Se trata de una de las plantas míticas en la historia de la medicina y hoy en día es la medicinal más utilizada del mundo.
El ginseng es uno de los productos naturales en los que se producen más fraudes y timos. Así que lo que hoy voy a contarte es muy importante si quieres conocer si en tu caso puede ser interesante el ginseng y cómo tomarlo y durante cuánto tiempo; pero también cómo evitar que te timen si decides comprarlo.
En China, en los parajes más recónditos y misteriosos de algunos fríos bosques de montaña, se descubrió el ginseng, una planta rarísima que necesita entre cinco y siete años para crecer.
Sus propiedades frente al cansancio y el agotamiento eran innegables y, con los años, su fama fue creciendo.
Así, su recolección representaba una fuente de riqueza fabulosa para los privilegiados que sabían dónde encontrarla, hasta que el emperador de China y su corte decidieron apoderarse de ella y pusieron fin a su comercio, hasta el punto de que todo aquel que infringía la ley era sometido a unos castigos atroces. De este modo, esta planta milagrosa permaneció en el olvido durante siglos, y sólo se utilizaba para asegurar la increíble longevidad de las dinastías chinas.
El secreto permaneció oculto durante milenios, convertido casi en una leyenda secreta.
Fue entonces cuando el sabio emperador Sheng Nong, padre de la medicina y de la agricultura, escribió todo un tratado dedicado a las propiedades medicinales de más de 300 remedios naturales. El valioso texto original escrito por el emperador se perdió, pero hasta nosotros ha llegado una versión posterior, elShennong Bencao Jing, considerado el primer tratado de fitoterapia china, en el que ya se hablaba de las increíbles propiedades del ginseng, de sabor dulce y ligeramente amargo. El sabio aseguraba que el ginseng reforzaba las cinco vísceras, apaciguaba el espíritu, abría el corazón, combatía las malas energías y alargaba la vida.
Hacia el año 1000 a. C., unos marinos moriscos decidieron llevar a Europa esta planta fabulosa. Pero la decepción fue inmensa, ya que los médicos europeos tan sólo obtuvieron unos resultados modestos.
Y así llegamos hasta nuestros días.
Tres mil años más tarde, es decir, en pleno siglo XX, los científicos descubrieron la razón de este fracaso: solamente las plantas que verdaderamente parecen un ser humano, con su cabeza, el cuerpo, las manos y las piernas son eficaces, explica la Dr. Ma Fan, especialista de Lyon que da clases en la Escuela de Medicina China de Lausana.
Y es que los principios activos están dispersos, no se encuentran en la misma concentración en cada raíz y varían en función del lugar, la naturaleza del suelo y otras condiciones ambientales.
Y gracias a los avances científicos recientes esta planta se encuentra finalmente en Occidente bajo una forma muy eficaz que la gran mayoría conoce bajo el nombre de ginseng.
Cansancio, estrés, agotamiento…
El ginseng es un estimulante del sistema nervioso, físico e intelectual que aumenta la resistencia física y acelera la convalecencia. Actúa en lo más profundo del organismo y es apreciado por su carácter adaptógeno, es decir, que permite al organismo adaptarse más rápido a cualquier forma de estrés (físico, nervioso o intelectual).
Su uso es muy valorado por:
tonificar el organismo de las personas cansadas o debilitadas (tras un esfuerzo, por la edad, por sufrir alguna enfermedad o tras un accidente).
restablecer la capacidad de trabajo físico y concentración intelectual después de un arduo esfuerzo o un periodo de agotamiento.
acelerar la convalecencia.
luchar contra la astenia funcional (fatiga).
soportar el estrés crónico.
estimular el sistema inmunitario y la libido.
¡Sus propiedades han sido incluso aprobadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS)!
Encontramos en esta planta varios componentes bioactivos: ginsenósidos, triterpenoides (terpenoides con seis unidades isopreno), como el protopanaxadiol o la sapogenina triterpénica de esqueleto dammarano. Sus múltiples efectos beneficiosos se han puesto de relieve desde el plano experimental, en especial los efectos antiinflamatorios y antioxidantes.
Considerando las exigencias físicas e intelectuales y el estrés del modo de vida moderno, no sorprende que el consumo de ginseng conozca en la actualidad una verdadera explosión.
Cada vez se utiliza más como estimulante para las personas mayores y los convalecientes, pero también lo toman los directivos y trabajadores estresados o agotados, así como los estudiantes en época de exámenes y, por supuesto, los deportistas.
La opinión de los expertos
Como te decía, la OMS reconoce como clínicamente establecido el uso del ginseng para mejorar las capacidades físicas y mentales en estados de cansancio, agotamiento, problemas de concentración y en las personas convalecientes. Considera como tradicional su uso en el tratamiento de los trastornos de la erección, las úlceras gástricas, la diabetes de tipo 2 y para proteger el hígado.
Según el Prof. Kurt Hostettmann, director del Instituto de Farmacognosia de la Universidad de Lausana, especializado en el estudio de las plantas medicinales:
"La indicación principal del ginseng es la resistencia al cansancio y al estrés. Esta indicación la han confirmado diferentes pruebas farmacológicas efectuadas en animales, pero también lo han hecho ensayos clínicos en el ser humano".
Hostettmann también destaca su uso en geriatría (es decir, la medicina de las personas mayores), por su gran papel vitalizante.
Para la Dra. Ma Fan, "se utiliza tanto en las personas mayores que necesitan tonificarse como en las personas que han vencido una enfermedad importante: una operación, una enfermedad crónica, etc.".
Se receta también a las personas sometidas a quimioterapia o radioterapia: en ese caso, va a ayudar a las defensas del cuerpo.
Y de hecho, numerosos estudios han demostrado que las personas que toman ginseng tienen un riesgo claramente menor de contraer una infección respiratoria o un resfriado.
El fraude existe desde la China antigua
Teniendo en cuenta su interés médico excepcional, la raíz de ginseng por desgracia es objeto de timos; algo que ocurría ya en la China antigua. Incluso hoy en día es un producto que se vende con unas calidades muy variables, que afectan desde la cadena de producción hasta el mercado de reventa.
Si vas a adquirir ginseng, procura escoger un producto fabricado conforme a las monografías Asian Ginseng de la farmacopea estadounidense o Ginseng según la farmacopea europea, que han definido las características exactas de las raíces.
A continuación, el siguiente criterio más importante es escoger Panax ginseng (existen otras numerosas formas botánicas de ginseng, pero es ésta la que te deberás asegurar de adquirir) con un contenido garantizado de ginsenósidos, el principal ingrediente bioactivo.
Y, por supuesto, asegúrate de cuál es el contenido en ginsenósidos, pues condicionará la eficacia del producto que adquieras.
¿Es rojo el ginseng?
Otro punto muy importante es entender cuál es la diferencia entre el ginseng rojo y el ginseng blanco. Debes saber que no existe ningún ginseng que en la naturaleza sea de color rojo (¡presta atención también a esto porque a veces te querrán cobrar más sólo porque sea rojo!).
El color rojo surge al calentar el ginseng blanco según un procedimiento tradicional durante entre dos y tres horas mediante vapor de agua a 100 °C. Este tratamiento es el que le confiere su color amarronado-rojizo, al que debe su nombre el ginseng rojo. Esta aplicación de calor estimula la aparición de mayor cantidad de componentes de la planta, como las saponinas y los ginsenósidos, por lo que se considera de mayor calidad y actividad terapéutica.
Por desgracia, algunos fabricantes añaden azúcar durante la cocción para atenuar el sabor amargo del ginseng, que es algo que hay que evitar. Cuando el proceso se ha hecho adecuadamente, el ginseng rojo conserva todas las propiedades naturales del ginseng y no lleva ningún aditivo.
¿Uso puntual o toma regular?
¡Ojo! El ginseng es un producto que acelera el metabolismo, lo que quiere decir que, una vez lo tomas, todo se pone a funcionar más rápido: los músculos, las neuronas… ¡todo!
Ésa es la razón por la que notarás un subidón de energía cada vez que tomes ginseng y tendrás ganas de hacerlo todo más rápido y con más vigor. Se activa un estado de alerta y algunas personas tienen la impresión de volver a tener 20 años.
Por eso lo recomendable es tomar ginseng por la mañana, debido a ese efecto estimulante.
Si lo vas a tomar de forma puntual, no se necesita tomar ninguna precaución especial.
Pero si en tu caso te planteas aumentar la energía a largo plazo, y piensas tomarlo de forma continuada, entonces tu organismo tendrá necesidades más elevadas de minerales, vitaminas y otros nutrientes, necesarios para tu actividad mental y física más intensa. Si es tu caso, te recomiendo que consumas más alimentos ricos en nutrientes esenciales (verdura y fruta fresca de colores vivos, frutos secos y oleaginosas de todo tipo, pescado graso…), así como aumentar la dosis habitual de multivitaminas.
¿En qué forma y dosis es eficaz?
El ginseng se presenta bajo numerosas formas, incluida la fresca. Sin embargo, es muy difícil conocer su contenido real de elementos activos.
Por eso, es necesario adquirirlo en forma de complemento natural, en extracto vegetal estandarizado, purificado y con un contenido en ginsenósidos garantizado.
Si usted se encuentra embarazada o en periodo de lactancia, aunque se encuentre especialmente agotada, no debe tomar ginseng, pues no está recomendado en esas situaciones, al igual que tampoco lo está en los niños.
Escoger un buen ginseng no es sencillo. Con los consejos que te he dado sin duda podrás encontrar ginseng de calidad, ¡sin dejarse dar gato por liebre! Pero si quieres ir a tiro fijo, te aconsejo el Ginseng ecológico. Se trata de Panax ginseng de la más alta calidad.
Si tú eres de los que no puede empezar el día sin un café y necesita más de uno según avanza el día, ¡vas a dejar de necesitarlo! Te notarás mucho más enérgico y vital, te lo aseguro.
Otra ventaja del ginseng cuando es ecológico, te asegura que no encontrarás en él ni rastro de pesticidas, herbicidas ni metales pesados.
¿Sufre estrés? El ginseng siberiano sale en su ayuda
Aunque el ginseng coreano (Panax ginseng) del que te acabo de hablar es una apuesta segura, si tienes problemas específicos de estrés, quizá el ginseng que más le interese sea el conocido como ginseng siberiano.
Su principio activo no son los ginsenósidos, sino los eleuterósidos (el eleuterococo o ginseng siberiano tiene el nombre científico de Eleutherococcus senticosus).
El ginseng siempre fue un producto caro. Se cree que la antigua Unión Soviética comenzó a cultivarlo para dárselo a sus atletas y mejorar así su rendimiento deportivo abaratando los costes de tener que importarlo (por eso la mayoría de los estudios científicos con ginseng siberiano se han realizado en Rusia). Además, los astronautas soviéticos consumían raíz de eleuterococo para aumentar su fuerza y resistencia, así como para contrarrestar los efectos de la ausencia de gravedad.
Deportistas de élite, astronautas… son el ejemplo más claro de las propiedades del ginseng siberiano para mejorar el rendimiento y el estado general de salud en situaciones de estrés, llevando al organismo hacia el equilibrio, disminuyendo la fatiga y fortaleciendo al tiempo el sistema inmune, que se ve tan afectado por el estrés, mejorando el rendimiento mental y físico.
¿Con qué ginseng te quedas?
Ahora que te he contado los beneficios de los dos tipos de ginseng, es decisión tuya optar por uno u otro. En mi opinión, el ginseng panax es un producto absolutamente recomendable para conseguir un plus de energía y vitalidad en casi todas las situaciones (convalencencias, edad, astenia crónica…).
Sin embargo, si el tuyo es uno de esos casos claros de cansando unido al estrés (porque tiene un trabajo especialmente absorbente y estresante, por sus particulares circunstancias personales, etc.), quizá te interese el ginseng siberiano, que ayudará a darte energía a la vez que conduce a tu organismo hacia ese equilibrio que tanto necesita.
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