"Problemas hepáticos
En medicina oriental, existe la creencia de que todo proviene del hígado y de los riñones. La medicina occidental ha prestado atención sólo recientemente a estos órganos llamados silenciosos ya que sus trastornos suelen pasar desapercibidos durante mucho tiempo. Cuando los trastornos de esos órganos llegan a la etapa patológica, el tratamiento suele ser muy difícil a pesar del enfoque analítico de la enfermedad y de los equipos de alta tecnología. Por lo tanto habrá que emplear otros métodos no patológicos para limpiar de toxinas esos órganos.
La medicina oriental suele tener buenos resultados en los tratamientos de esos órganos. Los meridianos de la vesícula biliar y del hígado rigen y controlan toda la energía vital así como la resistencia a las enfermedades. El tratamiento de los meridianos de la vesícula biliar y del hígado suele ser una forma eficaz de restablecer el equilibrio general de la energía corporal. La herboristería china, la acupuntura y el shiatsu han ayudado a solucionar muchos problemas hepáticos, siempre que estos se hayan tratado antes de que fuera demasiado tarde. El tratamiento de esos dos meridianos normaliza los problemas de congestión, mala digestión, convulsiones musculares agudas, articulaciones rígidas, cansancio, insomnio y fatiga ocular.
té de limón (ver receta abajo)
Según la teoría de los meridianos, un trastorno hepático es señal de que hay que sedar o tonificar los meridianos del riñón y del intestino delgado para revitalizar el hígado. También indica un alto nivel de toxinas en la sangre y una mala circulación en los
meridianos de protector del corazón (pericardio) y triple calentador. La manipulación de las articulaciones puede aliviar la rigidez en las mismas, mejorar la circulación sanguínea y, en consecuencia, normalizar el funcionamiento del hígado. El tratamiento occidental, que básicamente consiste en descanso absoluto y reducción la mínimo de la ingesta de calorías, no es tan eficaz como el shiatsu general en todo el cuerpo y la manipulación de las articulaciones.
los alcauciles o alcachofas también ayudan a limpiar el hígado
Cálculos biliares
La bilis producida por el hígado se almacena en la vesícula biliar hasta su secreción al duodeno.
ejemplo de cálculos biliares en el hígado
Los cálculos son pequeñas bolas de bilis endurecida que se forman por culpa de unas reacciones químicas anormales. Mientras permanecen en la vesícula no producen dolores. Pero cuando se trasladan por los conductos que llevan al duodeno, irritan las paredes de dichos tubos causando dolores en la parte derecha de la caja torásica y la región del plexo solar. A veces, el dolor puede llegar hasta el hombro o provocar congestión o problemas estomacales. Los dolores o convulsiones en la vesícula no siempre son señales de cálculos, y por ello hay que proceder a un examen exhaustivo del paciente para determinar cuál es el verdadero problema. Mientras los cálculos son pequeños, puede que no causen dolor aunque sí pueden provocar ictericia o inflamaciones del hígado o de la vesícula.
Los puntos a examinar para los cálculos son las extremidades superiores de la octava, novena y décima vértebras torácicas, la cara derecha de la onceava y el lado derecho del músculo psoas (puedes realizar estiramientos de este músculo para elongarlo y así evitar inflamación o atrofia del mismo - nota del blog -).
músculo psoas
estiramiento para mejorar del músculo psoas
Los puntos del hígado y de la vesícula biliar sirven tanto para el diagnóstico como para el tratamiento.
Cuando los cálculos se trasladan a la vesícula irritando sus paredes, ésta se contrae provocando un fuerte dolor. Al administrar shiatsu, se relajan los músculos afectados sosteniendo la zona para que el cálculo pueda avanzar (...). Los calambres en la vesícula, ya sean debidos a la tensión nerviosa o a un trastorno emocional, pueden tratarse administrando un shiatsu de sostén a toda la región de la vesícula. Los meridianos del estómago y del bazo también pueden verse afectados en los casos de cálculos a causa de un estancamiento de la bilis u otros jugos gástricos (...)".
continuará...
del libro Shiatsu Zen de Shizuto Masunaga y Wataru Ohashi
receta del té de limón:
1°- tomas un limón entero y lo lavas muy bien con bicarbonato de sodio (lo mojas primero y lo frotas con el polvo del bicarbonato para despegarle los residuos de pesticidas que pueda traer, y lo enjuagas)
2°- lo cortas en ocho pedazos, sin pelarlo.
3°- lo colocas en un tres cuartos de litro de agua y lo pones a hervir todo junto.
4°- una vez que hierve, lo dejas en ebullición durante cinco minutos.
5°- lo retiras del fuego y dejas reposar veinte minutos.
6°- lo cuelas y bebes el líquido tibio, sin endulzar, una hora antes de cada comida. Aproximadamente te quedarán algo más de dos tazas de té. Si quieres y consigues limones bien jugosos y grandes, lo puedes preparar con un litro de agua (cuatro tazas). Puedes refrigerar lo que no usas y calentarlo al momento de beber. Aconsejo beberlo en el día en que fue preparado. Es excelente para limpiar el hígado y la vesícula!
Comparte esta nota con quienes consideres oportuno y no dudes en consultarme por éste y otros temas que con gusto te responderé a la brevedad posible. Puedes dejar tus comentarios si gustas al pie del presente artículo.
Saludos cordiales,
Mariel Alabarcez - Terapeuta Zen Shiatsu -
CABA. Argentina