¿Qué es la diabetes?
La glucosa en la sangre es nuestra principal fuente de energía. Esta glucosa proviene de los alimentos que tomamos. La insulina, es una hormona segregada por el páncreas que consigue que esta glucosa se introduzca en las células para poder utilizarse como energía. Así mismo, la insulina ayuda a las células a almacenar la glucosa hasta que se necesite.
Cuando nuestro cuerpo no es capaz de producir la suficiente insulina, o no la usa de manera eficiente, la glucosa se queda en la sangre y las células continúan hambrientas. Esto es a lo que llamamos diabetes.
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Cuando este exceso de glucosa en sangre se mantiene en el tiempo puede ocasionarnos grandes problemas de salud. Aunque esta enfermedad no tiene cura, las personas que lo padecen si que pueden tomar medidas para mantener controlada su evolución y síntomas.
Tipos de diabetes
Los diferentes tipos de diabetes son: diabetes tipo 1, diabetes tipo 2 y diabetes gestacional
Diabetes tipo 1
Este primer tipo se caracteriza porque el cuerpo no produce insulina debido a que el sistema inmune destruye las células pancreáticas que lo tienen que producir. Suele aparecer en la infancia, adolescencia o principio de la vida adulta. La mayoría de las veces aparece de forma brusca y no suele tener relación con antecedentes familiares.
Este tipo de diabetes se produce porque las células del páncreas que producen la insulina se van destruyendo poco a poco. Por lo tanto, la insulina debe de ser administrada desde el principio de la enfermedad. Los síntomas son: mayor sensación de sed, aumento de la cantidad de orina, cansancio y pérdida de peso aunque se tengan más ganas de comer.
Diabetes tipo 2
En este segundo tipo, el cuerpo no es capaz de producir insulina o no la usa correctamente. Según cual sea el caso, se utilizarán pastillas antidiabéticas o insulina. En algunas ocasiones es necesario combinar ambas.
Este tipo de diabetes puede aparecer a cualquier edad, incluida la infancia. Es mucho más frecuente que la diabetes tipo 1 y suelen haberla padecido otras personas de la familia del enfermo. Se suele presentar más frecuentemente en personas de edad madura o ancianos. Este tipo es el más común y, algunos pacientes, pasan mucho tiempo sin ser diagnosticados porque no presentan molestias ni síntomas específicos.
Diabetes gestacional
Como su nombre indica, este tipo de diabetes es padecida por algunas mujeres durante el embarazo En el cuerpo de la mujer embarazada la insulina aumenta para incrementar las reservas de energía. Cuando esto no sucede se produce la diabetes gestacional y tampoco tiene síntomas.
Lo habitual es que este tipo de diabetes desaparezca después del parto. No obstante, cuando una mujer lo ha tenido durante el embarazo es posible que, en el futuro, pueda sufrir diabetes tipo 2. En algunos casos, la diabetes que se diagnostica en el embarazo es realmente diabetes tipo 2.
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La alimentación es muy importante
Las personas que padecen esta enfermedad deben de llevar un control riguroso en cuanto a la alimentación se refiere. Es normal que, tanto al inicio como durante el transcurso de la enfermedad surjan muchas dudas respecto a este tema.
Estas personas deben de llevar a cabo, de manera continua, una dieta equilibrada y saludable. Podríamos decir que no tendría que ser muy distinta a la que debería de llevar una persona que quiera tener buena salud aunque no tenga la enfermedad.
Errores habituales
Es muy común poner la atención en los alimentos que se deben de evitar, cuando lo más importante sería fortalecer los hábitos nutricionales saludables.
Otro error que se relaciona con la alimentación de las personas diabéticas es reducir de manera exagerada los alimentos que contengan hidratos de carbono. Por ejemplo, el pan, los cereales, la pasta. Muchas personas con esta enfermedad los consideran malos y los eliminan de su dieta. Sin embargo, este tipo de alimentos, son la principal fuente de energía para nuestro cuerpo y son elementos de una alimentación saludable. Lo importante es, para el control glucémico, tomar siempre cereales integrales y controlar las cantidades, pero nunca eliminarlos de la dieta.
Otras personas, hacen justo lo contrario. Cuando se enteran de que un alimento es saludable, lo comen a todas horas. Ese es otro error. Incluso los alimentos saludables, como la fruta, por ejemplo, deben de ser medidos para tomarlos en las cantidades adecuadas.
Los pacientes que tengan esta enfermedad deben de tener muy claro qué alimentos tienen hidratos de carbono y qué alimentos no los contienen. Esto es debido a que cuando los hidratos de carbono se convierten en glucosa nuestros niveles de glucemia aumentan. Por este motivo, el diabético tiene que tener un conocimiento profundo de este tema para poder controlar su enfermedad.
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Cuidado con las etiquetas de los alimentos
Muchas personas son llevadas a error por no entender o interpretar el etiquetado de los alimentos.
– Alimentos sin azúcares añadidos: Esto no quiere decir que no contengan azúcar. Esto significa que no se le ha añadido más azúcar de la que naturalmente tiene.
– Etiquetas que pongan “sin azúcares”: Esto no quiere decir que no contengan hidratos de carbono. Habrá que leer detenidamente la etiqueta y ver si los tiene.
Podemos concluir entendiendo que las personas diabéticas deben de poner mucha atención a su alimentación. Su dieta debe de ser tan saludable y equilibrada como la de una persona que no tenga la enfermedad. Es muy importante que excluyan de su dieta los productos refinados y el exceso de grasas. Una dieta con abundancia de verduras, cereales integrales, legumbres y cierto tipo de frutas, será lo más recomendable.
Así mismo, es también de mucha importancia que presten mucha atención al etiquetado de los alimentos y a la cantidad y calidad de los hidratos de carbono de su dieta.
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