Por todos es sabido que todo, o casi todo, evoluciona. La fisioterapia no va a ser menos. En la universidad estudiamos ciertas cosas, llámalas metodologías, conceptos, formas, protocolos, técnicas, procedimientos, lo que quieras. Dependiendo de la universidad en la que estudiaras, esto difería mucho, o no tanto.
Ahora tendemos a decir que lo que aprendimos en la universidad no valía para nada, que fue una pérdida de tiempo, que nuestros profesores no tenían ni idea y, a muchos de ellos se les llama incluso dinosaurios. No voy a mentir, yo he dicho esto más de dos veces en mi vida (a excepción de lo de dinosaurios). Sin embargo, soy de los que piensan que todo, absolutamente todo vale, de una u otra manera, de todo se saca algo positivo.
Bajo mi punto de vista, el problema radica en que así como muchos profesores se relajan, nosotros hacemos lo mismo y aquí es donde comenzamos a ser fisioterapeutas programados.
Sí, a veces aprendemos algo y lo ponemos en práctica de la misma manera y para todos los casos. Este es el momento en el que nos convertimos en fisioterapeutas programados o, lo que perfectamente podríamos llamar técnicos.
Podríamos decir que este tipo de fisioterapeutas son como las lavadoras, tienen un programa de lavado, centrifugado y secado, siendo algo mejor si la lavadora es de última generación.
Perfectamente podrías decir macho, te gusta definir a los demás y ponerles etiquetas, qué pasa que tú eres perfecto. Es momento de sincerarme, estoy en terapia, estoy intentando desprogramarme, pero es duro, lleva mucho tiempo y, a veces, dinero. Sí, lo admito, soy uno de esos fisios a los que le enseñaron recetas y como no encontrada el ingrediente buscado…llegaba el plato soso (mal resultado en el tratamiento) y tras él la frustración (de la que ya te hablé en El fisioterapeuta frustrado).
Cuando hablo de estar programado, no hablo sólo de fisios obsoletos, un fisio actual (uno de esos que tienen/tenemos en la boca la palabra evidencia) también puede estar programado, porque quizás use herramientas de tratamiento que la evidencia científica mostraba efectivas, pero que a día de hoy se muestran menos efectivas que tratamientos nuevos. Cualquiera diría que estar programado es un problema y se puede tomar como tal, pero vamos a buscar el lado positivo. Tener programas, a veces funciona. Paciente con tendinopatía aquílea que se nos presenta en la clínica y me acuerdo de uno de esos artículos del blog del tío este (yo mismo), que decía que los excéntricos y estiramientos suelen ir bien para esta lesión. Sigues el protocolo recomendado y el paciente se recupera en un tiempo aceptable. Lavar la ropa a 40 grados y luego utilizar el secado, te ha dejado la camisa de lujo.
Nuevo paciente, de nuevo tendinopatía aquílea, pero ahora el dolor es un poco diferente, es más abajo de lo que estás acostumbrado a ver, es una tendinopatía un poco diferente. De cualquier manera, sigue siendo una tendinopatía del tendón de Aquiles, así que apliquemos el mismo programa, el protocolo de los excéntricos y estiramientos, el lavado a 40 grados y secado. La camisa esta vez te sale regular tirando para un desastre. Te perdiste el artículo de la tendinopatía aquílea insercional del blog, había que modificar el protocolo, había que lavar la camisa a 30 grados. De cualquier manera, ya te adelanto que la camisa de la que hablamos (la tendinopatía insercional) es una de las complicadas, casi siempre quedan arrugas después del lavado y planchado.
Luego tenemos otros programas que no, que no hay por dónde cogerlos. Del tipo reposo y mantita eléctrica para un dolor lumbar inespecífico o masaje con “foam roller” para un síndrome de la cintilla iliotibial. Estos son los programas que estropean la camisa sí o sí.
Tener programas no es un problema, pero hay que tener actualizaciones a dichos programas y que estos sean flexibles. Es tener en mente las guías de tratamiento para las lesiones, pero teniendo en mente que hay matices en cada persona y estudios científicos nuevos publicados diariamente. Es tener las herramientas suficientes para saber actuar si la cosa no va como se supone que debería ir.
Si eres uno de los programados desde hace 10 años, hay que ir tratando de comprar una lavadora nueva, porque a llovido mucho desde entonces y la fisioterapia no es lo que era. A mí me programaron hace algo más de 10 años y todavía estoy en tratamiento de desprogramación, te invito a que te unas. Siempre hay algo en todo programa que se puede aprovechar, sólo hay que tener interés, actualizar ciertas cosas y cambiar otras. DESPROGRÁMATE, te hará sentirte mejor y los pacientes lo agradecerán.
MI NOMBRE ES JORGE Y ESTOY PROGRAMADO. Espero poder dejar de estarlo algún día, como otros compañeros ya lo hicieron.
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