Los discos espinales actúan como amortiguadores entre las vértebras de la columna. Estos ayudan a mantener flexible la espalda, para que pueda moverse y doblarse. A medida que la persona envejece, puede mostrar signos de desgaste, incluso comenzar a romperse y perder movilidad.
La discopatía degenerativa puede empeorar con el tiempo. En algunos casos puede provocar un dolor leve o severo que puede interferir con sus actividades diarias.
Esta condición puede comenzar a desarrollarse entre los 30 y 40 años, y luego empeora gradualmente.
¿Qué causa la discopatía degenerativa?
La discopatía degenerativa es causada principalmente por el desgaste de los discos intervertebrales. Al envejecer, los discos se secan, perdiendo su elasticidad. Esto significa menos amortiguación entre las vértebras. En consecuencia, no pueden absorber los golpes con la misma eficiencia, causando dolor en la columna vertebral.
Esta condición también puede ser causada por los movimientos cotidianos o pequeñas lesiones sufridas a lo largo de los años, formándose pequeñas grietas en la pared exterior, que contiene nervios y volverse dolorosa.
Si esta pared se rompe, el núcleo blando del disco puede atravesar las grietas, causando que el disco se abulte o se salga de su lugar (hernia de disco). Una vez que el disco está dañado, no puede repararse a sí mismo.
Otras causas probables, incluyen:
Accidente
Sobrepeso u obesidad
Estilo de vida sedentario
¿Cuáles son los síntomas?
Una persona con discopatía degenerativa probablemente siente dolor agudo o constante en la espalda y el cuello. Los síntomas dependen del lugar exacto donde se encuentra el disco débil, por lo que el dolor puede:
Afectar la espalda baja principalmente
Extenderse a piernas y glúteos
Presentarse en el cuello y extenderse hasta el brazo
Mejorar al cambiar de posición o acostarse
Empeorar después de torcerse, levantarse o doblarse
Aumentar después de sentarse
Presentarse de forma intermitente y puede durar desde unos pocos días hasta unos pocos meses
Las personas con discopatía degenerativa pueden experimentar menos dolor después de caminar o hacer ejercicios. La discopatía degenerativa también puede causar debilitamiento de los músculos de las piernas, así como entumecimiento y hormigueo en los brazos o piernas.
¿Cómo se diagnostica?
El médico puede ordenar una radiografía o una resonancia magnética (RM) para detectar daños en los huesos o los nervios cerca, de la columna vertebral. La RM puede ayudar a detectar la discopatía degenerativa.
Durante un examen físico, se observará tu columna vertebral para detectar signos de la afección, por ejemplo, el dolor en la parte baja de la espalda o el cuello. También te pueden pedir que camines o te inclines para ver los movimientos que causan el dolor.
¿Cuál es el tratamiento para la discopatía degenerativa?
El objetivo del tratamiento es aliviar el dolor y detener más daño. Los procedimientos para mitigar la discopatía degenerativa, según los síntomas y la gravedad de la afección, pueden incluir algunas de las siguientes 5 opciones:
1. Medicamentos
El uso de analgésicos como la aspirina y el ibuprofeno ayudar a aliviar el dolor y disminuir la inflamación. Ambos medicamentos pueden causar efectos secundarios si se combina con otros medicamentos.
Si el dolor persiste, el médico puede recetar un medicamento más fuerte. Sin embargo, debe usarse con precaución, ya que existe riesgo de dependencia y debe usarse solo en los casos en que el dolor sea intenso.
La inyección de esteroides se considera como medicamento fuerte para aliviar el dolor, la hinchazón y la inflamación. Esta se aplica en el espacio epidural de la espalda, alrededor de la médula espinal, o directamente sobre el nervio o músculo.
La discopatía degenerativa también puede conducir a espasmos musculares. El médico puede sugerir medicamentos que ayuden a aliviarlos.
2. Terapia de calor o frío
Para reducir el dolor de un disco dañado, se pueden utilizar compresas frías. Las bolsas de calor pueden reducir la inflamación que causa el dolor.
3. Fisioterapia
Con la ayuda de un terapeuta, se deben realizar movimientos específicos que ayudarán a fortalecer y flexibilizar los músculos del cuello y la espalda, al tiempo que alivia el dolor. Con el tiempo, se notarán las mejoras en cuanto al dolor, la postura y la movilidad en general.
La fisioterapia, en combinación con los analgésicos serán suficientes para el alivio a largo plazo, en la mayoría de los casos.
4. Ejercicios para una discopatía degenerativa
El ejercicio es necesario para la salud general, pero especialmente si existe dolor de espalda. Es normal sentirse tentado a acostarse debido al dolor. Pero la disminución de la movilidad puede aumentar el riesgo de:
Aumentar el dolor
Reducir la flexibilidad de la espalda
Reducir el tono muscular
Formar coágulos de sangre en las piernas
deprimirse
Los ejercicios ayudan a complementar otros tratamientos para la discopatía degenerativa, fortaleciendo los músculos que rodean los discos dañados. También permite aumentar el flujo de sangre mejorando la hinchazón dolorosa, así como aumentar la cantidad de oxígeno y nutrientes del área afectada.
Es importante estirarse antes de realizar cualquier entrenamiento. Esta es la primera forma de ejercicio y puede ayudar a “revivir” tu espalda.
El yoga es perfecto como tratamiento del dolor de espalda. Además, obtienes los beneficios adicionales de una mayor flexibilidad y fuerza si se practica con regularidad. Una rutina de yoga a diario, puede aliviar el trabajo de la espalda y el dolor de cuello.
5. Cirugía
Si después de seis meses los tratamientos convencionales no funcionan, el médico puede recomendar una cirugía. Generalmente se aplica un procedimiento llamado discectomía, que extrae la parte lesionada del disco. Esto ayuda a aliviar la presión de los nervios.
Otra técnica quirúrgica que se aplica es la espondilodesis, para fusionar (conectar permanentemente) los huesos de la columna después de extraer el disco. También puede recomendar un reemplazo total del disco desgastado con un disco artificial de plástico y metal.
Pronóstico general
Sin tratamiento ni terapia, la discopatía degenerativa puede progresar y causar más síntomas. Aunque la cirugía es una opción para esta enfermedad, debemos agotar otros tratamientos y terapias menos invasivos que pueden ser igual de útiles y mucho menos costosos.
Habla con tu médico acerca de todas las opciones de tratamiento para la discopatía degenerativa, que puedan ayudarte a mantenerte activo y sin dolor.
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