La leche de avena es la mejor leche vegetal. Una bebida de origen vegetal fácil de digerir, favorece la flora intestinal y está indicada y recomendada para personas que padecen enfermedades digestivas o intolerancia y alergias a leche, la lactosa o a las bebidas de soja,
Proporciona energía a nuestro cuerpo gracias a su contenido en carbohidratos y grasas monoinsaturadas, refuerza el sistema inmunológico y resulta muy apropiada en personas que padecen estrés, ansiedad nerviosismo e insomnio así como colabora a reducir el colesterol y a prevenir enfermedades cardiovasculares.
Es buena en dietas de adelgazamiento ya que sus azúcares lentos favorecen la actividad del páncreas y de la glándula tiroides. Además es saciante, otra ayuda en las dietas hipocalóricas.
Y no queda ahí todo, beneficia a la piel, dejándola más sana y bella, así como el pelo lo fortalece y luce más sano.
Ingredientes:
1 litro de agua
150 gr de copos de avena
1/4 cucharada de sal para potenciar el sabor (opcional)
Esencia de Vainilla o Canela (opcional)
Preparación:
Ponemos los copos de avena en un recipiente y añadimos agua hasta cubrirlos (no toda el agua, sólo hasta que queden cubiertos) y dejamos reposar toda la noche.
Por la mañana colamos el agua y reservamos los copos.
Batimos los copos de avena con la batidora o con un robot de cocina.
Añadimos el litro de agua, la sal y la esencia de vainilla o canela.
Batimos todo a velocidad alta durante un par de minutos.
Dejamos reposar una hora y colamos la mezcla con un colador de malla, con una gasa o un trapo para extraer la leche de avena.
Guardar en el frigorífico. Se conserva entre 4-5 días.
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