Existen diferentes factores que influyen a la hora de poder conseguir disfrutar de un buen descanso.
Entre ellos destacan dos por encima de todos:
La alimentación. Las comidas muy abundantes y pesadas ingeridas en horas próximas a la hora de ir a la cama impiden y retrasan la aparición del sueño. Del mismo modo, para descansar correctamente también se deben evitar bebidas estimulantes (café, refrescos, té, alcohol?).
El ejercicio. Está demostrado que hacer ejercicio es bueno para la salud, tanto física como psíquica, pero hay que realizarlo a las horas adecuadas. En el caso en el que se ejercite el cuerpo con menos de dos horas de diferencia del momento de acostarse, al organismo no le ha dado el tiempo suficiente para relajarse.
dentro de los consejos para un buen descanso, en cuanto a factores externos cabe destacar que existen variados productos de índoles distintas que, si bien no son una varita mágica para conciliar el sueño, ayudan a que el individuo se recupere física y mentalmente de forma adecuada para afrontar el día siguiente con fuerzas y energía para desempeñar los quehaceres cotidianos de la vida.
Entre esos productos, los más importantes son:
los tipos de colchón que ofrece el mercado
y los modelos de camas articuladas -que requieren de colchones flexibles- o estándar.
La elección del colchón depende de la posición de sueño. ¿Y qué ocurre si el colchón lo comparten dos personas?
Existe la opción de unir dos colchones en uno y también hay materiales que permiten la independencia de movimientos y posturas entre la pareja.
A veces, la posición que se adopta en la cama al dormir impide o dificulta el sueño, además de provocar lesiones o dolores musculares a consecuencia de las malas posturas. Se debe evitar que las extremidades queden aprisionadas por el cuerpo.
Investigaciones como la de la Universidad de Pittsburgh mostraron que aquellas personas que duermen del lado derecho tenían menos pesadillas. Excepción son las mujeres embarazadas que tienen mayor riesgo de sufrir un aborto si se acuestan sobre su lado derecho.
En líneas generales, no se debe olvidar la importancia de apagar todos los aparatos al alcance que pueden interrumpir el sueño. Hay que aprender a desconectar la mente de los problemas diarios antes de que llegue la hora de irse a la cama, por ejemplo, llevando a cabo alguna afición relajante y satisfactoria (leer, escuchar algo de música tranquila, sumergirse en un baño de sales…).
Artículos relacionados:
Cómo Elegir un Buen Colchón para Ti