¿Qué es la disfunción sexual psicológica?
Para saber si se padece una impotencia o disfunción sexual psicológica es importante haber descartado causas físicas primero. Cuando físicamente se está bien pero no se es capaz de tener o mantener una erección lo más probable es que se sufra una impotencia sexual psicológica.Tener lo que coloquialmente se llama “gatillazo” de forma aislada no es un problema. Es normal. Es habitual que ante causas físicas y/o psicológicas puntualmente aparezcan problemas de erección. Estar muy cansado, agobiado por problemas y otras causas comunes pueden producir problemas puntuales de disfunción sexual.
Si la impotencia se presenta de forma continuada o si se produce de forma habitual es cuando puede tratarse de un trastorno sexual que necesite tratamiento.
Causas de la disfunción eréctil psicológica
Existen muchas causas psicológicas por las cuales se puede sufrir disfunción sexual.Entre las principales destacan:
Estrés
A veces se padecen altos niveles de estrés y en ocasiones este estrés es constante. Unas veces es por motivos laborales. Otras por cuestiones familiares. En ocasiones por conflictos emocionales no resueltos. El hecho es que el estrés consume mucha energía. Esto provoca cambios no sólo a nivel psicológico sino también físico.El no poder conectar con el aquí y el ahora imposibilita la reacción física necesaria para poder mantener relaciones sexuales no disfuncionales.
Problemas de pareja
Cuando en la pareja aparecen conflictos o existen dificultades a la hora de afrontarlos es común que aparezcan problemas en las relaciones sexuales. Uno de estos problemas sería la disfunción sexual.En este caso la impotencia sexual se convierte a su vez en un problema que afecta a la pareja. Es decir, se retroalimenta la frustración y malestar perpetuando el problema.
Temor a enfermedades de transmisión sexual o embarazos no deseados
Si el temor es elevado impide la concentración necesaria para mantener relaciones sexuales exitosas. La preocupación constante por la posibilidad de tener una enfermedad de transmisión sexual o provocar un embarazo no deseado puede convertirse en una obsesión. Este tipo de pensamientos obsesivos negativos favorece la disfunción sexual psicológica.Confusión en la orientación sexual
Cuando existe confusión en la preferencia sexual o una orientación sexual inconsciente distinta a la que se tiene aparece el conflicto psicológico. A veces la impotencia sexual es una señal de este conflicto.Ansiedad anticipatoria
En ocasiones de forma puntual, por problemas casuales aparecen disfunciones sexuales aisladas. Pero puede aparecer el miedo a que se vuelvan a producir. Esta preocupación anticipatoria provoca una nueva disfunción que aumenta de nuevo la ansiedad. Este ciclo es el que perpetúa la impotencia sexual psicológica.Tratamiento de la Impotencia psicológica
Ante una disfunción sexual el primer paso es descartar un problema físico. Existen varias causas fisiológicas y/u hormonales que pueden causar impotencia sexual. Ante la ausencia de problemas físicos es cuando se debe plantear el tratamiento psicológico.
A través de la terapia psicológica se comprende mejor el origen del problema lo que facilita llegar a la solución más acertada a cada situación. Desde Psico3, en nuestra consulta en Chamberí, te ayudamos a encontrar la salida a tu problema.
Si la causa de la impotencia es la ansiedad, a través de técnicas de relajación, control del pensamiento y otras herramientas se logran buenos resultados.
En ocasiones detrás de la impotencia sexual subyacen otros trastornos psicológicos. Por ejemplo una depresión o un trastorno obsesivo. Es necesario solucionar primero estos trastornos que conllevan la disfunción. Así se lograrán mejores resultados.
A veces se recomienda la terapia de pareja para solucionar disfunciones sexuales. Cuando son los conflictos personales los que ocasionan la impotencia es el tratamiento de elección.
Si bajo la disfunción subyacen problemas emocionales la resolución de los mismos mejorando la confianza y autoestima mejora los problemas de disfunción sexual.