¿Cómo afecta la depresión el ciclo reproductivo de la mujer?
La tasa de depresión entre niños y niñas es mínima antes de la adolescencia, pero en el umbral se da un incremento importante en las tasas de depresión para las niñas. Al llegar a los tan ansiados 15 años, tienen el doble de probabilidad que los niños de haber experimentado un episodio depresivo importante. Esta situación se da en el momento de la adolescencia cuando hay un cambio vital tanto en los roles como en las expectativas que han tenido de la vida. Las tensiones juveniles incluyen, entre algunas de las que podemos mencionar, asunción de identidad, el desarrollo sexual, la marcha del hogar y asumir por primera vez la dirección de sus vidas, sumado todo eso al desarrollo intelectual y físico y el cambio derivado de las hormonas en pleno auge. Estas tensiones son generalmente diferentes para ambos sexos y pueden estar asociadas más a menudo con la depresión en las mujeres. Los estudios muestran que las estudiantes de femeninas tienen tasas significativamente mayores de depresión, trastornos de ansiedad, alimentación y de adaptación que sus pares estudiantes masculinos, quienes acusan trastornos de conducta disruptiva en mayor medida.
Relaciones y Roles de trabajo para las mujeres
El estrés en general puede ser un factor depresivo en personas con disposición biológica a la enfermedad. Algunos estudios suponen que las mayores tasas depresivas femeninas se deben al rol que la sociedad ha delegado tradicionalmente en ellas. Es decir, crianza y cuidado de los hijos, las responsabilidades hogareñas, madres solteras . Los motivos por los cuáles afectan solo a las mujeres es algo que hasta la fecha carece de explicación.
Un detalle a tener en consideración es que las tasas depresivas son más elevadas entre aquellas personas que se han separado y/o divorciados, que entre las parejas que mantienen su relación. Aún así, las mujeres mantienen una mayor tasa de depresión que los hombres, la que se acrecienta cuando la relación marital ha perdido el entusiasmo o alegría que tuvieron el día de la boda, a tal grado que las disputas y el calor íntimo que un día compartieron ha desaparecido del hogar.
Menstruación, embarazo y menopausia
La vida reproductiva femenina abarca desde la menstruación, la gestación el período postparto, infertilidad hasta llegar a la menopausia, incluyendo la decisión de no traer hijos al mundo.Estas circunstancia causan variaciones emocionales, entre las que se incluye la depresión, en algunas mujeres. Los estudios han confirmado el papel decisivo que tienen las hormonas sobre el cerebro, quien en última instancia es el control de los estados emotivos y anímicos de las personas. El mecanismo de acción de las hormonas sobre la química cerebral se desconoce hasta la fecha.
Las fases de los ciclos menstruales de muchas mujeres influyen en ciertos cambios de conducta, además de físicos, lo que en términos populares se conoce como alunada, dichos cambios pueden llegar a ser tan profundos que ocasionan tanto sentimientos depresivos como niveles de irritación severos. Es el llamado síndrome premenstrual que ocurren luego de la ovulación, empeorando paulatinamente hasta que da inicio la menstruación. El estudio de la influencia de los cambios en los niveles de estrógeno y demás hormonas en la química del cerebro podrá permitir la comprensión de la asociación de dichas hormonas con la depresión.
El humo de una mujer puede sufrir cambios luego de haber dado a luz, variando desde niveles de tristeza muy bajos hasta casos donde la mujer luego del parto cae en una depresión severa mayor, con efectos incapacitantes. Los estudios apuntan a que esos casos fueron debidos a episodios depresivos previos que nunca fueron ni diagnosticados ni mucho menos tratados.
El embarazo deseado rara vez es motivo de depresión, en cambio tener un aborto puede causar depresión, así como los problemas derivados de infertilidad que además de ansiedad y tristeza pueden terminar acarreando un cuadro depresivo. El estrés y las exigencias que impone la la maternidad puede ser un factor de riesgo para contraer dicha condición.
La menopausia no es un factor de riesgo para la depresión, las mujeres que padecen depresión en la menopausia se debe al historial depresivo que las acompaña.
Por lo general luego de pocas semanas del parto la madre se recupera del cuadro depresivo, en ocasiones es necesario contar con la ayuda de un experto para superar dicha condición.