La vesícula biliar es un pequeño órgano que almacena la bilis producida por el hígado, liberándola al duodeno para que éste intervenga en el proceso de digestión.
Cuando la vesícula genera cálculos (piedras) en su interior, una afección conocida como colelitiasis, es necesario extirparla quirúrgicamente y así evitar que aquellos cálculos pequeños, puedan obstruir conductos y provocar daños irreversibles.
La vesícula es un órgano que, además de las piedras en la vesícula, puede verse afectada por la inflamación aguda (trastorno que se agrava cuando el hígado también se encuentra inflamado), por alguna afección o por la aparición del denominado como hígado graso, tan común en nuestros días, debido al consumo de comidas ricas en grasas, a la obesidad, a los trastornos endocrinos, y el consumo de alcohol.
La vida sin la vesícula
Teniendo en cuenta que la vesícula biliar tiene un rol muy importante en la digestión de los alimentos, nos resulta difícil pensar la vida sin ella. Sin embargo, quienes se han sometido a una cirugía, pueden luego continuar con una vida normal, aunque su proceso digestivo sea un poco mas pesado y lento, pero pueden igualmente conservar calidad de vida, si siguen algunos consejos.
Como dijimos, la vesícula era el encargado de almacenar la bilis y que ahora pasa directamente al intestino, por lo que es fundamental la adopción de determinados hábitos dietéticos. Por tanto, sí es posible vivir sin vesícula, pero es aconsejable cambiar la alimentación tener en cuenta algunos hábitos de salud básicos:
Comer varias veces al día (5 comidas), mas ligeras y en pequeñas porciones: esto ayuda al hígado, estómago e intestinos a que tengan mas tiempo de asimilar los alimentos, sin verse forzados en su tarea.
Beber de 1,5 a 2 litros de agua diarios, cuanto más pura y con menos sodio mejor.
Aumentar el consumo de frutas y vegetales, aunque no es aconsejable mezclarlas con otro alimento, dado que al digerirse fermentará y generará alcohol.
¿Que alimentos y bebidas son recomendadas?
A los hábitos indicados anteriormente, es aconsejable tener en cuenta las siguientes recomendaciones de cómo debe ser la dieta sin vesícula biliar:
Alimentos: frutas (como la manzana, uvas, melón, papaya, naranja y ciruela), vegetales (los mejores son los vegetales verdes) y verduras semi-cocidas, cereales integrales y arroz integral, legumbres (como las lentejas y las judías, aunque sin abusar de ellas), carnes blancas sólo asadas y aceite de oliva.
Bebidas: jugos de frutas naturales, leches vegetales (como la leche de soja), tés (como el té verde y el té rojo) e infusiones.
¿Qué alimentos y bebidas se deben evitar?
Alimentos: productos denominados light ya que desequilibran el metabolismo natural de nuestro cuerpo, carnes rojas, alimentos fritos, comida rápida, embutidos, leche de vacas y derivados (como los quesos y yogures), harinas blancas y derivados (como galletas, cereales refinados o pan blanco) y azúcar refinado (azúcar blanco).
Bebidas: bebidas alcohólicas, café, bebidas energizantes, chocolate, jugos para diluir, gaseosas
¿Qué otros hábitos saludables debes seguir?
Ejercicio físico diario: no solo será beneficioso para tu salud en general, sino que ayudará a que tu intestino se mantenga activo, eliminando activamente todo aquello que tu cuerpo no necesita.
Vida relajada y sin estrés: aléjate del estrés y de la ansiedad y trata de vivir de forma más tranquila. No olvides de la tensión emocional y nerviosa es perjudicial para tu salud en general y particularmente para tu hígado y tu estómago.
Terapias relajantes: técnicas como el yoga o la relajación, los talleres artísticos y de expresión corporal pueden ser de utilidad para ayudarte a disfrutar de una vida muchísimo más tranquila.