Adivina adivinanza: ¿qué causa reflujo ácido, úlceras, gastritis, cáncer de estómago e incontables problemas estomacales? Te presento a Helicobacter pylori (popularmente H. pylori).
Qué es H. pylori
Se trata de una bacteria de forma helicoidal que fue descubierta por dos científicos australianos en 1982. Estos señores detectaron que muchas personas con problemas estomacales tenían H. pylori. Hasta el año de su descubrimiento no se pensaba que problemas como la gastritis crónica o las úlceras pudiesen estar causados por un agente infeccioso.
Pero esto no es algo de extrañar. Cada día hay más evidencia de que muchas enfermedades “crónicas” tienen un componente infeccioso muy importante. Lo difícil, en mi opinión, es saber si los patógenos han provocado por sí solos el problema, o si ya había una debilidad previa que los invitó a invadir el cuerpo (¿que viene antes el huevo o la gallina?). Personalmente, me inclino por pensar que los dos son factores simultáneos.
Bueno, a lo que íbamos, H. pilory. Resulta que alrededor del 50% de la población mundial (sí, has oído bien) tiene esta infección, aunque sólamente el 20% de la gente muestra síntomas. Esto resulta extraño, lo sé, por eso me inclino a pensar que quizás se trate de un microbio que forma parte de nuestra flora natural, como Candida albicans, y que solamente cuando existe un sobrecrecimiento causa problemas (una hipótesis).
En cualquier caso, si sufres de problemas estomacales o digestivos, te recomiendo hacer una analítica para detectar su posible presencia descontrolada.
Reflujo ácido: ¿todavía un misterio?
Uno de los enemigos habituales en bodas, bautizos y comidas de Navidad es el reflujo ácido. En muchas ocasiones H. pylori es el causante del problema (¡no el exceso de ácido señores!). Para entender cómo H. pylori causa este problema tan frecuente, debemos entender primero su modus operandi.
Nuestra bacteria en cuestión es muy buena realizando las siguientes tareas:
Dañando la pared estomacal (donde literalmente “se esconde” del ácido)
Creando una película proteica (biofilm) para protegerse
Y sintetizando la enzima ureasa para disminuir la acidez estomacal y así crear un medio ambiente más “hogareño” (pasando de un pH ácido de 2 a uno más neutro pH 6-7). Si la vida te da limones…¡haz limonada!
Esta capacidad de H. pylori de reducir la acidez estomacal para sobrevivir es la clave del reflujo. Presta atención.
Normalmente, el contenido del estómago tiene un pH de 2-4. Cuando ingieres alimentos el ácido del estómago se diluye. El cuerpo responde entonces produciendo más ácido para volver a su rango óptimo (2-4) y así poder hacer la digestión. Si todo va bien y la acidez es la correcta (2-4), el contenido del estómago pasa al duodeno.
Este paso hacia el duodeno (en el intestino delgado) está regulado por el píloro, que es una válvula sensible a la acidez. Si la acidez no es la correcta, el píloro no se abre…porque “entiende” que los alimentos todavía no han sido digeridos correctamente en el estómago y no deberían pasar hacia la siguiente fase de la digestión.
Desafortunadamente, cuando tenemos una infección de H. pylori es difícil conseguir la acidez necesaria (pH 2-4) para realizar la digestión. Si encima comemos gran cantidad (lo que diluye todavía más el ácido) o el alimento tiene un alto contenido en proteínas, el problema se agrava todavía más. Y si no se consigue la acidez ideal, el píloro no se abre (hey! no culpes al píloro, ¡él sólo hace su trabajo!).
Cuando el estómago se contrae para empujar el alimento hacia el duodeno se encuentra con una compuerta cerrada…Si sigues comiendo, llega un momento que la comida vuelve a subir por el esófago, y aunque su contenido no sea muy ácido es suficiente para darnos la sensación de quemazón en el pecho.
Puede que tengas H. pylori o puede que te estés haciendo mayor (con la edad producimos menos ácido). En cualquier caso te conviene optimizar tu ácido de forma natural y eliminar esta bacteria si la tienes. La solución, amig@, no son los antiácidos.
Autorreconocimiento: preguntas básicas
¿Sufres de reflujo ácido o tomas antiácidos?
¿Sientes hinchazón estomacal?
¿Tienes nauseas especialmente en la mañana?
¿Tienes diarrea o estreñimiento?¿Tienes mal aliento y/o problemas de piel?
Si tu respuesta es “sí” a alguna de estas preguntas es posible que H. pylori tenga un campamente montado en tu estómago. No lo dejes pasar.
Conclusión
Si realmente lo piensas, la boca es una entrada directa a un lugar húmedo, oscuro y caliente. Un lugar donde encima hay comida…vamos, ¡el paraíso de los microbios! Aunque el cuerpo hace una labor increíble de protección, no es de extrañar que haya tanta gente con infecciones y problemas estomacales a consecuencia de una vida estresante que merma nuestras defensas naturales. De alguna forma, somos tan fuertes como nuestro estómago.
H. pylori es sólo uno de los muchos patógenos que causan problemas estomacales (como reflujo ácido), pero es uno de los más frecuentes, por eso quería contarte un poco más sobre el tema. Si sospechas su presencia deberías hacerte una analítica, y si después de confirmarlo quieres un protocolo natural para “invitarlo a salir” puedes contar con mi ayuda aquí.
Comparte este artículo con aquellos que tienen problemas estomacales, y si tienes alguna pregunta (¿la tienes?), déjame un comentario y te responderé.
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