Esta académica, ejerce como profesora en la Universidad de Toronto, en Canadá. En su trabajo como psicoterapeuta, Burstow sostiene que ayudó a cientos de pacientes que tenían tendencias suicidas extremadamente fuertes. Sin embargo, ella sostiene que el tratamiento psiquiátrico convencional no es lo que ayudaba a estos pacientes, y así nace un polémico movimiento antipsiquiatría que se ha expandido por el mundo.
Contra las enfermedades mentales
Los antipsiquiatras son un movimiento de sobrevivientes de la psiquiatría y profesionales que indican que la psiquiatría debería ser abolida. La beca Burstow busca avanzar en el reconocimiento de los efectos negativos de la psiquiatría en los pacientes.
Al detenernos en los postulados de la psiquiatría, encontramos que los desórdenes mentales como la esquizofrenia, la bipolaridad o la depresión son entendidos por los psiquiatras como anormalidades biológicas que se originan en desbalances químicos. Eso, al sumarse a factores psicológicos y sociales específicos, generan la enfermedad mental.
Sin embargo, los antipsiquiatras sostienen que en realidad, lo que hay son formas humanas de experimentar la realidad. Lo que hacen los psiquiatras, sostiene Burstow, es asegurarse una clientela constante al considerar que la gente con este tipo de trastornos no es “normal”, y en su necesidad de encajar es que se termina convirtiendo en verdadero problema.
El movimiento antipsiquiatría sostiene que la mayoría de los psiquiatras medica de forma excesiva a los pacientes, una forma de mantenerlos siempre en el círculo vicioso de los fármacos para mantenerse dentro de la norma. Burstow ha declarado que la psiquiatría aduce que determinadas cuestiones son biológicas, cuando en realidad no lo son desde su perspectiva. Al hablar de “salud mental”, estamos advirtiendo que las cosas que pensamos y la forma en la que entendemos la realidad se desprende de una enfermedad cuando hay esquizofrenia o depresión, y en realidad no es así.
Terapias conversacionales
La doctora Burstow apunta a tratamientos diferentes para los trastornos y complicaciones que los psiquiatras llaman enfermedades mentales. Busca caminos diferentes que permitan ayudar a través de la conversación y evitando las drogas una manera de acercarse a la raíz del problema, exteriorizarlo y así poder tratarlo.
Si bien la psicoterapia no rechaza de plano los medicamentos, si les da un rol mucho menor a la hora de tratar de plano los problemas. Se trata de buscar una solución que no termine teniendo efectos secundarios tan graves como ciertos medicamentos para la psiquis. Por supuesto que hay un camino extenso por recorrer de cara a obtener los mejores resultados. Pero lo cierto es que a través de la psicoterapia es posible que las drogas que afectan la psiquis sean utilizadas en mucha menor medida y así ayudar a los pacientes a tener un mejor control de sus propias habilidades psíquicas mientras enfrentan los desórdenes mentales.