En la entrega anterior hablamos acerca de uno de los movimientos de la cadera que suele ser subvalorado, la rotación interna. Además, abordamos brevemente su anatomía, funcionalidad y su implicancia en las compensaciones del movimiento en caso de que se encontrara disfuncional.
Por lo general, un mínimo de 35 grados se considera suficiente para la mayoría de las personas. Sin embargo, en aquellas personas que realizan determinados deportes donde este rango tiene mayor implicancia(golf, levantamiento de pesas, vóley, runnig, etc) se busca un mínimo de 40-45 grados.
La evaluación para poder saber cuál es nuestra amplitud puede llevarse a cabo de diferentes maneras. En ambas, la articulación debe analizarse en dos posturas, ya que distintas estructuras pueden limitar el rango de movimiento dependiendo si la cadera está extendida o flexionada. La idea es comprobar ambos lados y ver cual sentimos más restringido.
Siéntese de forma erguida en el borde de una mesa o un cajón para que los pies estén colgando, con la rodilla y la cadera flexionadas a 90º.
Mantenga las rodillas quietas mientras intenta separar sus tobillos.
Recuéstese boca arriba con las piernas estiradas y gire girar hacia adentro cada pie -de a uno por vez- sin doblar su rodilla. Esta prueba puede ser, quizás, un poco menos sensible que la anterior. De todos modos es buena porque coloca a la cadera y a la rodilla en una posición más funcional. La correcta rotación también debería ser igual o superior a los 45º.
Artículo redactado por Kine Box para Revista 21-15-9
Fuentes
Physical Examination of the Spine and Extremities 7ºed. 2013 Stanley Hoppenfeld
KineBox es una institución conformada por un grupo de Kinesiólogos dedicados a la evaluación de patrones básicos de movimiento, la prevención de lesiones y la identificación de factores de riesgo de lesión.
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