Es importante que los padres sepan qué hacer cuando esto sucede. En primer lugar, algunos consejos sobre la medición de la temperatura de su hijo:
Una variedad de termómetros están disponibles, desde termómetros orales estándar hasta los más nuevos escáneres de la arteria temporal. Puedes utilizar cualquiera de estos dispositivos, pero un termómetro digital generalmente es todo lo que vas a necesitar.
Es más preciso utilizar un termómetro rectal para los bebés y niños pequeños. Si te sientes incómodo al hacerlo, utiliza otro dispositivo con el que te sientas más cómodo. En los niños mayores, la temperatura oral es más precisa, si el niño es capaz de tolerarla.
La fiebre en los niños no es motivo para perder la calma
Entonces, ¿qué es la fiebre?
Definimos la fiebre como el aumento de la temperatura corporal a más de 38,0 C ( 100.4 F). La temperatura corporal normal es de 37 C (98.6 F).
La temperatura corporal de cada persona varía a lo largo del día y puede variar según la edad, nivel de actividad y otros factores.
No debe ser motivo de alarma si la temperatura del hijo varía. El número clave para la fiebre es 38,0 C o sea 100.4 F.
Cuándo no hay que preocuparnos por la fiebre en los niños?
Hay que evitar preocuparse:
Fiebre de menos de cinco días: Si el comportamiento del hijo es relativamente normal.
no hay que preocuparse si el hijo sigue manteniendo el mismo comportamiento en cuanto sus juegos, además, come y bebe normalmente. (Él o ella puede parecer más cansado de lo habitual).
Temperaturas de hasta 39,0 C (102,5 f): Si el hijo tiene 3 meses a 3 años de edad, o hasta 39,4 C (103 F) si el niño es mayor.
Estas temperaturas pueden ser comunes, pero no necesariamente preocupante.
Fiebre de bajo grado: Si el bebé o niño ha sido inmunizado (vacunado) recientemente. Estos valores pueden ser normales si duran menos de 48 horas.
Cuándo acudir al médico
Ahora la pregunta importante: ¿Cuándo hay que preocuparnos por la fiebre en los niños? Es imperativo llamar al médico si:
Un bebé menor de 3 meses de edad tiene fiebre: La fiebre puede ser la única respuesta de su bebé a una enfermedad grave.
La fiebre del niño dura más de cinco días: Con toda seguridad hay que investigar más a fondo las causas subyacentes.
La fiebre del niño es mayor de 40 ° C ( 104 F).
La fiebre del hijo no baja con antipiréticos.
El niño no está actuando de forma normal: Tiene dificultad para despertar, o no está tomando suficientes líquidos.
Tanto los bebés como los niños mayores que no está eliminando la orina de forma idónea pueden deshidratarse peligrosamente.
El niño fue vacunado recientemente y tiene una temperatura superior a 38,8 C (102º F) o fiebre por más de 48 horas.
Estás preocupado: Si te sientes incómodo con la temperatura o la enfermedad de tu hijo, llama al médico para que lo evalúe y así salir de dudas.
Qué hacer si se produce una convulsión
Las convulsiones son un efecto secundario muy asustadizos de la fiebre en algunos niños.
Las convulsiones febriles ocurren entre un 2 a un 4 por ciento de todos los niños menores de 5 años.
No todas las convulsiones causan movimientos espasmódicos en el cuerpo.
Algunas convulsiones parecen provocar la perdida del conocimiento.
Si tu hijo presenta una convulsión
Colocar al niño de lado.
No tapar la boca del niño.
Llamar al servicio de emergencia si la convulsión dura más de cinco minutos.
Si la convulsión dura menos de cinco minutos, llame a su médico o busque atención médica inmediata.
¿Qué hacer con múltiples fiebres
Si el niño tiene episodios persistentes o múltiples de fiebre y un pediatra no puede entender la causa que los está causando, él o ella pueden remitir al niño a un especialista.
Un experto en enfermedades infecciosas pediátricas o reumatólogo pediátrico puede ser capaz de llegar al fondo de la cuestión.
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