Al menos en nuestro país no existe regulación en cuanto a entrenadores personales y “cualquiera” se puede colgar el título de EP con apenas unas horas de formación, o incluso solo con experiencia personal durante años en sí mismo (“es que tengo 20 años de experiencia entrenando”).
¿Es esto suficiente para ejercer eficiente y eficazmente como entrenador personal?
La respuesta es sencillamente NO, y te daré varias razones de peso.
LA FORMACIÓN:
Desde luego la formación es importante de cara a tener herramientas con las que poder desenvolverse con sus clientes, no solo a nivel técnico (anatomía, fisiología, biomecánica, planificación, etc…) sino también debe saber metodología, didáctica y algo de psicología.
Todo esto no es algo que se aprenda en un curso de fin de semana, sino requiere años de estudio y constancia para asentar unas bases sólidas y asimilar conceptos.
Las titulaciones bajo mi punto de vista resulta interesantes son:
Grado Ciencias de la Actividad Física y deporte (CAFD 4 años de carrera universitaria)
Técnico superior en Actividades Físico deportivas (TAFAD 2 años de FP Grado superior)
Certificación como entrenador personal por la EHFA y NSCA (son las más exigentes y reconocidas actualmente).
Lógicamente hay muchas más formaciones, pero considero que estas son las que mas información de calidad aportan.
Consejo: Solicita su formación académica.
LA EXPERIENCIA:
La Formación es la base, pero no te dejes impresionar únicamente por sus títulos académicos, verifica sus casos de éxito, ahí es donde demuestra que lo que dice funciona.
Evita a los que únicamente se valen de “sus años de experiencia en el gimnasio” además de no ser la mejor opción, puede que no sea lo que tú necesitas.
Consejo: Comprueba sus casos de éxito (que sean realistas)
PASIÓN:
En mi opinión, la pasión es uno de los puntos vitales para cualquier profesional que se precie. Con pasión todo es mucho más sencillo.
En el caso de un entrenador con pasión, trabajará contigo de manera individualizada (como se debe hacer) pondrá todo de su parte para que tú logres tu objetivo y además te aseguras que siempre estará actualizado (es lo más probable).
Cuando haces algo que te apasiona realmente, la percepción de trabajo y esfuerzo cambia radicalmente. Si alguna vez has hecho algo apasionante para ti, sabrás a lo que me refiero.
Consejo: si cuando entrenas con él no te presta atención y los entrenamientos son muy monótonos es probable que su pasión se le haya olvidado en casa
EL FÍSICO
Un buen físico complementa y ensalza lo anterior, pero no debe ser lo prioritario.
Hoy día más que nunca con las redes sociales, el postureo y el aparentar es lo que vende, pero esto no quiere decir que sea un buen referente a la hora de elegir entrenador personal (de hecho es bastante malo).
Las redes pueden ser engañosas y mostrarte una realidad distorsionada, crearte falsas expectativas y en muchos casos no te cuentan todo lo que hay detrás.
Una persona con grandes conocimientos suele tener un buen físico.
Una persona con buen físico no tiene por qué tener grandes conocimientos.
Lo que pretendo transmitirte es que “el tipo más fuerte del gym” no es el que más sabe necesariamente.
Consejo: si no sabes diferenciar “un machaca cazurro” de “un machaca formado” lo mejor que puedes hacer es estudiar también por tu cuenta, te será más fácil identificarlos.
ENTRENADOR PERSONAL QUE TE CAMBIA LA VIDA
Un entrenador no piensa en que su trabajo sea simplemente “hacer ejercicio” es algo más, amplifica el concepto.
Un buen entrenador, fomenta un cambio de estilo de vida y crea esa experiencia en cada sesión y cada contacto con su cliente.
Un buen entrenador trabaja con cada cliente codo con codo para animarle a vivir una experiencia plena.
Un buen entrenador aporta a su cliente tiempo de desconexión (“su momento kitkat”) le ayuda a disfrutar de cada ejercicio y a liberar el estrés diario.
Un buen entrenador aporta una experiencia integral, que va más allá de completar los ejercicios planificados con éxito el día de entrenamiento.
Durante el proceso, con frecuencia hay cosas que se pierden y al final esas cosas son las que marcan la diferencia
En el interior de cada entrenador debe haber un mentor, un coach, un amigo, un motivador, un generador de experiencias, un promotor de cambio de vida y un divulgador. Solo así se crea una experiencia integral con cada cliente.
Os recuerdo que disponeis del servicio Asesorías o de Entrenamiento presencial. Tan solo tenéis que escribirme a través del formulario de contacto
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