Una vez realizada la intervención, empieza un proceso de recuperación en el cual la dieta tiene un papel clave, pues es todo un proceso por fases en las cuales el organismo se adaptará al nuevo consumo, al escaso espacio de almacenamiento en el estómago y a las nuevas rutinas alimenticias y de ejercicios que el paciente empezará a practicar una vez termine la fase de recuperación postoperatoria indicada por los especialistas.
La dieta después de la cirugía de la obesidad debe ser estricta
Las dos primeras semanas la dieta después de cirugía será solo de líquidos y purés, paulatinamente se irá empezando a consumir con precaución los alimentos sólidos, los cuales inicialmente serán mínimos pues con el estómago tan reducido se saciará rápidamente.
Conforme vayan pasando los días el estómago se irá ampliando para dar cabida a más alimentos, a partir de aquí se debe ser muy cuidadoso con la dieta recomendada pues la idea es no recuperar el peso perdido, que si bien es casi imposible, sí se puede volver a tener sobrepeso sin los cuidados adecuados. Desde este momento es importante masticar bien los alimentos, no comer más una vez se sienta lleno y medir las raciones de comida a seis pequeñas diarias y no tres grandes como es tradicional.
Pero la dieta no es lo único que deberá tenerse en cuenta después de la cirugía de la obesidad.
Cuando una persona se somete a una operación de cirugía de la obesidad (mínimamente invasiva) puede regresar a sus actividades cotidianas con relativa prontitud. A partir de ahí, una de las principales recomendaciones que hacen los especialistas es que se practique algo de ejercicio después de la cirugía, aproximadamente unas seis semanas después de la intervención.
El practicar actividad física durante la primera etapa de la pérdida de peso ayudará a que los cambios se noten mucho más rápido y el cuerpo se empezará a adaptar al nuevo estilo de vida más rápidamente. De hecho, la mayoría de pacientes que antes llevaban una vida sedentaria se sorprenden de sí mismos porque después de la intervención se siente con ganas de hacer cosas que antes ni siquiera se planteaban. El haber perdido peso hace que el paciente se sienta más vital y motivado y que la práctica de actividad física sea más “apetecible” y llevadera para el paciente. Con la pérdida de peso, hacer ejercicio después de una cirugía será mucho más fácil.
Esto es importante dado que si se conserva el estilo de vida que se llevaba hasta el momento es muy probable que a la larga se vuelva a subir de peso, por esta razón el tratamiento de la obesidad con independencia de la técnica elegida (bypass gástrico, tubo gástrico o banda gástrica) debe ser integral y debe contemplar el cambio de hábitos alimenticios y la práctica deportiva.
¿Por qué hacer ejercicio después de una cirugía de la obesidad?
Un tratamiento de la obesidad sólo será totalmente exitoso si la persona se compromete a cambiar su estilo de vida y uno de esos cambios es precisamente incorporar rutinas de ejercicio.
La práctica de actividad física no solo le permitirá al paciente perder peso más rápido si no a empezar una rutina saludable con mayor eficiencia, esto disminuirá riesgos cardiovasculares, dejará de lado el sedentarismo y le dará al paciente una forma totalmente nueva y sana de vivir la vida, logrando aumentar muchos más años esta y mejorando su calidad de manera significativa.
Cabe destacar que cuando nos referimos a “practicar ejercicio” no quiere decir necesariamente practicar un deporte determinado, bastará con caminar de forma rápida todos los días durante unos 40 minutos, ir en bicicleta, nadar, bailar, etc.. en definitiva moverse y huir del sedentarismo.
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