Para no fracasar y que hacer ejercicio sea algo normal en nuestra vida diaria, es muy importante ser constantes, sobre todo al principio, luego empezaremos a verlo como algo muy divertido y que no podemos descartar de nuestra agenda.
Haz que te guste
No son pocas las personas que oyen la palabra ejercicio o deporte y se llevan las manos a la cabeza, pensando en un gran esfuerzo. Sin embargo, esto no tiene por qué ser así, sino que podemos convertirlo en algo entretenido con lo que pasar un buen rato y que, a la larga, hará que nos sintamos mucho mejor con nosotros mismos.Para empezar, es esencial saber qué es lo que queremos hacer. Un gimnasio no es sinónimo de máquinas en las que sudar, sino que existen una gran variedad de actividades entras las que escoger. Aeróbic, fitness, air-boxing, Pilates, Batuka y otros bailes, pueden ser una buenísima manera de ponernos en forma y pasarlo en grande.
Una vez que hayas elegido tu actividad, lo ideal es fijar un periodo de tiempo y un lugar para hacerlo. Si vas a un gimnasio, aunque los horarios son flexibles, procura hacerte un esquema semanal; si decides ejercitarte en casa, debes intentar hacerte un hueco para ti en tu salón o tu habitación donde nadie te moleste y pueda desviar tu atención.
No obstante, no te obsesiones con el tiempo dedicado, si eres demasiado estricto al principio puede que no llegues y el cansancio te obligue a abandonar. Por ello, es mejor ir aumentando la duración según nos lo vaya pidiendo nuestro cuerpo, sin tampoco excederse mucho, pues puede terminar pareciendo una obligación. Recuerda que por poco tiempo que estés, siempre será mejor que estar en el sofá sentando.
Calienta y evita las agujetas
Aunque no vayamos a hacer un entrenamiento demasiado fuerte, siempre es imprescindible realizar un calentamiento previo, que nos sirva para acondicionar nuestro cuerpo y poder evitar así posibles lesiones. Una serie de estiramientos servirá como preparativo, además, estaremos favoreciendo una mayor flexibilidad para que nuestros músculos rindan al máximo.
Así como es importante el estiramiento previo a la actividad física, de igual manera lo es estirarnos una vez finalizado el ejercicio. No obstante, estos ejercicios serán menos intensos, para evitar fatigarnos en exceso, ya que tras el esfuerzo ya estaremos suficientemente cansados.
En cuanto a la recuperación, es importante hidratarnos bien tras hacer deporte. Lo ideal, tomar agua en abundancia y/o bebidas isotónicas, que nos harán sentir mejor tras el esfuerzo. Por último, una buena ducha alternando frío-calor es la mejor opción para relajarnos y quitarnos el sudor. Tómate tu tiempo y masajea tus músculos, es la única manera de evitar que las agujetas mermen nuestro estado físico.
Pero recuerda, que la constancia es lo mejor para que nuestro cuerpo no se desgaste en exceso y no veamos en el ejercicio un sacrificio.