De las cuatro fases que existen, los síntomas pueden ir desde enrojecimiento leve de la piel hasta daño severo en los tejidos. A veces, y en función de la profundidad de la escara aparecen infecciones, que se pueden extender al músculo y al hueso.
Las úlceras por decúbito se clasifican en cuatro grados. Resulta muy útil conocer las fases o grados de la formación cuando tenemos un familiar en cama, para saber cómo abordar cada una de ellas.
Las 4 estadios o etapas de las úlceras por presión
Los primeros indicios de las escaras, comienzan con la aparición de un subtono morado en la piel. El problema puede avanzar muy rápido, de manera que en el tejido blando aparezcan ampollas o incluso necrosis. Es importante conocer en qué punto de la clasificación nos encontramos, con el fin de evitar problemas mayores en músculos, huesos o tendones. Veamos los grados de la escala existentes:
Etapa I
En el primer grado podemos observar una alteración relacionada con la presión de la piel intacta. Existen algunos indicadores en comparación con el área adyacente u opuesta del cuerpo que pueden incluir cambios en uno o más de los siguientes: temperatura de la piel (calor o frialdad), consistencia del tejido (firme o suave) y sensación (dolor, picazón).
Los primeros indicios de escara aparecen al ver un área definida de enrojecimiento persistente en la piel (eritema) que no blanquea al ejercer presión. En personas con piel más oscura, pueden aparecer con tonos rojos, azules o morados.
Prevención en esta fase: En este estadio valdría con proteger la zona y asegurarnos que está constantemente humedecida. Además, sería bueno usar cojines especiales antiescaras, y colchones que favorezcan la distribución de la presión de manera uniforme.
CojínTherafoam
Colchón Antiescaras TheraGel
Etapa II
Este estadio muestra una pérdida parcial del espesor de la piel que involucra epidermis y/o dermis. Aún no encontramos esfacelas (tejido muerto), pero si un subtono rosado y rojizo que indica la existencia de una herida.
La úlcera es superficial y se presenta clínicamente como una abrasión. Notaremos la presencia de ampollas (llenas de suero) o cráteres poco profundos.
Prevención: Lo mejor es aplicar apósitos para seguir humedeciendo la úlcera. Adoptar diferentes posiciones en el paciente para evitar la presión en la zona y proteger la piel más dañada.
Etapa III
En este grado se produce una pérdida del grosor de la piel absoluta. Nunca llegará a verse parte del tendón o hueso, ya que afectará solo al tejido graso, conocido como subcutáneo. La llaga se presenta clínicamente como un cráter profundo.
¿Cómo mejorar en este estadío?: Es muy importante desprender el tejido muerto y facilitar la supuración de líquido humoral. Proteger muy bien el hueco.
Etapa IV
Fase más avanzada, donde el espesor de la piel y los tejidos se han perdido completamente. La escara se extiende hasta la aparición de necrosis y visión de músculos, huesos y/o tendones. También se hacen visibles daños en estructuras de apoyo como la fáscia o la cápsula articular. Pueden aparecer infecciones.
Consejos: Uso de antibióticos y valoración con el médico para comprobar el estado del hueso, tendón o músculo.
Importante en las etapas 3 y 4
En dichas fases puede haber poco o ningún dolor debido a un daño tisular significativo. Pueden ocurrir complicaciones graves, como la infección del hueso (osteomielitis) o la sangre (sepsis), si las úlceras de presión progresan.Etapas de escaras no clasificadas
En algunos casos, se sospecha una escara profunda pero no se puede confirmar y clasificar. Cuando no hay una herida abierta, pero los tejidos debajo de la superficie han sido dañados, la llaga es denominada una lesión de tejido profundo (DTI). El área de la piel puede parecer púrpura o rojo oscuro, o puede haber una ampolla llena de sangre.
Si usted o su médico sospecha una úlcera por presión, el área se trata como una úlcera de presión. Puedes conocer el riesgo que una persona tiene de padecer UPP gracias a al escala Norton.
También hay llagas de presión que son “inestable”, lo que significa que la clasificación no está clara. En estos casos, la base de la llaga está cubierta por una capa gruesa de otro tejido y pus que puede ser amarillo, gris, verde, marrón o negro. El médico no puede ver la base de la úlcera por presión y determinar la clasificación.