Las fracturas son lesiones bastante frecuentes en el sistema musculoesquelético y se denominan como la pérdida de la continuidad del tejido óseo.
Estas lesiones óseas poseen varias clasificaciones por su forma, localización, exposición y otras tantas más, pero en esta oportunidad en este vídeo te explicamos la clasificación de ellas según su gravedad.
Los tipos de fracturas según la gravedad de la lesión pueden generar un edema óseo este sería la afección más leve en cuanto a la lesión, y no es propiamente una fractura, suele generarse por un traumatismo o microtraumatismo y no se evidencia evidencia pérdida de la continuidad ósea, es decir el hueso se encuentra íntegro, por lo que su diagnóstico es complejo y difícil de tratar. Esta lesión solo se evidencia mediante tomografías o resonancias magnéticas.
Otro tipo son las fisuras óseas que son roturas pequeñas del segmento óseo que en ocasiones pasan inadvertidas y que son fáciles de recuperar sin dejar secuelas.
Por otra parte, las fracturas incompletas son más amplias en comparación con una fisura, las cuales mantienen estable el hueso lesionado y no requieren de una intervención quirúrgica.
Las fracturas completas (estables) en ellas el hueso se ha roto completamente pero no se encuentra desplazado, pero pudiera hacerlo con el paso de los días por lo que requiere una vigilancia médica para verificar su estado e intervenir quirúrgicamente o no.
La fractura impactada es aquella en la que hueso lesionado se introduce sobre si mismo, suelen mantenerse estable y pueden ser o no quirúrgicas, esto dependerá de la edad de la persona.
La fractura completa inestable es aquella en la que existe un desplazamiento de los segmentos óseos comprometidos y que requiere una reducción para lograr estabilizar, generalmente su tratamiento es quirúrgico, por lo que pueden tener mayores complicaciones.
Las fracturas conminutas son producto de impactos graves, que ameritan de una cirugía compleja y de la utilización de varios tipos de material de osteosíntesis, haciendo que pueda tener mayores complicaciones.
La fractura luxación es aquella a la que se suma una luxación en las que se debe realizar una reducción, por lo tanto amerita una cirugía.
La fractura abierta se define como una fractura en la que existe una exposición del hueso, es decir rompe la piel y el hueso sale de su lugar, evidentemente su tratamiento es quirúrgico, y en ocasiones pueden tener complicaciones como infecciones óseas (osteomielitis).
Esta sería la clasificación de las fracturas por su gravedad; otros tipos de fracturas también importantes son las fracturas por avulsión que se producen por tracciones bruscas
de tendones o ligamentos sobre el hueso por lo que se genera un arrancamiento óseo, este tipo puede ser o no quirúrgicas.
Otro tipo de fractura presente en este caso en los niños son las fracturas de tallo verde específicamente en la zona de los huesos largos, son estables pero requieren de una reducción y en ciertas ocasiones la intervención quirúrgica.
La fractura por estrés es producto de microtraumatismos repetitivos a los largo del tiempo, suelen ser de difícil diagnóstico debido a que no tienen un trazo limpio si no la presencia de un callo, su recuperación puede complicarse.
Y por último la fractura por aplastamiento que se genera específicamente en las vértebras y generalmente en personas mayores producto de la osteoporosis, por traumatismo o por desmoronamiento.
Iñigo Junquera
19/09/2020