Los accidentes domésticos son muy frecuentes, ya sean producidos por los elementos anteriormente mencionados o por algún despiste al cocinar o al limpiar.
Por ello, es indispensable tomar una serie de precauciones con el fin de evitarlos, ya que en algunas ocasiones tienen consecuencias fatales. Las más afectadas son las amas de casa, por ser quienes más tiempo pasan en el interior del hogar realizando múltiples tareas domésticas. Asimismo, son especialmente susceptibles los niños pequeños, por ser inconscientes del peligro que entrañan algunos aparatos, y las personas mayores.
Precaución ante todo
La mayoría de los accidentes domésticos se producen por azar. Sin embargo, también se pueden deber a despistes y negligencias evitables. Los riesgos a los que podemos estar expuestos, pueden ir desde una ínfima quemadura o corte a un accidente mortal. Especial cuidado hay que tener ante los productos de limpieza y los medicamentos. Si tenemos niños en casa será esencial guardarlos en lugares seguros.También suelen ser muy peligrosas las instalaciones eléctricas, de gas y de agua, por lo que es necesaria una revisión periódica de las mismas para prevenir posibles fallos. Afortunadamente, en España estos controles rutinarios son obligatorios, lo que no quiere decir que no tengamos que mostrar nosotros mismos cuidado al respecto.
Resulta clave tener en casa un pequeño botiquín para poder auxiliar en caso de accidente, así como memorizar los números de emergencias. La rapidez ante uno de estos casos puede salvarnos la vida, a nosotros y a nuestros familiares.
El mayor peligro está en la cocina
La cocina es una parte del hogar que entraña un gran peligro por la presencia de muchos aparatos eléctricos y por las propias vitrocerámicas o fogones, que son la causa de numerosas quemaduras. Se pueden llevar a cabo algunas medidas preventivas para evitar algunos accidentes, como no dejar nunca papeles o paños cerca del fuego, ya que pueden prender. También es conveniente retirar hacia dentro las asas de ollas y sartenes para evitar quemarnos al pasar por su lado, así como cortar siempre los alimentos de lado contrario al cuerpo para evitar heridas.Por otra parte, las ollas a presión nunca se deben abrir antes de que se haya ido todo el vapor y se hayan enfriado. Asimismo, si notamos olor a gas, debemos dirigirnos inmediatamente a la llave de paso para cerrarla y avisar para que acuda un experto a revisar la instalación. Igualmente, es recomendable cerrar la llave del gas siempre que se vaya a salir de casa. Cabe considerar la utilidad de tener un extintor en este lugar de la casa para poder apagar posibles fuegos lo más rápidamente posible.
Al ser el área en la que manipulamos los alimentos, y en la que solemos comer, es esencial tener cuidado con disolventes químicos o insecticidas que solemos emplear para limpiar. Si vamos a hacer una limpieza a fondo, lo mejor es guardar todos los instrumentos de cocina y cualquier alimento que pueda quedar expuesto antes de proceder a la tarea. Sólo de esta manera estaremos seguros de evitar cualquier riesgo de envenenamiento.
Estar más seguros es fácil
Otra de las estancias donde los accidentes son frecuentes es el baño, donde son habituales los resbalones, ya que se suele andar descalzo y con los pies húmedos. Resulta muy útil colocar una alfombra antideslizante en el interior de la bañera y fuera para secar los pies después de la ducha. En el caso de que se caliente la habitación con una estufa antes de ducharse, es aconsejable retirarla antes de tomar el baño, ya que podría mojarse y ocasionar un cortocircuito. Además, es conviene saber que no se debe emplear el secador u otro aparato eléctrico cuando se tengan las manos mojadas.En el salón y en el comedor hay que evitar los muebles con patas que sobresalgan para evitar tropiezos, sobre todo si en la casa habitan niños o personas mayores. Se recomienda no colocar estufas o chimeneas cerca de las cortinas o zonas con textiles, ya que podrían ser el foco de un incendio. Tampoco debemos utilizar braseros debajo de las mesas camillas. Por último, siempre debemos desenchufar las estufas, radiadores u otros aparatos eléctricos antes de irnos a dormir.
Con respecto a los niños, debemos evitar dejarlos solos en casa, y vigilarlos siempre constantemente. Nuestros hijos no pueden evaluar el peligro que les puede acechar, por lo que es muy recomendable que nosotros les protejamos. Una buena medida es utilizar aislantes que tapen los enchufes para impedir que nuestros curiosos pequeños sufran algún accidente al introducir sus dedos. También es esencial saber con qué juegan y se divierten, y nunca dejar a su alcance objetos de pequeños tamaño que puedan ingerir. Igual de importante es enseñarles la peligrosidad del fuego y del agua, y nunca dejar que se acerquen solos a la cocina. Nuestra casa está llena de peligros y en nuestra mano está el hacer de ella un lugar más seguro.