Es muy fácil distinguir la secreción normal del flujo acuoso asociado al embarazo; el factor primario que les diferencia, es el momento en que ocurren. La descarga durante las primeras instancias del embarazo no difieren mucho de la secreción normal de medio ciclo. La mayor parte del tiempo, es claro o blanquecino, tiene una consistencia acuosa y resbaladiza, y tiene un suave olor almizclado.
A diferencia de la descarga acuosa normal que ocurre a mitad del ciclo, cuando estás ovulando, la descarga relacionada con el embarazo ocurre justo antes de que tu período se supone deba comenzar, y puede también continuar unos días después de esa expectativa. La mayoría de las veces, la ausencia de menstruación habla por sí misma, pero finalmente, ¿es el flujo acuoso un síntoma de embarazo o no?
Lo primero que debes hacer es calcular tu período de ovulación. Anota cuándo debe comenzar tu próximo período y cuenta de 12 a 14 días atrás. Si el momento en que has experimentado por primera vez el flujo acuoso corresponde a su período de ovulación, lo más probable es que no esté embarazada. Pero si no, es necesario identificar otros síntomas del embarazo.
Si está embarazada, el flujo acuoso no será el único síntoma, tu cuerpo te dará otras señales como sensibilidad en los senos, micción frecuente, náuseas con o sin vómitos, fatiga y aversiones o antojos de alimentos; otra señal de embarazo es la hemorragia de implantación, que suele ocurrir de 6 a 12 días después de la concepción.
Por tanto, la presencia de flujo acuoso en el momento en el que se supone debería aparecer tu periodo es un síntoma de embarazo; sin embargo, no se puede determinar efectivamente si estás en estado gravidez basándote en ese sólo indicio. Otras señales te confirmaran si estás o no embarazada.
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