La faringe es un tubo muscular que conecta la nariz y la boca con la laringe y el esófago. Este órgano forma parte tanto del sistema digestivo, como del sistema respiratorio. Tiene tres partes principales: la superior o rinofaringe – aquí se sitúan las adenoides; la media u orofaringe – aquí podemos observar las amígdalas en los dos lados de la faringe; y la inferior o hipofaringe.
Sus principales funciones son la deglución de los alimentos que pasan por ella hasta el esófago, ayuda a la respiración y modula los sonidos producidos por las cuerdas vocales. Cuando una persona traga, la epiglotis se dobla hacia atrás para cubrir la entrada de la laringe impidiendo que los alimentos ingresen a la tráquea y a los pulmones.
La laringe es un tubo cartilaginoso, donde se sitúan las cuerdas vocales. Este órgano forma parte del sistema respiratorio y tiene tres funciones importantes: evita la entrada de cualquier cosa – excepto aire – a las vías respiratorias inferiores; participa en la respiración y tiene un papel importante en la fonación.
La faringitis es una inflamación de la garganta o faringe, causada por bacterias o virus. La bacteria más frecuente que causa faringitis son los estreptococos del grupo A y entre los virus destacan los virus de la gripe.
A parte de las bacterias y virus existen otros factores que pueden generar una faringitis con dolor de garganta. Las alergias irritan e inflaman la garganta; respirar por la boca reseca la garganta y causa dolor; los irritantes como el humo del tabaco, el alcohol y los alimentos picantes pueden causar dolor de garganta crónico; la enfermedad por reflujo gastroesofágico es un trastorno del sistema digestivo. En este caso el ácido clorhídrico del estómago sube por el esófago e irrita la parte superior del sistema digestivo y del sistema respiratorio. Los síntomas del reflujo gastroesofágico son el ardor del estómago, ronquera, sensación de un nudo en la garganta y tos. Gritar en un evento deportivo o hablar por largos periodos de tiempo también pueden resultar en un dolor de garganta. Las personas infectadas por VIH padecen de dolor de garganta crónico debido a una infección secundaria. Los tumores de la garganta pueden generar inflamación, irritación y dolor.
¿Qué síntomas tenemos cuando tenemos faringitis?
Dolor o picazón en la faringe
Dificultad para tragar
Sequedad en la boca y en la garganta
Amígdalas rojas, inflamadas o manchas blancas o pus en las amígdalas
Dolor e inflamación en las glándulas del cuello y la mandíbula
Voz ronca
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Si la causa de la faringitis es una bacteria o un virus, el paciente puede tener fiebre con escalofríos, tos, congestión nasal, estornudos, dolores musculares, náuseas o vómitos.Si tu hijo tiene los siguientes síntomas, busca atención médica inmediata: dificultad para deglutir, dificultad para respirar o babeo inusual.
En el caso de los adultos debemos pedir la ayuda de un médico si el dolor de garganta es intenso y dura más de una semana, tenemos dificultad para respirar o deglutir o abrir la boca, tenemos dolor de oídos o en las articulaciones, aparecen síntomas como fiebre de más de 38º C, erupción, sangre en la saliva, bulto en el cuello o ronquera, que dura más de dos semanas.
El tratamiento de una faringitis depende de su origen. Como en la mayoría de los casos es una infección bacteriana, con la administración de un antibiótico adecuado los síntomas desaparecen transcurridos 7-10 días. Si el dolor de garganta es causado por un reflujo gastroesofágico, su médico le recetará un protector estomacal.Cuando tenemos laringitis nuestro síntoma principal será la ronquera, que puede estar acompañada con dolor de garganta tos y dificultad para tragar, sentir un cosquilleo en la garganta, fiebre, tos, congestión nasal, perdida de la voz,…
Un niño que tiene dolor muy intenso, babeo o dificultad para respirar puede tener epiglotis, una enfermedad seria que requiere atención de emergencia. Cuando tu hijo hace ruido al inhalar, tiene dificultad para tragar y respirar y tiene una fiebre por encima de 39ºC, debes buscar atención médica inmediata.
Las causas más comunes de la laringitis son infecciones virales, esfuerzo vocal o infecciones bacterianas.
Cuando la laringitis es crónica puede ser causada por irritantes químicos, alérgenos, humo, reflujo gastroesofágico, sinusitis crónica, consumo excesivo de alcohol, uso habitual excesivo de la voz, tumores, parálisis de las cuerdas vocales, etc.
La laringitis aguda causada por un virus a menudo se mejora por sí sola en una semana aproximadamente. Para aliviar los síntomas podemos respirar aire húmedo utilizando un humificador, descansar la voz, beber mucho líquido,… Si tenemos dolor o fiebre, unos antiinflamatorios, analgésicos o antipiréticos de venta libre pueden ayudar a controlar estos síntomas.
Entre los remedios naturales destacan las infusiones de jengibre y cebolla. La miel y el limón alivian también la garganta irritada. Para la inhalación podemos utilizar unas gotas de aceite de eucalipto añadiéndolas en gran cacerola de agua caliente. Otro remedio es cubrirse la cabeza con una toalla e inhalar el vapor durante 10 minutos.
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