Muchas personas hemos sentido alguna vez, sentados por ejemplo en un taburete, que nos entra un calor ardiente, nos mareamos y nos parece que nos va a estallar la cabeza. Entonces, de un modo casi instintivo, nos hemos llevado la mano a la hebilla del cinturón y hemos liberado un par de agujeros. Como por arte de birlibirloque, el mareo, el sofoco y la tensión desaparecen al aflojar y liberar la zona abdominal.
Este caso es, como ahora veremos, solo una de las muchas muestras de los peligros que tiene llevar ropa demasiado ajustada, una tendencia que es pujante entre algunos jóvenes pero que también impacta en adultos, no por la pulsión estética, sino por el hecho de que el aumento del diámetro corporal y la acumulación de grasa tienden a dejarnos demasiado pequeña la ropa que otros años nos iba más bien suelta.
Sea como fuere, llevar ropa demasiado ajustada es malo para la circulación. Ya en 2012 la Sociedad Española de Cardiología (SEC) emitía un comunicado en el que se advertía de los riesgos de llevar ropa demasiado ajustada. La doctora Mar Moreno, miembro de la SEC y cardióloga del Hospital La Paz de Madrid, consideraba entonces ropa ajustada "aquella que impide realizar movimientos de forma natural y que, tras haberla llevado unas cuantas horas, deja marcas en la piel".
A esta definición se ajustan tanto pantalones como fajas o faldas estrechas, pero también ropa interior, chaquetas, camisas de talla menor, sujetadores o corbatas. Ahora bien, el uso de ropa ajustada no solo puede generar problemas circulatorios, también incide en muchas otras vertientes de la salud que a continuación detallamos.
Diez razones para evitar la ropa ajustada1. Dificulta la circulación sanguínea Ya hemos comentado el documento de advertencia de la SEC. Entrando en materia, los expertos señalan que la ropa ajustada dificulta el retorno venoso y por tanto estanca la sangre, obligado al corazón a trabajar un poco más, tal como detalla este documento de la Universidad de Columbia. Este estancamiento puede dar lugar a entumecimientos y al síndrome neurológico de las piernas dormidas.
2. Induce la aparición de varices La aparición de venas varicosas está directamente relacionada con la dificultad de retorno y el estancamiento de la sangre en las extremidades, donde las venas se debilitan y deforman por la presión. Es una de las principales causas, junto al sedentarismo, la mala alimentación y la falta de ejercicio.
3. Merma el sistema inmunitario La ropa ajustada también impide la circulación del sistema linfático, con lo que las células de defensa del cuerpo, los linfocitos, no pueden viajar con rapidez a las zonas donde se están produciendo infecciones. El resultado es que nuestro sistema inmunitario no responde con eficacia y el riesgo de infecciones aumenta, sobre todo en extremidades.
4. Puede provocar falta de oxígeno La ropa apretada en la caja torácica -por ejemplo camisas demasiado pequeñas o sujetadores apretados- puede limitar su expansión, con lo que no se capta la suficiente cantidad de oxígeno en cada inhalación. Como resultado, tendemos a respirar con más frecuencia en inhalaciones más cortas y tendemos a acidificar la sangre.
5. Favorece la aparición de úlceras La compresión de la zona abdominal con ropa y cinturones estrechos, sobre todo después de comer o cenar, dificulta la correcta digestión y el tránsito de la comida hacia el intestino, lo que tiene como resultado un aumento de la acidez estomacal, que puede convertirse en reflujo gastroesofágico, comportando a la larga úlceras de esófago si el problema no se trata debidamente.
6. Puede inducir problemas de piel Especialmente en zonas sensibles como los genitales, la ropa ajustada puede provocar pequeñas heridas por roce, también debidas a la retención de la humedad, que deriven en eccemas y pruritos tanto vaginales como escrotales.
7. Puede ser fuente de infecciones genitales y urológicas Esta misma compresión y roce, así como la humedad, pueden favorecer la infección por hongos como la candidiasis en mujeres al establecer un puente entre el ano y la vagina, así como la entrada de enterobacterias en el tracto urinario, dando lugar a infecciones de orina.
8. Puede aumentar la presión intraocular En este caso nos ceñimos al uso de corbatas, que constriñe la zona del cuello y por tanto la cabeza. Según The British Journal of Ophtalmology, llevar corbata aumenta la presión intraocular, aunque dicho efecto disminuye a los quince minutos de quitárnosla.
9. Puede generar problemas musculares en la espalda Tanto a nivel lumbar en el momento de sentarnos, ya que forzaremos la postura, como a nivel de cervicales cuando llevamos corbata, las prendas ajustadas inciden en el sobre esfuerzo muscular, que puede terminar derivando en una compresión de las vértebras que dé lugar a protusiones y en última instancia en hernias discales.
10. Puede disminuir la fertilidad en hombres El escroto es una piel especialmente retráctil para proteger a los testículos de un aumento de temperatura que dificulte la fabricación de espermatozoides, ya que estos precisan unos grados menos de los que se dan en el cuerpo, motivo también por el que la bolsa escrotal esta separada. La ropa apretada que presiona los testículos, comprime los vasos sanguíneos y de este modo reduce el flujo sanguíneo, aumentando así la temperatura testicular, lo que socava la capacidad de fecundar.