El esfuerzo de las tareas de la casa también influye en la salud ya que la mala posición de un sobreesfuerzo corporal puede producir algún dolor físico. Las tareas de la casa son rutinarias, forman parte de tu vida, por esta razón, es tan importante tener un plan de conciliación. Por ejemplo, aquellas parejas que tienen recursos económicos para ello contratan a una persona para que se encargue de estas tareas domésticas.
Tecnología a tu servicio
Haz que tu vida sea más cómoda y más práctica al invertir en material de limpieza que te ayuda a tener tu casa en orden minimizando el esfuerzo físico. Por ejemplo, puedes elegir un robot aspirador que de forma automática limpia las distintas estancias de la casa en algo que a generaciones pasadas les hubiese parecido como arte de magia. Por tanto, no solo inviertas en detalles de decoración de tu casa. Invierte también en material de limpieza.
Busca un buen momento para ello
Cuando entre semana, ya tienes que hacer frente al esfuerzo de tu trabajo diario, es recomendable que limites las tareas más sencillas para hacerlas de lunes a viernes y así puedes hacer otras tareas de la casa que requieren más esfuerzo para el fin de semana, cuando al estar libre de las tareas de oficina puedes concentrarte en estos aspectos con tranquilidad. Por tanto, buscar un buen momento es fundamental para evitar la prisa.
Ten paciencia, es decir, si has fregado el suelo de la cocina, por ejemplo, espera hasta que esté seco. Si hay más personas en casa, entonces, puedes poner un cartel en la puerta que ponga “suelo mojado”. Esta señal puede ser preventiva para evitar posibles caídas.
Repartir tareas de la casa
Las tareas de la casa no son solo para una persona, sino para toda la familia. Por esta razón, conviene hacer un reparto equitativo de estas tareas de la casa porque la colaboración hace que tu vida sea más fácil, evitando la sobrecarga de una persona en concreto.
Condiciones de iluminación
La luz es un aspecto básico para hacer las tareas de la casa. Por esta razón, es fundamental cuidar las condiciones de luz en la vivienda. Es importante que no solo haya puntos de luz general en los cuartos sino también, puntos más localizados. Gracias a una buena iluminación reduces, por ejemplo, el riesgo de posibles caídas en las escaleras.
Haz una tarea después de otra
Algo tan básico como esto conviene recordarlo ya que con frecuencia, este es el fallo principal. Es decir, nace la tendencia de querer abarcar más de lo que puedes hacer en un momento. Por ejemplo, si estás cocinando, concéntrate en este punto.
Por tanto, haz una lista de aquellas tareas que tienes que hacer y organiza un cronograma de tareas con información temporal. Ten un neceser en casa con productos básicos para que puedas curar una herida superficial de forma inmediata si se produce una caída.