El hígado adopta más de 500 funciones de las cuales 22 de ellas son básicas para que el cuerpo funcione correctamente.
Para empezar este órgano glandular es el responsable de la asimilación rápida de los alimentos y nos ayuda a mantener nuestro peso. También se le atribuye más funciones, estas son algunas de ellas: secreción de la bilis, eliminación de posibles sustancias nocivas para el organismo, síntesi de proteinas plasmáticas, almacenaje de glucógeno y vitaminas. Por lo tanto es un órgano imprescindible para poder tener el equilibrio corporal que necesitamos pues la mayoría de los alimentos que ingerimos pasan por él antes de ser digeridos y eliminados.
Para tener un hígado sano ante todo debemos cuidar nuestra alimentación. El alcohol y el exceso de purinas se han de dejar a un lado para centrarnos en las frutas y verduras. Pues este órgano necesita una buena dosis de vitamina A y C para su correcto funcionamiento. Además de las naranjas, el kiwi y otras frutas que contienen estas vitaminas, los cereales integrales o el almidón de las patatas también nos ayudan a reforzarlo.
La ingesta de proteinas de forma moderada sin grasa añadida son necesarias para el hígado. El pescado o las carnes magras de ave aportan la dosis de proteina ideal. El aceite de oliva y los alimentos ricos en folatos (son de color naranja y verde) son también beneficiosos para el hígado.
Por lo tanto, hemos de seguir una dieta equilibrada que no contemple alimentos procesados, grasas saturadas, bebidas alcohólicas, café, ni sustancias químicas proporcionadas por ciertos aditivos alimentarios o pesticidas. Así evitamos dar trabajo innecesario al hígado y lo mantenemos sano.
Otros factores precipitantes negativos son las drogas, su consumo provocan estrés al hígado acelerando su deterioro general. Finalmente, es importante no abusar de la toma de multivitamínicos con hierro, ha de estar pautada porqué el exceso de este mineral se almacena en el hígado aumentando el riesgo de intoxicación por hierro.
–Cardo mariano: protector hepático, es un importante antiinflamatorio del hígado y le ayuda a regenerarse. Actúa contra el estreñimiento, colesterol y otras dolencias del cuerpo.
–Desmodium: Usado en hepatitis, trastornos digestivos, ictericia (tono amarillento de la piel), bronquitits, asma.
–Boldo: planta utilizada para tratar las dolencias del hígado y la vesícula biliar. Tiene propiedades digestivas.
–Alcachofera: facilita la eliminación de líquidos, ayuda a prevenir el estreñímiento, previene la arteriosclerosis, facilita la digestión, estimula el apetito. Sobretodo es una planta diurética, depurativa y desintoxicante que beneficia al higado.
–Diente de león: importante depurativo del hígado y el sistema digestivo que facilita las funciones de eliminación renales y digestivas.
–Rábano negro: estimula la producción y secreción biliar, ayuda al hígado cuando está congestionado o afectado. Depura al organismo y tiene propiedades antisépticas.
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Un saludo y hasta el próximo post,
Sira Sn
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