La industria de los alimentos ecológicos, herbolarios etc, ha sufrido un importante avance estos años, debido al aumento de la conciencia de la salud. Y esta situación ha sido aprovechada y favorecida por ellos, para poder introducir en el mercado sus propios productos, como las mal llamadas leches vegetales, como la de soja, avena, almendra y arroz.
Se han encargado de desprestigiar la leche, pero lo que no nos cuentan, es que leches como la de soja han sido prohibidas en varios países de Sudamérica, donde su consumo estaba muy generalizado en los niños, debido a los efectos negativos que sobre la población infantil estaban provocando, como menarquias tempranas en las niñas o el desarrollo de ginecomastia en los niños, debido a su contenido en fitoestrógenos.
Los mitos de la leche.
De la leche se dicen muchas cosas negativas. Vamos a analizarlas una por una, para ver qué dicen de verdadero.
La población adulta no tolera la leche:
Como todos los alimentos, la leche puede no ser tolerada por un determinado grupo poblacional, pero tenemos que diferenciar entre la Alergia a la proteína a la leche de vaca y la Intolerancia a la lactosa.
La alergia a la leche de vaca es una situación que afecta a un porcentaje muy pequeño, alrededor del 1% de los niños, y esta situación se suele corregir con la edad. en estos casos elc consumo de la leche debe evitarse, al igual que en otro tipo de alergia.
La intolerancia a la lactosa afecta a un 70 % de la población mundial, pero este porcentaje está concentrado fundamentalmente en el continente asiático, africano y en sudamérica. En Europa sólo entre el 10 y el 20% de la población es intolerante a la lactosa, lo que no representa a la mayoría de la población en ningún caso. También hay que tener en cuenta que la lactasa, que es la enzima que digiere la lactosa, es una enzima que se segrega a demanda, es decir, que si no se consume leche esta enzima no se segrega. hay mucha gente que se ha hecho intolerante a la lactosa simplemente por dejar de consumirla. La buena noticia, es que su consumo, con el tiempo vuelve a estimular la secreción.
Si queremos saber, si realmente somos intolerantes a la lactosa, podemos saberlo a través de unas pruebas muy sencillas, que nos sacarán de dudas, y nos ayudarán a tomar la decisión sobre si consumirla o no.
Hoy en día, tenemos a nuestra disposición una amplia gama de productos sin lactosa. Desde leches, yogures, quesos, natas. Con lo que podemos disfrutar de todas las ventajas de este alimento tan completo, sin perjudicarnos.
El hombre es el único animal que bebe leche.
Esta es una afirmación que no podemos rebatir, pero también es verdad que el hombre es el único animal que cocina su comida, bebe alcohol, fuma, y se ha inventado muchos aparatos para desplazarse, ver la TV y un largo etcétera. Los hombres somos los animales más inteligentes de la Tierra, y por eso hacemos cosas que ningún ser vivo hace, con lo que no lo veo como un argumento plausible.
La leche tiene grasas malas.
Es cierto que las grasas de la leche son del tipo de las saturadas, es decir, las grasas "malas", pero la leche entera posee sólo un 3.6% de grasa, que se reduce a un 1.55% en la leche semidesnatada y a un 0.1% en la desnatada. Si lo comparamos con el 23% de la carne de cerdo, el 32 % del cordero o el 11% del huevo de gallina, veremos que tampoco es un alimento tan rico en grasas como nos hacen pensar. Además los últimos estudios revelan que no todas las grasas saturadas son igual de malas y que las grasas de los lácteos tendrían un efecto protector de nuestra salud.
La leche está llena de hormonas y antibióticos.
Desde hace varios años, hay unos estrictos controles veterinarios y microbiológicos de las carnes y las leches, para comprobar el seguimiento, de la prohibición de administrar a los animales antibióticos y hormonas anabolizantes para favorecer el desarrollo de los animales en el menor tiempo posible. Hoy en día, sólo se permite la administración de antibióticos a los animales en caso de enfermedad de los mismos. Además antes del sacrificio, los animales deben esperar un tiempo, antes de ser sacrificados, para eliminar cualquier resto farmacológico de su cuerpo.
Por lo tanto cuando la leche llega al consumidor, está libre de cualquier sustancia dañina para nuestra salud.
La leche favorece la mucosidad.
Este es otro mito en contra de la leche que no está basado en ninguna evidencia científica. Es cierto que en ciertos tipos de alergia puede producirse como síntoma asociado rinitis. Pero estas son situaciones mediadas por una reacción anormal del sistema inmunológico. Si nos encontramos ante una alergia a la leche, ya hemos comentado que no debemos consumirla. Pero en el caso de una intolerancia a la lactosa , hablamos de la deficiencia de una enzima que degrada la lactosa, pero en ningún caso este es un mecanismo inmunológico, por lo que no tiene fundamento la aparición de síntomas alérgicos.
Los beneficios de la leche.
Una vez que hemos repasado los posibles inconvenientes del consumo de leche, y visto que en realidad no son tantos como nos hacen creer, vamos a detallar cuáles son los beneficios que su consumo de forma regular nos reporta, y que como veremos son muy abundantes.
Cuando la leche se consume ya desde la infancia y la adolescencia, se asegura una correcta mineralización del sistema esquelético, ya que en esta etapa de crecimiento es cuando hay mayor capacidad de captación y fijación de Ca y otros minerales al hueso. Cuanto mejor sea la mineralización de nuestros huesos en esta etapa, menor será el riesgo de padecer osteoporosis en la edad adulta.
Hay muchos estudios que demuestran que, cuando se consume en las cantidades recomendadas en la edad adulta y tercera edad, disminuye, de forma muy representativa, la frecuencia de fracturas, sobre todo de cadera en las personas mayores.
Tiene un efecto prebiótico debido a los azúcares de la leche,. Su consumo favorece el desarrollo de la flora intestinal, que nos previene del desarrollo de infecciones y garantiza la correcta absorción de los nutrientes.
Un estudio realizado en el Hospital Durand de Buenos Aires revela que, su consumo desde la infancia previene del desarrollo de Infarto de Miocardio y Diabetes en la edad adulta, debido a que disminuye la resistencia a la insulina y garantiza un correcto equilibrio de los niveles de glucosa en la sangre.
Es fuente de Aminoácidos esenciales (que son aquellos que el organismo no es capaz de sintetizar por si mismo, y necesita incorporar desde el exterior, a partir de los alimentos). Los más importantes que nos aporta la leche son; la lisina, valina e isoleucina.
También es rica en péptidos bioactivos que favorecen un correcto funcionamiento del sistema inmunológico, del sistema cardiovascular y digestivo.
Es rica en ácidos grasos monoinsaturados, en concreto ácido oléico, que tiene como beneficio la disminución de los niveles del colesterol LDL, el colesterol "malo".
También es rica en ácidos omega 3 que desciende los niveles de triglicéridos en sangre.
Tiene altos niveles de Vitamina A y Vitaminas del grupo B.
Es rica en calcio, pero con la gran ventaja que además tiene unos grandes niveles de biodisponibilidad, debido a otros componentes presentes en la leche que favorecen su absorción y que no se encuentran en otros alimentos, como son la lactosa, la Vitamina D, el fósforo en cantidades ideales y algunas proteínas. Por lo tanto la leche no sólo tiene unos elevadas concentraciones de calcio, sino que además se absorbe muy bien, cosa que no ocurre con otros alimentos. Conclusiones.
La leche es un alimento de un extraordinario nivel nutritivo y que reune, en un sólo alimento, muchas cualidades, que es difícil encontrar todos juntas en otro. La intolerancia a la lactosa es una situación real, presente en nuestra sociedad, pero no en los niveles que se nos hace creer. Si tienes intolerancia a la lactosa, consume leche y derivados lácteos sin lactosa y disfruta de los beneficios de la leche.
Si tienes alguna duda acude a tu dietista-nutricionista. En Logroño acude a Nutrocén.
Verónica De La Fuente Ruiz
18/03/2016