Así que aquí va el post de hoy.CÓMO CONTROLAR AL DINOSAURIO MORADO
Hace muuuuucho tiempo, en los albores de este blog, te hablé sobre los riesgos de confiar en nuestra fuerza de voluntad porque esta es limitada y a veces una blandengue.
Piensa en tu fuerza de voluntad como en la correíta con la que debes controlar a tu dinosaurio morado de los antojos y los atracones. Una correa hecha de un material muy débil y elástico que ante la mínima tensión cede. Por eso, y porque no eres un jedi como para ir usando el poder de la fuerza, es mejor que vayas considerando cambiar la forma de controlar a tu dinosaurio morado.
No es que la fuerza de voluntad no sirva para nada. No digo eso. Funciona bien con metas a corto plazo, pero cuando se trata de mantenerla durante un largo periodo de tiempo es muy probable que se resquebraje.
En cuanto a alimentación se refiere, la fuerza de voluntad tampoco es que sea el arma definitiva. Los antojos o ansias son una molestia porque no son una respuesta de nuestro cuerpo al hambre o la necesidad de alimentarnos, sino un deseo incontrolable por tomar un cierto tipo de alimento que en la mayoría de los casos no es nada bueno para nosotros.
Es como si de repente nuestro cerebro creyese que para salvar al planeta de ser destruido por nuestro Godzila morado tuviéramos que aplacar a este zampándonos el paquete de galletas de chocolate enterito.
Y, ¿quién en su sano juicio dejaría que tal catástrofe ocurriera? ¡Así que dame esas galletas ya!
Pero, ¿y si te dijera que podemos controlar a nuestro dinosaurio morado y paliar los ataques de antojos o ansias?
1. Conoce al dinosaurio
Para empezar es importante detectar si sufres ansias por comer frecuentemente y por qué tipos de alimentos porque esto puede arrojar valiosa información sobre si tus hábitos son los que te están causando ese estado.
¿Dejas pasar demasiado tiempo entre comida y comida?
¿No planificas las comidas y te ves obligado a comer lo primero que pillas?
¿Vas a hacer la compra con el estómago vacío?
¿Tus alimentación es equilibrada e incluye aportes de todos los grupos de alimentos?
Recuerda que pequeños cambios en tus hábitos pueden tener un gran impacto en tu vida.
2. Amansa a tu dinosaurio
A pesar de llevar una vida llena de hábitos saludables es normal que todos sintamos algún tipo de ansiedad o capricho alguna vez. Si esto ocurre, pensarás que lo idóneo sería luchar contra ello, pero...¿de verdad piensas que tienes algo que hacer contra un gran dinosaurio morado? Tal vez ganes la primera pelea, pero al final, te acabarás cansando y te vencerá.
¡Así que cambiemos la estrategia y amansemos al dinosaurio!
Sobre esta idea habla la doctora en Psicología Kelly McGonigall en su libro Autocontrol, en el que profundiza sobre la fuerza de voluntad como factor biológico y cómo esta se puede mejorar a través de la nutrición o el sueño incluso.
Este concepto es lo que en mindfulness se llama surfear la urgencia o urge surfing y ha resultado ser mucho más efectivo que los métodos que se basan en apartar la atención del objeto ansiado con distracciones o en luchar contra el sentimiento de ansia en sí.
La primera parte de este método consiste en comprender que todo antojo pasa. Es como la pataleta de un niño, en algún momento pasará, cedas o no cedas a ella.
Piensa en esa situación en la que todo padre teme verse, su hijo pequeño gritando y llorando a pleno pulmón en el supermercado porque quiere que le compre alguna golosina.
Tienes dos opciones, ceder ante tal chantaje emocional tras el enfado inicial y la vergüenza que lo sigue, o simplemente no luchar contra él y al igual que una ola en el mar, dejarlo que crezca, llegue a su cúlmine y poco a poco empequeñezca hasta desaparecer.
Tanto en el caso del berrinche del niño en el supermercado, como en el de un antojo repentino por algún alimento, la cosa habrá acabado en unos 30 minutos aproximadamente.
Así que la próxima vez que tu dinosaurio morado empiece a rugir con toda su furia y a pegar tirones de la cadena de tu fuerza de voluntad, no intentes luchar contra él porque al final te cansarás y cederás.
Por el contrario, relájate. Si puedes, cierra tus ojos y céntrate en tu respiración. Analiza tus sensaciones y no te culpes o te castigues mentalmente por ellas, igual que no sería lógico culpar a un niño pequeño por un berrinche.
Simplemente deja pasar esas emociones a través de ti y sigue centrándote en tu respiración. Poco a poco notarás como van menguando hasta desaparecer.
Por supuesto, si nunca has practicado este tipo de estrategia de meditación, consciencia o mindfulness, puede que te cueste llevarla a cabo por primera vez en medio de un ataque de ansia por comer o por cualquier otra cosa. Así que no estaría mal que practicaras 5 minutos cada día. No solo estarás aprendiendo a amansar a tu dinosaurio morado, sino que además, esta práctica te aportará innumerables beneficios mentales y físicos. Pero de las ventajas que la ciencia ha reconocido a la meditación hablaremos en otro post, así que ahora es momento de que te las veas con tu propio dinosaurio morado y le enseñes a comportarse.
Y si tienes alguna estrategia efectiva para amansar a tu fiera, ¡me encantaría saberla!
¡Nos vemos de nuevo muy pronto!Ana
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Créditos de las fotos:
T rex in a shower