Como ya sabes, el cerebro inconsciente es el "jefe" y dirige el 95% de las acciones que realizas diariamente sin que te des cuenta. Por esto engulle el 25% de las calorías totales que consumes al día, con tan solo un peso del 2% de tu peso corporal. ¡Qué barbaridad!
El cerebro hace y deshace a su antojo con el objetivo de protegerte y minimizar tus posibles peligros. Ha nacido con el programa del miedo debido a nuestra evolución y lo has de aceptar, no hay más remedio. Si anteriormente has sufrido un percance en tu espalda, el miedo se transforma en pánico y una cautela desmesurada como amor de madre.
Además no es una máquina perfecta. Se equivoca con asiduidad y muchas veces este miedo exagerado es para protegerte a que no vuelvas a lesionarte, después de una lesión ya reparada. Por eso, la mayoría de veces tu dolor crónico es debido a que cree que cualquier mínimo movimiento que haces, como alcanzar una pluma del suelo, tu espalda se va a desmontar vértebra a vértebra. Evita tu movimiento proyectando dolor en tu espalda cuando en realidad, ya hace tiempo que se ha curado de tu lesión. Dichoso miedo.
No sólo se equivoca con el miedo o acaso: ¿No has sentido hambre o sed después de haber comido o bebido recientemente? Verdad que la sensación es poderosa y real, pero falsa desde un punto biológico.Tu dolor es igual de vivo y real pero tan falso como tu sed o hambre.
Yo me pregunto muchas veces. ¿Por qué cuesta tanto aceptar un dolor sin daño en la espalda, y se ve más normal tener un hambre de león, al rato de hincharse de comer? Cuando las dos percepciones son debidas a valoraciones neuronales falsas como un gato verde.
Te voy a poner unos cuantos ejemplos más para el dolor de espalda, así lo entenderás mejor:
Neuronas con miedo a que se te salga una vértebra cuando estás sentado.
Neuronas con miedo a que te caigas de la cama mientras duermes.
Neuronas con miedo a que te caiga un rayo en la espalda cuando andas por la calle.
Neuronas con miedo a que se te caiga el techo de tu casa.
Neuronas con miedo.........etc.
¿Lo ves coherente?... ¿Verdad que no tiene sentido?
Espero que tus respuestas sean negativas porque así es como actúan tus neuronas después de sufrir una lesión, si continuas teniendo dolor crónico. Las neuronas hacen sus propias deducciones, aplican sus probabilidades matemáticas y si deciden que hay peligro, un rayo de dolor se precipitará en tu espalda ya reparada.
Finalmente recordar que la sensación puede ser tanto de dolor como vértigos, picor, ardor, etc.
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