No es sencillo continuar o avanzar después de haber cometido un error. A veces eso se convierte en un verdadero reto, y no muchas personas están dispuestas a enfrentarlo. Son muchas las actitudes que te mantienen prisionero, y te anclan sin dejarte avanzar o aprender de una determinada situación.
En este posteo te contaremos sobre cuáles son las actitudes que te mantienen prisionero.
Actitudes que te mantienen prisionero
No reconocer que algo ha terminado
En general esto ocurre con el amor, con la independencia de los hijos, o con los empleadores respecto de un buen dependiente, o de un buen dependiente con un buen empleador. A los seres humanos en general nos cuestan los cambios abruptos y significativos.
Nos aferramos a situaciones que provocan el sentirte atrapado. Ellas deben cambiar y seguir el curso normal de la vida. Si queremos avanzar, lo mejor es analizar la situación, hacer lo mejor que nos parezca, y ver lo que ocurre. En la vida la única persona que no es indispensable somos nosotros mismos.
Guardar emociones negativas
Este es otro de los errores que se comenten normalmente. Se guarda por años y años resentimiento, celos, enojo y otros sentimientos negativos por una persona o una situación.
Ese tipo de sentimientos negativos te impiden avanzar, y provocan el sentirte atrapado. Estas distraen tus energías y te quitan tiempo para hacer cosas positivas y avanzar hacia donde tú quieras.
Si las cosas pasaron, pararon y ya, nada puedes hacer al respecto. Lo que pasó, pasó, y nada puedes hacer para remediar el pasado. Para lo único que te sirve el pasado es para extraer de esas malas experiencias aquello que sea positivo, y lo que te sirva para aprender de una mala experiencia.
El no perdonarse ni perdonar
Este es uno de los errores que te hacen más daño, que te envenenan la vida y la salud. El perdonarte y perdonar es sanador. El pedir perdón no reparará el daño que causaste, pero en alguna medida te hace enfrentar tu error y hacerte cargo de él.
El pedir perdón o perdonarte te alivia la culpa, y ese alivio resultará liberador. El sentirte libre de culpa te sacará del estancamiento en el que te encuentra sumido.
El no capitalizar los errores cometidos
Los errores cometidos no deben ser olvidados, o enterrados, deben ser desmenuzados, analizados y mirados a tras luz para aprender de ellos. El aprender de los errores evitará que vuelvas a cometerlo una, y otra vez.
El vivir sin haber aprendido de los errores no es de personas inteligentes que pretenden superarse día a día.
Nuestro pasado es como un manual de nosotros mismos, para superarnos y avanzar en la vida debemos aprender de nuestras experiencias pasadas. Si no lo hacemos entonces nos faltarán elementos para avanzar, y enfrentar el futuro.