A los problemas físicos y psíquicos de los mayores para realizar sus actividades en la vida cotidiana, se añade en muchos casos el peligro o que las personas mayores sufran algún accidente derivado de un mal mantenimiento de las viviendas en las que residen, lo que aumenta el riesgo de sufrir caídas, quemaduras y otro tipo de lesiones. La cocina, el dormitorio y el cuarto de baño son las zonas que reúnen mayores riesgos.
Así, mantener las instalaciones de los hogares en correcto estado, no solo reduce el riesgo de que nuestras personas mayores sufran algún accidente, sino que se convierte en una inversión segura a largo plazo: no hay que olvidar que todos envejecemos. Por ello, Reparalia, empresa especializada en la comercialización de contratos de cuidado del hogar y en la gestión integral de siniestros y reparaciones, ha localizado las principales zonas de riesgo y trampas del hogar que ponen en peligro a nuestros mayores y a elaborado una lista de consejos para el cuidado de los mayores:
En el cuarto de baño
La bañera es uno de los principales enemigos o un elemento donde las personas mayores sufran algún accidente, por eso, se aconseja sustituirla por un plato de ducha ya que el acceso es más sencillo y cómodo para el cuidado de los mayores. Además, lo más recomendable es que esté instalado totalmente a nivel del suelo, para evitar posibles accidentes al tropezar y para facilitar, en caso de que fuera necesario, el acceso con silla de ruedas.
También es aconsejable utilizar alfombrillas antideslizantes para evitar resbalones, y colocar barras de sujeción en la ducha e incluso en el inodoro para prevenir caídas.
Igualmente es importante procurar no usar estufas, radios eléctricas o cualquier otro aparato de este tipo a menos de un metro o metro y medio de distancia mientras la persona se esta duchando. Además, cuando se use una estufa o calefactor será recomendable encenderlo un rato antes de comenzar a ducharse y desconectarlo durante el baño. Por supuesto, todos los enchufes deben tener toma de tierra para evitar descargas y así ayudar al cuidado de los mayores.
En la cocina
Lo más adecuado es apagar los electrodomésticos una vez se dejen de usar. Parece lógico pero no siempre es así. Los incendios por descuido son una de las principales causas de daños en el hogar. Por ello, es aconsejable que nunca se dejen cerca de la cocina papeles, paños o servilletas ya que pueden arder fácilmente. Los objetos deben estar accesibles para que nuestros mayores no tengan que hacer sobreesfuerzo a la hora de alcanzar los ingredientes o utensilios que más usen, como pueden ser los vasos, platos, ollas y sartenes. Asimismo, al igual que en el baño, todos los enchufes deberán contar con toma de tierra.
Dormitorio
Los objetos que más se usen deben estar lo más a mano posible, como por ejemplo la ropa, las sábanas o la caja con medicamentos. Igualmente se deben evitar utilizar escaleras o sillas para localizar objetos en los altillos, ya que los vértigos pueden jugar malas pasadas.
Además, aunque no lo parezca, la elección de la cama es otro de los puntos importantes a tener en cuenta ya que, frente a las camas de gran altura tradicionales y las diseñadas a nivel del suelo, las de las personas mayores deben ajustarse a una altura que les permita no hacer un esfuerzo extra para sus débiles articulaciones, pudiendo subir y bajar de ella con comodidad. Igualmente se deben revisar con regularidad la fijación de cabeceros, espejos y estanterías.
En el salón
Aunque ya es costumbre en muchos hogares, no es nada recomendable usar braseros eléctricos debajo de las mesas camillas. Además, las estanterías deben estar fijas a la pared, incluso las de pie. Y como el salón no sólo es el área de reuniones, sino que también suele convertirse en zona de ocio de las personas mayores, es indispensable una buena iluminación. De esto modo no sólo se evitarán muchos tropiezos, sino que se reducirá el esfuerzo ocular a la hora de ver la televisión, leer, jugar con los nietos o hacer sus labores.
Pasillos
Aquellos hogares con varias plantas y, por tanto, con escaleras deberán contar con interruptores tanto al inicio del tramo como al final, para que puedan iluminarse tanto a la subida como a la bajada. Asimismo, deben contar con pasamanos.
Para evitar cableado innecesario, es preferible contar con enchufes distribuidos por las diferentes zonas y no utilizar alargaderas. En el caso de que haya que usarlas, es preferible fijarlas a la pared, para no tropezar. Sin embargo, lo más importante es que si observamos alguna anomalía en las instalaciones, por pequeña que parezca, lo más conveniente es llamar a un técnico cualificado en vez de intentarlo por nuestra cuenta, para que pueda ser reparada correctamente.
Agradecimientos: Reparalia, empresa especializada en la comercialización de contratos de cuidado del hogar y en la gestión integral de siniestros y reparaciones.
Imágenes (por orden de aparición): celebdu/Flickr, Carlton Browne/Flickr, bortescristian/Flickr y ryanrocketship/Flickr.