La variación de la cantidad de alimentos ingeridos y comidas diferentes, el aumento o disminución de la actividad física, así como los viajes y desplazamientos, conllevan una alteración de los horarios de rutina que pueden ocasionar problemas en la diabetes controlada, con más variaciones en los niveles de la glucemia, que pueden ocasionar tanto hipoglucemias como situaciones de hiperglucemia hasta cetosis.
La Sociedad Española de Diabetes recuerda que mantener la diabetes controlada es fundamental para prevenir o retrasar la aparición de serias complicaciones como la nefropatía diabética, enfermedades cardiovasculares, retinopatía diabética, pie diabético… Alteraciones que complican la calidad de vida del paciente con diabetes.
Consejos para llevar una diabetes controlada
1- Disfrutar de la comida con control. Durante las vacaciones se multiplican los compromisos sociales, se come más fuera de casa y se cambian los horarios. El control de la alimentación es recomendable para toda la población, pero más aún en el caso de tener diabetes, sobre todo los alimentos ricos en carbohidratos (pasta, sémola, harina, patatas, arroz, legumbres, bebidas azucaradas). Esto no quiere decir no comer, pero sí mantener bajo control las cantidades que consumimos y compensarlo en las comidas y durante el ejercicio físico.
2- Alimentos y bebidas ricas en azúcar, siempre a mano. Es aconsejable llevar alimentos o bebidas ricas en azúcar (zumo, azúcar, etc.) para poder tratar una hipoglucemia en caso de que se produzca o para poder improvisar o sustituir una comida (tostada, galletas o fruta) y evitar así saltarse los horarios habituales.
3- Ejercicio físico adaptado. La actividad física cambia durante las vacaciones, algunas personas disponen de más tiempo y por tanto se cuidan más y aumentan el ejercicio físico, sin embargo otras personas se relajan y se vuelven más ociosas. Es necesario que haya un control de los niveles de glucemia tanto antes como después del ejercicio para así evitar hipoglucemias y hay que adaptar la ingesta de carbohidratos dependiendo de la intensidad y duración del ejercicio.
4- Hidratación constante. Si durante tus vacaciones vas a pasar mucho tiempo en algún sitio cálido, el exceso de calor o humedad pueden causar deshidratación. Además si los niveles elevados de glucosa en sangre están elevados hay necesidad de orinar más, se incrementa la sed y hay un agotamiento progresivo. Por ello, conviene beber más agua para evitar la deshidratación y estar atento a los síntomas de alarma de hiperglucemia.
5- Cuidar la salud de los pies. Para evitar heridas e infecciones se recomienda utilizar calzado cerrado y cómodo, así como mantener la piel hidratada y revisar bien los pies para detectar a tiempo posibles rozaduras.
6- Conservar y transportar la insulina. La medicación y el material deben llevarse siempre a mano y, si se viaja en avión, nunca facturarlo para evitar que se deteriore con los cambios de temperatura y sobre todo para que no se extravíe.
7- Es necesario llevar un informe clínico con las características más relevantes del tratamiento, en donde conste la medicación y material que se precisa según el viaje y el destino. Además, este informe servirá para justificar la necesidad de llevarlo en el equipaje de mano en los controles de seguridad de los aeropuertos.
8- Ajustar el tratamiento a los cambios horarios. En viajes de larga distancia, la alimentación y el tratamiento deben ajustarse a la diferencia horaria. Así, si se viaja hacia el oeste se ganan horas por lo que puede ser preciso añadir una dosis de insulina y una ingesta. En los viajes hacia el este, se pierden horas por lo que puede ser necesario obviar una dosis de insulina y una ingesta. En caso de utilizar bombas de infusión continua de insulina sólo es necesario cambiar la hora del aparato cuando se llegue al destino. Y si el tratamiento consiste en antidiabéticos orales, generalmente no se precisan cambios.
9- Vacunas, como todos. Si se visitan países en los que es necesario vacunarse previamente, las personas con diabetes deben saber que ni hay contraindicaciones por el hecho de ser diabético. Por tanto, deben seguir las mismas recomendaciones que el resto de la población.
10- Niños, más atención. Los niños con diabetes mayores de 8 ó 9 años deben tomar las mismas precauciones que los adultos, pero con los de menor edad hay que extremar las precauciones porque pueden presentar hipoglucemias inadvertidas, sobre todo nocturnas, con más facilidad que los mayores. Deberán medirse sus niveles de glucosa a media noche, sobre todo si han hecho más ejercicio del habitual.
Agradecimientos: Sociedad Española de Diabetes.
Imágenes (por orden de aparición): AlishaV/Flickr, ashleigh290/Flickr, grafixtek/Flickr y aldenchadwick/Flickr.