Leer artículo “Ser un héroe, una actitud ante la vida”
Hoy vuelve de nuevo a pasarse por el blog para hablarnos del viaje del héroe, un viaje hacia la mejor versión de nosotros mismos.
El viaje del héroe es un Arquetipo, es decir, un Modelo, que sirve de ejemplo práctico para aplicar a nuestra vida cotidiana.
Este Modelo se presenta constantemente en nuestra Historia como Humanidad, hoy, hace mil años, dos mil, cinco mil, y en cualquiera de nuestra culturas occidentales, o también en las culturas de Oriente, de África, de la América Precolombina o de los pueblos de la América del Norte.
Joseph Campbell, profesor, investigador y gran especialista en Mitología, nos enseñó que el Arquetipo, al igual que el Mito, nos vincula a todos los Seres Humanos, superando cualquier límite de tiempo y espacio, porque está siempre vivo y presente en nuestra Psique Individual y Colectiva.
El Arquetipo nace precisamente, de una vivencia que se repite una y otra vez, sin variaciones en su esencia, de tal manera que cristaliza en una experiencia ejemplar, o sea, en un Modelo para seguir e imitar en nuestra vida cotidiana.
Carl Gustav Jung, el innovador psicólogo suizo, quien fue el gran divulgador del concepto y aplicación del Arquetipo, enseñó que éste es subyacente, es decir, que está en el origen de todas las formas a través de las cuales se manifiesta en nuestra vida.
Todos los Arquetipos nacen y se manifiestas desde nuestro Universo Psicológico Común como Humanidad, que Carl Jung llamó Inconsciente Colectivo.
“Los Arquetipos son experiencias compartidas por los seres humanos en todas las épocas y culturas, que recogen una sabiduría común a toda la humanidad.
Estas experiencias se organizan en campos comunes dentro del inconsciente colectivo; aparecen en forma de personajes en los mitos y cuentos de hadas de todos los pueblos, dando voz al inconsciente colectivo.
No pueden comprenderse directamente por análisis intelectual, pues el intelecto no puede contenerlos ni alcanzar las profundidades de sus múltiples significados, sólo podemos sentirlos cuando se llenan de contenido individual.”
Uno de los Arquetipos más conocidos, fruto de una desafiante experiencia de autosuperación vivida desde hace miles de años, es el Viaje o Camino del Héroe:
El Arquetipo del Héroe se ha manifestado desde hace miles de años en todas las culturas, tal y como recogen las diferentes Mitologías, y aún hoy en día sigue formando parte de nuestra vida a través de la literatura, el cómic y el cine, y un gran ejemplo de ello son los superhéroes.
Joseph Campbell fue también el autor de dos best sellers, “El héroe de las mil caras” y “El poder del mito,” y en ambas obras explica claramente el valor y la utilidad práctica del Mito:
“El mito te ayuda a poner tu mente en contacto con la experiencia de estar vivo. Te dice qué es estar vivo.”
“Los mitos son vehículos de mensajes válidos para toda la vida.”
“Los mitos inspiran la realización de la posibilidad de tu perfección, la plenitud de tu fuerza y el aporte de luz solar en el mundo.”
“Ver la vida como un poema, y a ti participando de ese poema; eso es lo que el mito hace por ti.”
El Camino del Héroe, como Arquetipo o Patrón de Autosuperación, es una potente herramienta para el Desarrollo Personal, atemporal y de probada eficacia, así como un valioso recurso presente en nuestra memoria colectiva como Humanidad, al cual podemos recurrir para extraer útiles y poderosas lecciones para poner en práctica en nuestra vida cotidiana.
Existen al menos 4 modelos diferentes que desarrollan el Arquetipo, y el más utilizado es el propuesto originalmente por el ejecutivo de la Walt Disney Company Christopher Vogler, como argumento para la redacción de guiones para la literatura y el cine basados en el Viaje o Camino del Héroe.
Este guión se compone de 12 Pasos, que comienzan en el Mundo Ordinario -o Zona de Confort y/o Seguridad, tal y como se la conoce en Psicología- hasta el regreso -transformado- a la vida cotidiana de cada día:
Llegados a este punto, y una vez vistos los 12 pasos del arquetipo del Camino del Camino del Héroe, hay tres preguntas que te invito a responderte para saber cómo estás viviendo tu aventura heroica. Son las siguientes:
1ª) ¿Sientes que en estos momentos estás recorriendo tu propio Camino del Héroe?
2ª) ¿En qué Paso del Camino crees que te encuentras?
3ª) Imagina a tu Yo del futuro; él ha llegado al final del Camino… Dirígete a él y pregúntale: ¿Qué mensaje tienes para mí?
Si estás en el camino, recuerda aquellas inmortales palabras del poeta Antonio Machado:
“Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.”
Porque lo más importante al recorrer del Camino del Héroe, como cualquier otro camino de crecimiento y realización personal es disfrutar de éste, de cada paso que des, de cada experiencia que vivas; pues si bien la meta es importante para marcar un rumbo y enfocar nuestra mente y nuestros esfuerzos, si no disfrutas del camino, ten por seguro que tampoco te alegrarás cuando al fin vislumbres tu ansiada meta.
Y sobre todo ello, con pluma inspirada, nos escribe el poeta griego Konstantinos Kavafis, en un poema que retrata con maestría jamás igualada, la gran aventura del viaje del Héroe… Se titula Ítaca:
“Cuando emprendas tu viaje hacia Ítaca
debes rogar que el viaje sea largo,
lleno de peripecias, lleno de experiencias.
No has de temer ni a los lestrigones ni a los cíclopes,
ni la cólera del airado Poseidón.
Nunca tales monstruos hallarás en tu ruta
si tu pensamiento es elevado, si una exquisita
emoción penetra en tu alma y en tu cuerpo.
Los lestrigones y los cíclopes
y el feroz Poseidón no podrán encontrarte
si tú no los llevas ya dentro, en tu alma,
si tu alma no los conjura ante ti.
Debes rogar que el viaje sea largo,
que sean muchos los días de verano;
que te vean arribar con gozo, alegremente,
a puertos que tú antes ignorabas.
Que puedas detenerte en los mercados de Fenicia,
y comprar unas bellas mercancías:
madreperlas, coral, ébano, y ámbar,
y perfumes placenteros de mil clases.
Acude a muchas ciudades del Egipto
para aprender, y aprender de quienes saben.
Conserva siempre en tu alma la idea de Ítaca:
llegar allí, he aquí tu destino.
Más no hagas con prisas tu camino;
mejor será que dure muchos años,
y que llegues, ya viejo, a la pequeña isla,
rico de cuanto habrás ganado en el camino.
No has de esperar que Ítaca te enriquezca:
Ítaca te ha concedido ya un hermoso viaje.
Sin ella, jamás habrías partido;
más no tiene otra cosa que ofrecerte.
Y si la encuentras pobre, Ítaca no te ha engañado.
Y siendo ya tan viejo, con tanta experiencia,
sin duda sabrás ya qué significan las Ítacas.”
El Viaje o Camino del Héroe es, en definitiva, y expresado en forma de metáfora, como entrar en una profunda mina de carbón, y salir por el otro lado con las manos llenas de diamantes, ¿cómo lo ves?
Adelante viajero en busca de ti mismo, de tu autenticidad, de tu mejor versión; ¡pon tu mayor empeño, no te rindas ante ningún obstáculo!, y ten por seguro que si bien el esfuerzo para llegar a la meta demandará que des lo mejor de ti, sin ninguna duda, la recompensa valdrá la pena.
Manuel Marques Robles
Coach para el Camino del Héroe, miembro de la AIDCP
http://encaminodelheroe.blogspot.com.es/
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-Miriam
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