En aquel post compartí mi frustración por no saber si el SOP es causa o consecuencia de los kilos de más, y por no haber encontrado cuando lo necesitaba un profesional de la salud que me ayudara adecuadamente a curar la causa – ya que mi ginecólogo de entonces me mandó a Weight Watchers y me pidió que volviera cuando hubiera perdido 10 kilos (como si fuera tan fácil).
A esta altura de mi vida he avanzando en mi aprendizaje sobre como cuidar de mí misma, y compruebo cada día que el mejor autocuidado es el integral, el que nos hace sentir como Divas, Reinas y Diosas, es decir a nivel de cuerpo, mente y alma/energía. Por eso como me quedé corta en consejos en el post anterior, me gustaría ahora completar lo que tengo para decir sobre el SOP con ideas concretas para tratarnos en caso de SOP.
Trata el SOP como una Diva
Beauty sleep: Dormir es necesario para que el cuerpo se regenere. Domir bien, las horas que tu cuerpo necesita, es salud. Si no sabes por donde empezar para darle a tu cuerpito el mejor cuidado de Diva, comienza por alejarte de las pantallas a una hora temprana, haz de tu cama un nidito de relax, huele lavanda y acuéstate con un buen libro. Una buena señal para saber si has descansado lo suficiente, es despertar a la mañana siguiente antes de que suene el despertador. Cuanto más seguido hagas esto, mejor te sentirás, ¡pruébalo!
Mover el cuerpito: Caminar, bailar, hacer yoga, lo que más te guste. Cada día una horita de ejercicio suave el cuerpo lo agradece. No importa si no puedes, o te aburre, completar una hora: repártelo en recreos de 10 minutos, todo suma. Una vez leí que si los beneficios del ejercicio se pudieran envasar en una píldora, sería el medicamento mejor vendido. El ejercicio es salud, y además te pone de buen humor.
Comida de calidad: Uno de los síntomas usualmente relacionados con SOP es la resistencia a la insulina, es decir que lo que comes hace subir tu nivel de glucosa en sangre, y tu cuerpo necesita generar más insulina de lo normal para bajarlo. Hay comidas con alto índice glucémico (pan blanco por ejemplo) y otras comidas con índice glucémico más bajo (pan integral, pero el de verdad, bien denso y oscuro). La diferencia es que cuando comes algo con alto índice glucémico el nivel de glucosa en sangre se dispara rápidamente, mientras que cuanto más bajo sea el índice glucémico, el nivel de glucosa va aumentando más lentamente. Sientes la diferencia cuando al rato de comer harinas blancas/azúcares refinadas te da cansancio, somnolencia, y ganas de comer de nuevo, mientras que las comidas más naturales y más “integrales” o “completas” te hacen sentir mejor y saciada por más tiempo. En conclusión: trátate como una Diva comiendo más verduras, frutas, semillas, legumbres y comida hecha en casa con amor – y menos productos industrializados.
Hidratarte bien: Si riegas tus plantas con agua, y das agua de beber a tus mascotas… ¿cómo no darle también agua a tu cuerpito? De acuerdo al Journal of Biological Chemistry, el cerebro y el corazón están compuestos por 73% agua, los pulmones son 83% agua. La piel contiene 64% agua, mientras que los músculos y los riñones son agua en un 79%, y hasta nuestros huesos contienen agua: 31%. Nuestro cuerpito necesita toda la ayuda posible para sanar, por eso qué mejor que ayudarlo dándole más de lo bueno. Sentirás la diferencia: orinarás más seguido, de color más claro y con menos olor.
Guapa ya: Los síntomas de SOP no son pretty, con el abdomen hinchado y los pelos en la barbilla. Puede ser que no te guste lo que a primera vista te devuelve el espejo pero ¿sabes qué? no tiene ningún sentido dejarte estar y pensar en la ropa que te vas a comprar “cuando estés flaca”. La vida es hoy y mereces sentirte a gusto hoy. Hay muchas marcas con ropa divina para talles grandes, y cada vez más se considera sexy ser curvy. ¡Ponte guapa! Un subidón de autoestima siempre viene bien. También puedes regalarte baños de immersión, cremas y lociones que mimen tus sentidos, así le das un mensaje a tu cuerpito: que es importante, y que lo vas a cuidar cada día con más cariño.
Trata el SOP como una Reina
Defende tus derechos: Algo que personalmente me enoja con respecto al SOP es cuando l@s ginecólog@s te recetan la píldora anticonceptiva para regularizar el ciclo menstrual. Eso es simplemente tapar los síntomas. Creo que las mujeres tenemos derecho a un ciclo menstrual natural, y cuando nos falta tenemos derecho a análisis y tratamientos para buscar resolver el problema, en vez de simplemente esconder lo síntomas. No digo que vayas con pancartas de protesta a la consulta médica, pero si notas que te recetan anticonceptivos cuando no es lo que quieres, puedes con mucha cortesía mencionarle a tu médic@ que te gustaría tener un ciclo menstrual natural y regular, y preguntarle cuáles son tus opciones.
Pide una segunda opinión: Si no te convence la respuesta de tu médic@, no te rindas y consulta a otr@. Continúa hasta que encuentres un profesional de la salud que te escuche y respete tus opiniones, que sientas está de tu lado para formar un equipo con un objetivo común: tratar tu SOP.
Investiga: Hoy en día hay más información disponible de la que yo encontré en su momento hace 15 años. Y l@s médic@s estan más acostumbrados a que sus pacientes se hayan documentado y hagan preguntas informadas. Lee lo más que puedas antes de ir a la consulta médica y conversa con tu doctor/a, planteando todas tus dudas.
Implementa: Cuando investigues te encontrarás con muchos consejos, como los de este post y otros incluso más específicos. Usa tu sentido común para elegir cuáles vale la pena implementar, y si tienes alguna duda consulta con tu médic@. Por ejemplo si lees que lo suplementos de cúrcuma son beneficiosos para tratar el SOP puedes preguntar a tu médic@ si considera que tales suplementos naturales tienen alguna contraindicación. Si tu médico no se opone, ¡entonces pon el práctica estos consejos! Investigar es fácil, sólo se trata de leer, el cambio solamente ocurre cuando lo pones en práctica. Solamente sabrás si te funciona o no cuando lo pruebes.
Trata el SOP como una Diosa
Divinidad Femenina: Dicen que hace miles de años las mujeres éramos consideradas seres sagrados, por nuestra capacidad de crear vida. Hasta que los hombres se dieron cuenta de que también contribuían al proceso, y nos bajaron del pedestal. Pero si te lo pones a pensar, hay algo de divinidad en la energía creadora de nuestro aparato reproductor. Aunque no quieras tener hijos, nuestras “partes femeninas” son fuente de energía creadora, de vida o de proyectos que deseamos concretar. Cuando vivimos con SOP es natural ver a nuestros ovarios como la fuente de un problema, así nos olvidamos de apreciar la maravilla de nuestro cuerpo. Para reconectar con nuestra feminidad sagrada recomiendo la “Worldwide Womb Blessing Attunement” o Sintonización Mundial de la Bendición del Utero. Es una meditación mundial que miles de mujeres hacen al mismo tiempo cinco veces al año. Te registras en el website, eliges a qué hora seguirás la meditación, y te llega un enlace a audios para oír ese día a esa hora. Simplemente eso, desde la comodidad de tu hogar sin tener que disfrazarte con túnicas y coronas de flores – a menos que lo tuyo sea túnicas y coronas de flores, si es el caso ¡adelante! prueba la experiencia como más te guste. Pero pruébalo, lo recomiendo de corazón como un buen punto de partida para reconciliarnos con nuestro cuerpo y envíar energía amorosa a nuestro centro femenino. Un primer paso para abrirnos a la posibilidad de sanar.
Sincroniza con la luna: Las mujeres somos cíclicas por naturaleza, y cambiamos con las cuatro fases de nuestro ciclo: folicular, ovulatoria, luteal y menstrual – o fases dinámica, expresiva, creativa y reflexiva como Minda Gray las llama en su libro Momentos Optimos de la Mujer.
Cuando vivimos con SOP, nuestro ciclo menstrual está alterado y no podemos identificarnos con estas fases. Algo que a mí me ha ayudado personalmente es seguir las fases de la luna. Vivir en una ciudad con luz artificial nos hace desconectar de la cambiante luminosidad de la luna, por eso uso un calendario lunar para recordarme prestar atención a la fases lunares. Cuando es luna nueva intento quedarme en casa, mimarme, pasar tiempo en soledad – mientras que las actividades sociales y de celebración las intento agendar con la luna llena. Que tradicionalmente las fases impactaran la vida de la gente de esta manera no tiene nada de esotérico: en la antiguedad durante la luna nueva estaba oscuro y salir de la cueva era peligroso, mientras que con la luna llena daban mas ganas de fiestear por la noche. Viviendo con SOP al no tener un ciclo regular, alinear con el ciclo de la luna es un buen punto de partida. Una forma simple de comenzar a sincronizar es reservar tiempo en soledad para conectar con nuestra intuición y descansar más durante la luna nueva, hacer planes e iniciar nuevos proyectos con la luna creciente, celebrar y socializar con la luna llena, y ordenar los cajones, sacar conclusiones y tirar lo que ya no te sirve durante la luna menguante.
Ley de atracción: ¿Alguna vez escuchaste que lo similar atrae a lo similar? sentirnos positivas y esperanzadas, demostrar amor y compasión hacia nuestro cuerpo, sólo puede atraer cosas buenas. Viviendo con SOP queremos recuperar un ciclo regular, por eso la idea de alinear con el ciclo lunar para atraer ciclicidad a nuestra vida. Queremos sanar, por eso las ideas de beber agua, hacer ejercicio y comer bien – que nos hacen sentir sanas y atraen más salud y bienestar. Y cualquier otra idea que se te ocurra que te haga sentir cíclica y sana, ¡adelante!
¿Alguna vez escuchaste que “lo que resistes, persiste”? Carl Jung lo dijo. En vez de protestar contra el SOP y quejarte de esta condición, acéptala, pregúntate cuál lección puedes aprender de esta circunstancia, y sigue adelante con todas las ideas a implementar. Dicen que las cosas no nos pasan “a” nosotras, sino que pasan “para” nosotras, para nuestro crecimiento y evolución.
Terapias alternativas: Usando el sentido común y consultando a tu médic@ ante cualquier duda, vale la pena experimentar con terapias alternativas. No somos todas iguales, y no todo nos funciona (o nos gusta) a todas. La medicina tradicional oriental cree que nuestro cuerpo tiene meridianos energéticos, y eso es muy de Diosa, pero si bien los masajes de shiatsu me encantan, la acupuntura me desagradó. Algo que personalmente me resultó fue el Ayurveda: durante una semana me sometí a un Panchakarma o detox, y al día siguiente de terminarlo me hice análisis para mi tratamiento de fertilidad, y la ginecóloga me dijo que los resultados fueron “bellísimos”, enseguida comencé el tratamiento de in vitro que resultó en mi Pitufo Tobías. Hice varias vueltas de in vitro antes, e incluso después y fue la única que resultó. ¿Coincidencia? Tal vez. De todas maneras compartir mi experiencia con el Ayurveda merece otro post. Hay muchísimas terapias alternativas para experimentar, siempre usando el sentido común puedes permitirte probar. ¡Y comparte en los comentarios lo que te funcione!
En conclusión, quise compartir contigo el enfoque que uso cuando quiero cambiar algo en mi vida: echar toda la carne al asador, como decimos en Argentina, y abordar la cuestión de manera holística, en cuerpo, mente y energía, o como Diva, Reina y Diosa.
Espero haberte animado a seguir adelante viviendo con el desafío del SOP, y nunca te des por vencida: los desafíos son grandes oportunidades encubiertas.
Me encanta que me dejes comentarios y que me escribas a lola.lemans@gmail.com. Te prometo que leo todos los emails, y aunque a veces tardo en responder espero que por favor no dejes de escribirme.