivo.
Es un potente antioxidante y ayuda al cuerpo a eliminar los residuos ambientales.
Son fuentes importantes de clorofila los germinados, las algas, como la espirulina o la chlorella; y por supuesto, las hortalizas, especialmente las de hoja verde.
-Alcachofa,
Esta hortaliza y su principio activo la cinarina resulta una importante ayuda para conservar el hígado en forma.
Estimula la secreción de bilis, lo que provoca mejores digestiones y evita el estreñimiento. A su vez descongestiona el hígado y drena la vesícula biliar, evitando la formación de cálculos.
En el caso de padecer alguna enfermedad hepática su uso potencia la regeneración del mismo.
Podemos comer la planta o bien utilizar las hojas secas en infusión. Otra opción son las cápsulas o extractos.
Una tisana de alcachofera y diente de león tras las comidas es un modo excelente de depurar y cuidar el hígado, está especialmente indicada en caso de hígado graso. Otra opción también apropiada es utilizar una mezcla de alcachofera y boldo.
Con esto llegamos al final de este breve repaso, conviene recordar lo importante que es para nuestro bienestar un hígado sano y que funcione bien. Un par de veces al año? ¡dale cariño!, unas hierbas, un poco de dieta depurativa y ¡en forma para seguir trabajando!
Este post Hierbas para el hígado. se ha publicado primero en El blog de Árnica digital..