El mundo actual suele dejarnos poco tiempo para nuestros pasatiempos. Además, lo que menos suele apetecernos después de un día de estresante trabajo es ir al gimnasio a quemar la poca energía que nos queda, pero ¡ya no hay excusa para no bajar de peso! hoy conoceremos un ejercicio muy simple que puedes realizar cada día en casa dedicándole tan sólo unos minutos y que además de ayudarnos a quemar calorías de forma rápida y sencilla, reportará grandes beneficios a nuestra salud. ¿Quieres saber de qué se trata?
Saltar la cuerda o saltar a la comba no es tan sólo un juego de niños, sino un ejercicio verdaderamente sencillo y completo capaz de aportar un gran número de beneficios a nuestra salud, desde mejoras a nivel cardiovascular hasta mejoras en nuestra coordinación o equilibrio, sin olvidar la gran cantidad de calorías que perdemos al realizar esta actividad aeróbica. ¿Algo más? Mucho, aquí te damos varias claves:
Beneficios de saltar a la cuerda
Nos ayuda a quemar muchas calorías
Según diversos estudios, 10 minutos saltando la cuerda es equiparable a correr durante más de media hora, a nivel tanto cardiovascular como en quema de calorías. Además de ello, lo puedes practicar en casa, ¿se puede pedir más?
En cualquier ratito y en cualquier lugar
Como hemos visto, tan sólo 10 minutos saltando puede ser tan eficaz como salir a correr durante más de media hora, por lo que es una actividad especialmente útil para aquellas personas que quieren ponerse en forma y disponen de muy poco tiempo libre en el día.
Se trabajan muchos músculos a la vez
Un ejercicio muy sencillo pero que requiere la actividad de prácticamente todos los grupos musculares de nuestro cuerpo: piernas, brazos, tronco y espalda.
Nos ayuda a mejorar nuestras habilidades
Al saltar la cuerda no sólo estamos quemando grasa y tonificando nuestros músculos, sino que estamos trabajando la coordinación, los reflejos y el equilibrio. Todo ello tiene un efecto muy positivo sobre nuestra salud y mejora en nuestras habilidades motoras.
Consejos para saltar bien a la cuerda
- Salta descalzo o con calzado cómodo y con poco acolchamiento.
- Mantén la mirada alta, hacia el frente. Si te ayuda, puedes saltar frente a un espejo.
- Mantén los codos pegados a tu cuerpo y no abras los brazos. Gira la cuerda usando las muñecas, no tus brazos.
- Una vez domines el salto, rétate con nuevos desafíos: salta sólo con una pierna, cruza tus brazos, cambia el sentido de giro de la cuerda... las posibilidades son muchas.
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