¡Tenemos un mural! ¡Puro street-art! Una obra que culmina todo lo que siempre quisimos para nuestra bendita casa.
Después del neón rojo que hemos instalado, que era uno de nuestros viejos anhelos, ya se puede decir que casi no nos queda nada mas para cumplir con el teatro de nuestros sueños. Todo es demasiado bonito para ser verdad.
Siempre hemos concebido esta casa como un espacio en armonía con nuestra actividad y la manera de entender lo que hacemos. Un hogar no tecnológico, representativo de nuestro modo de operación: la persona como bandera y la cultura como el viento que la agita.
Y es que las cosas mas importantes llevan mucho tiempo.
Se trata de un viejo sueño engendrado mucho antes de que ni siquiera existiera MEB.
Llevamos años compartiendo conversación atenta con el artista urbano y muralista gallego, Nove Noel, autor del mural que veis, con la idea clara y precisa de que todo lo que las personas somos se proyecta a la calle y -por tanto- no hay otro espacio para el cambio que el de la cultura, el ambiente, el de la propia calle.
“Hacer lo que puedas con lo que seas”
Mas allá de la obra en si, este es uno de nuestros grandes lemas, algo que nos ha costado unos 25 años enunciar. Se han sucedido muchas manos dando y recibiendo hasta llegar a concluir este contenido.
Este enunciado condensa todo lo que hacemos en MEB. En él, se fundamenta todo nuestro modelo de intervención, un modelo de “Habilitación”, que se despereza del clásico de “rehabilitación” y que -a través de ese pequeño giro en el lenguaje- delimita nuevos márgenes y fronteras en torno a nuestra práctica.
Siempre hemos sentido la necesidad de tener “un algo” que ofrecer a nuestra gente, una manera de decirles que nunca está todo perdido, que hay algo mas grande que sus secuelas o enfermedad en lo mas ardiente y profundo de su ser. En el frasquito con las gotitas del elixir de su esencia personal, que es aquello que -entre todos- debemos reconocer y rescatar.
Hemos tenido que darnos cuenta de que la lesión va mucho mas allá del organismo y que ésta toca a la persona entera. Pero tambien -al mismo tiempo- de que esta entidad -la persona- se puede recuperar, oponerse y domar a la fiera de su lesión o enfermedad y (re)encontrarse, (re)surgir.
Someter al daño y relegar al sufrimiento lo suficiente como para volver a vivir plenamente.
Esta frase nos dice que hay que tirar, adelante. Como sea, sin mirar atrás, desde nuestras habilidades y recursos, pero muy especialmente desde quien uno ES.
Yo soy, tu eres, el es, nosotros somos… existimos, estamos, importamos, somos dignos y con privilegios éticos significativos. No somos cualquier cosa que se pueda o deba llevar fácilmente una racha de viento.
“Hacer lo que puedas con lo que seas”
Esta es la historia de esta frase que si bien ha ocupado el centro del diseño del mural, tiene aun mas arte dentro de el y como buena obra de arte, siempre deja espacio para lo misterioso y la libre interpretación
El rio, sus piedras, la nube, el viento, el cerebro, el ambiente, el ciclo del agua, el bucle interminable de la vida, salpicado de puntos rojos -nuestro símbolo- que representa el amor y el humor de nuestro equipo.
Como os decíamos, si hay un objetivo utópico que tenemos en MEB es la transformación de la cultura, del mensaje de la calle, que es la medida de mayor alcance en el ámbito de la Salud.
Este mural trata de ser una de las antiguas avionetas que sobrevolaban nuestra playas mediterráneas con mensajes publicitarios en los años 70, arrojando balones hinchables de la marca Nívea
En nuestro caso los balones hinchables son de color rojo y los mensajes “publicitarios”que arrastra la avioneta serían: “hay esperanza”, “eres fuerte, “no eres viejo” “todo va a ir bien”, “Mal es bien”,“Si, se puede” “Hacer lo que puedas con lo que seas”
Mensajes que reforman el mundo de las posibilidades sobre lo que nos pasa y lo que podemos hacer con ello.
Salud es ante todo posibilidad, no hay que darle mas vueltas. Posibilidad de cambio, de adaptación, de transformación, de vida.
Es el fundamento de la esperanza.
La esperanza que tiene el sufrimiento de un día dejar de serlo.
Viva la vida y ¡Viva MEB!
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Gracias eternas maestro Nove Noel.