Dado que muchas de las cosas que realmente queremos requieren cierto grado de frustración, se hace necesario poder manejar la frustración para que podamos estar emocionalmente bien, incluso, en circunstancias difíciles.
Pero, ¿qué es la frustración? ¿Cuántos tipos hay? Y lo que es más importante, ¿cómo trabajar la tolerancia a la frustración? A continuación voy a resolver todas estas cuestiones.
Qué es la frustración
La frustración es una emoción que se produce en situaciones en las que una persona no puede alcanzar el resultado deseado.Por lo general, cuando conseguimos un objetivo o meta nos sentimos felices, complacidos En cambio, cuando no lo logramos aparece ira, irritabilidad, estrés, resentimiento, depresión o una espiral descendente de sentimientos de resignación o rendición.
En estos casos, la frustración puede ser destructiva. Son personas con baja tolerancia a la frustración pueden sentirse frustradas por los inconvenientes cotidianos aparentemente menores, como los atascos de tráfico y los niños ruidosos.
Además, las personas con poca tolerancia a la frustración pueden renunciar inmediatamente a las tareas difíciles. La mera idea de tener que esperar en la fila o trabajar en una tarea que no comprenden puede parecerles intolerable. Afortunadamente, se pueden hacer algunas cosas para mejorar la tolerancia a la frustración.
Cuanto más importante es la meta, mayor es la frustración y el enfado o la pérdida de confianza.
A pesar de lo que pueda parecer, no es necesariamente mala. De hecho, puede ser un indicador útil de los problemas en la vida de una persona y, como resultado, puede actuar como un motivador para el cambio.
Tipos de frustración
El sentimiento de frustración puede provenir de fuentes internas o externas. Conocer esta información resulta muy útil para poder resolver las frustraciones diarias.Interna: cuando estás frustrado contigo mismo o con tu reacción. Puede significar que no estás satisfecho con la forma en que reaccionaste en una situación.
Externa: cuando el factor estresante, o lo que está causando la frustración, está fuera. Como por ejemplo llegar tarde por el tráfico.
Examinar la situación para determinar de dónde proviene la causa de la frustración puede ser un primer paso útil para resolver el dilema.
Cómo se siente una persona frustrada
La frustración puede manifestarse de muchas formas diferentes. En general, suelen volverse irritables y estresadas. Algunas de las respuestas típicas son:Pierde los estribos
Movimiento corporal incesante, como golpetear con los dedos constantemente o suspirar constantemente
Rendirse
Tristeza o ansiedad
Falta de confianza en uno mismo
Problemas para dormir
En algunos casos se recurre a drogas y/o alcohol
Abuso corporal, como pasar hambre o hábitos alimenticios irregulares
A largo plazo, estar constantemente frustrado, puede resultar dañino ya que afecta a todos los aspectos de tu vida, incluso a los patrones de sueño.
Señales de baja tolerancia a la frustración
Las señales de baja tolerancia a la frustración son diferentes para cada uno de nosotros. Pero hay algunos signos comunes:Procrastinación frecuente debido a la incapacidad de tolerar la frustración asociada con una tarea difícil o aburrida.
Intentos impulsivos de arreglar una situación. Son personas impacientes y no esperan a que el problema se corrija solo
Exagera el malestar temporal
Insiste en perseguir la gratificación inmediata
Se rinde inmediatamente cuando se le presenta un desafío u obstáculo
Irritabilidad o enfado por los factores estresantes cotidianos
Pensamientos del tipo No puedo soportar esto
Evita tareas que puedan causarle angustia
Desarrollar tolerancia a la frustración
La tolerancia a la frustración se puede aprender y entrenar. Con práctica y dedicación constante, se puede disminuir la intensidad de la frustración y aprender a expresar los sentimientos de manera socialmente apropiada.A continuación, algunas estrategias que pueden ayudar a desarrollarla:
Acepta situaciones difíciles. Hay situaciones en las que no podemos hacer nada, no pueden cambiar. Pero lo que sí podemos cambiar es la forma en la que reaccionamos ante estas situaciones. Si la situación está fuera de tu control, concéntrate aceptarla.
Atención a tus pensamientos. Si la frustración viene por una duda en tus capacidades de tolerar la angustia no te ayudará pensar No soporto esperar en la fila o Estoy demasiado abrumado para intentarlo de nuevo. Respira profundamente, cuenta hasta diez y vuelve a intentarlo.
Aprende a calmar a tu cuerpo. Los sentimientos de frustración pueden provocar síntomas fisiológicos, como aumento de la frecuencia cardíaca o aumento de la presión arterial. Los cambios en tu cuerpo pueden hacer que dudes de tu capacidad para lidiar con la frustración, lo que puede conducir a un círculo vicioso que es difícil de romper. Calmar tu cuerpo es calmar tu mente. Respiraciones profundas, meditaciones, relajación muscular y actividad física pueden ayudar en estos casos.
El mindfulness puede ayudarte a calmar tu cuerpo y mente.
Al igual que cualquier otra habilidad, la tolerancia a la frustración requiere práctica. Empieza poco a poco y trabaja en la práctica de tus habilidades. Ponte una meta levemente frustrante y trata de manejar tu diálogo interno con habilidades de afrontamiento saludables.
Cuando tengas éxito en el manejo de estos sentimientos, ganarás confianza en tu capacidad para tolerar la angustia. Con el tiempo, podrás exponerte gradualmente a situaciones cada vez más frustrantes.
Tratamiento, Hernández Psicólogos Online
Si bien puedes sentirte tentado a asumir que simplemente naciste con poca paciencia, como ya hemos comentado, la baja tolerancia a la frustración no tiene por qué ser permanente.Si tienes dificultades para mejorar la tolerancia a la frustración por tu cuenta, o si parece ser un síntoma de un problema mayor, puedes hablar con nuestro equipo de Psicólogos online.
Te ayudaremos a salir de este círculo vicioso, reconociendo patrones negativos y enseñando técnicas para manejarla de una forma sana.
Esperar a que pase el tiempo o mirar hacia otro lado no va a solucionar el problema.
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