Por eso, el RACE, la Asociación de Refrescos - ANFABRA, y la Dirección General de Tráfico, en colaboración con la red de estaciones de servicio BP, ponen en marcha por sexto año consecutivo la campaña “Un refresco, tu mejor combustible” para concienciar a los conductores de la importancia de combatir o evitar accidentes por fatiga y/o somnolencia durante los desplazamientos estivales. En este sentido, y según distintos estudios, parar cada 200 kilómetros o 2 horas, realizar unos estiramientos y beber un refresco, que mantiene los niveles de hidratación recomendados y aporta la glucosa necesaria para mantener la atención, ayudan a prevenir la fatiga y mejora el tiempo de respuesta ante un imprevisto.
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La falta de descanso, la deshidratación, iniciar un viaje de largo recorrido después de la jornada laboral (algo que reconoce hacer cerca del 40% de los conductores), las horas en las que se realiza el viaje (día/noche), las comidas copiosas, el consumo de alcohol, etc. son algunos de los factores que pueden provocar cansancio al volante, o incluso somnolencia, fase más peligrosa de la fatiga extrema y donde pueden ocurrir accidentes por fatiga y/o somnolencia. Estas circunstancias provocan una disminución de la atención al volante (se deja de ver hasta un 30% de información del tráfico), aumentan los errores en la percepción de distancias y velocidades, y aumenta en un 86% del tiempo de reacción ante un obstáculo.
Pérdida de atención, aumento del tiempo de reacción, picor de ojos, nerviosismo, errores al volante, cambios de carril involuntarios, conducción en modo “automático” o somnolencia son algunas de las señales de que conducimos cansados.
¿Soléis hacer paradas en vuestros viajes para descansar e hidrataros?
Imagen: Tobias Mandt/Flickr