Hay momentos, en los cuales nos sentimos un poco agobiados por los problemas de salud y sobre todo cuando estos se manifiestan a nivel de la cavidad oral. Y no es para menos, especialmente cuando nos referimos a las conocidas aftas bucales, dado que ellas, ocasionan una serie de problemas que incluyen a veces, modificar lo que comemos y hasta cómo aseamos nuestros dientes.
Hablo acerca de este tema, porque a inicios del mes de abril, recibí una solicitud de parte de una seguidora. Ella, en ese momento ya tenía aproximadamente dos semanas sufriendo las molestias de estas úlceras miniaturas. A sabiendas de mi pasión e interés por los tratamientos naturales, quiso que le mostrara algunas vías alternativas para el tratamiento de estas dolencias.
Fue para mi un gran placer, poder facilitarle una serie de tratamientos naturales. Ellos han sido empleados con mucho éxito en diversas regiones del mundo. Claro está que añadí también, algunas nociones acerca de estas dolencias, que incluyen su clasificación y su origen.
El caso es, que esta sencilla información, me sirvió de base para preparar este artículo. Como siempre, sé que para muchos será una herramienta valiosa para el cuidado de su salud y de las personas más cercanas.
¿Qué son las aftas bucales?
Propiamente, se corresponden con una úlcera que puede surgir en cualquier parte de la cavidad oral. Esto incluye la lengua, labios, encías, garganta y la úvula(campanilla). La palabra afta tiene su origen del término griego “Aphtay”, que significa quemadura. Por lo general, poseen forma ovalada, suelen ser poco profundas, de colores blancuzcos o amarillentas. No presentan pus, ni bacterias y pueden ser únicas o múltiples y de tamaños variados.
Aunque, a muchas personas las aftas o úlceras aftosas, empleando la terminología médica, les parezcan algo molestas e infecciosas, en realidad no se contagian. Además de ello, son muy dolorosas y con frecuencia, dificultan la realización de actividades simples como comer, hablar y besar. Sin embargo, no causan mal aliento, independiente de su número y tamaño.
¿Cuáles son los tipos de úlceras bucales?
Úlceras bucales menores
Representan el tipo más común. Por lo general, son pequeñas, de cinco a diez milímetros, ovaladas o redondas, poco profundas y con una cresta roja. Son denominadas también aftas menores o Aftas de Mikulicz. Son frecuentes en niños de 10 años a adultos de 20 años.
Úlceras bucales mayores
Son denominadas también aftas mayores. Tradicionalmente se conocen como periadenitis necrótica recurrente de Sutton. Por lo general posee tres fases de crecimiento bien definidas: la primera se denomina nodular, la segunda ulcerosa y la tercera cicatricial, debido a que las úlceras al sanar forman cicatrices con cierta textura fibrosa.
Suelen ser redondeadas u ovaladas, exceden de un centímetro y poseen márgenes claramente delimitados, pero irregulares. Además de más grandes, son también más profundas que las úlceras menores.
Úlceras bucales herpetiformes
Son poco frecuentes y poseen formas vesiculares, siendo a su vez muy numerosas. Se originan por la fusión de múltiples lesiones puntuales. Por lo general, forman grupos que pueden incluir desde diez a cien lesiones. Se sabe que no es causada por el virus del herpes simple.
Tratamientos más frecuentemente utilizados
Por lo general, para el tratamiento de las aftas orales existen cinco categorías. Ellos son: antibióticos, antiinflamatorios, inmunomoduladores, sintomáticos y alternativos.
Antibióticos: por lo general, su uso es empírico. Incluye antibióticos topicos y sistémicos. La tetraciclina y la minociclina, son los más frecuentemente utilizados.
Antiinflamatorios: los agentes antiinflamatorios locales, son la forma más útil de acelerar la curación y aliviar los síntomas en el tratamiento de las úlceras aftosas recurrentes. Es de uso frecuente, el medicamento triamcinolona 0,1%, es utilizado para realizar un recubrimiento local protector para la úlcera. Por su parte la dexametasona, se emplea para enjuague y expectoración.
Moduladores inmunitarios: dentro de ellos, destaca la talidomida es utilizada en pacientes infectados por VIH. El medicamento amlexanox, ha sido eficiente también en el tratamiento de las ulceras aftosas.
Sintomáticos: se utilizan para aliviar los síntomas asociados como el dolor. Es de uso frecuente la lidocaína viscosa, las preparaciones de benzocaína de venta libre, nitrato de plata, así como la combinación de hidróxido de magnesio y clorhidrato de fenhidramida.
Alternativos: gluconato de zinc, vitamina C, vitaminas del complejo B y lisina.
Causas más frecuentes de las úlceras aftosas
Siendo bien honesta, las causas precisas de las úlceras aftosas, son en su mayoría desconocidas. No obstante, se tiene la creencia de que las ulceraciones se originan por el efecto de uno o varios detonantes combinados. Estos en su mayoría suelen ser desencadenantes externos, sin embargo, se sabe que el 40% de las personas que sufren de estas ulceraciones, poseen antecedentes familiares de dicho padecimiento.
Se ha establecido, además, que una de cada cinco personas es afectada por las aftas bucales. Además, estas ulceraciones poseen su mayor recurrencia entre los diez y los diecinueve años.
Dentro de las posibles causas se incluyen:
Estrés
Lesiones en el interior de la boca: cortes, quemaduras, mordeduras al comer, trabajos odontológicos, dentaduras postizas desajustadas y cepillos dentales duros
Higiene bucal inadecuada
Tendencia familiar (genética)
Algunos químicos, como el Lauril sulfato de sodio presentes en productos cosméticos, incluyendo el dentífrico. A pesar de que no existen pruebas de ser causante directo, se ha visto que provoca un alargamiento del tiempo necesario para la sanación de las aftas
El consumo de ciertos alimentos de uso frecuente, como café, chocolate, huevos y queso. Se incluyen, además, alimentos ácidos y picantes
La deficiencia marcada de vitaminas, como ácido fólico y vitamina B12. También, la deficiencia de minerales como zinc y hierro
Ciertas reacciones alérgicas frente a algunas bacterias presentes en la cavidad oral
Infecciones causadas por microbios, incluyendo los virus
Fumar cigarrillos y utilización de productos de tabaco. También el dejar de fumar
Embarazo, asociado con los cambios hormonales que se presentan
Sistema inmunológico deprimido, presencia de inmunodeficiencias por efecto de ciertas afecciones crónicas
Tratamientos naturales para las aftas o úlceras bucales
1. Aceite de árbol de té
Durante las últimas décadas, esta planta ha sido tomada muy en cuenta por quienes practican la medicina alternativa. Su aceite esencial, se ha utilizado por casi cien años en Australia, debido a sus comprobadas capacidades antiinflamatorias y antisépticas. Gracias a su poder antimicrobiano, se utiliza como ingrediente activo en muchas formulaciones tópicas destinadas al tratamiento de infecciones cutáneas. Ya es muy normal su comercialización sin récipe, sobre todo en Norteamérica, Europa y Australia.
El aceite esencial de árbol de té, posee más de cien componentes bioactivos. Todos ellos, hacen posible sus conocidas cualidades antimicrobianas, siendo muy potente contra bacterias, virus y hongos. Su uso permite atacar las infecciones, aliviar el dolor y combatir la inflamación. El terpineno-4-ol, es el compuesto más representativo del aceite esencial, encontrándose en una proporción del 30% aproximadamente.
¿Cómo lo realizo?
En una taza de agua filtrada tibia, añadir dos gotas de aceite esencial de árbol de té
Mezclar muy bien
Realizar enjuagues dos veces al día después de asear muy bien los dientes
No se debe nunca tragar esta solución
2. Corteza de fruto de granada
Diversos estudios, han sido realizados tomando en cuenta el uso ancestral de esta planta. Se ha logrado determinar que el fruto de la granada contiene varios tipos de constituyentes en sus diferentes partes. Esto incluye sus semillas, el arilo de la misma o parte jugosa y la cáscara del fruto. Estos compuestos, poseen comprobada modulación de muchas actividades biológicas.
La cáscara del fruto, ocupa alrededor del 60% de la fruta y contiene diversos compuestos bioactivos, incluidos los flavonoides, los elagitaninos y los compuestos proantocianidínicos. Los elagitaninos y el ácido elágico, han sido reportados en muchas investigaciones, por su efecto antitumoral, antiperoxidativo, antiviral, antioxidante y antimutagénico. La punicalagina es el principal tanino hidrolizable presente en el fruto. Posee también minerales como el calcio, el magnesio, el fósforo, el potasio y el sodio.
Todas estas características, hacen de este fruto un excelente aliado antimicrobiano, para el tratamiento de las úlceras aftosas, favoreciendo el proceso de curación y cicatrizado de estas dolorosas ulceraciones.
Ingredientes
Una taza de agua filtrada
Una cucharadita de corteza seca de fruto de granada
¿Cómo lo realizo?
En un recipiente mediano poner el agua al fuego
Cuando comience a hervir, añadir la corteza seca de granada
Mantenerlo hirviendo a fuego lento durante diez minutos
Separar del fuego y dejae reposar
Colar esta decocción y tomar pequeños sorbos de la misma
Luego con la cantidad restante realizar gárgaras suaves de aproximadamente dos minutos
Este líquido debe desecharse, no debe ser ingerido
Para observar efectos notables, realizar este procedimiento dos veces al día durante cinco días consecutivos
Nota
Se sabe que la granada posee efectos hipotensivos, por ello no es conveniente que este tratamiento sea realizado por personas hipertensas bajo medicación.
3. Miel de manuka
Es importante saber que las propiedades medicinales de la miel se han documentado en gran cantidad de tratados médicos muy antiguos. Ya lo hemos hablado en otras ocasiones, pero no está demás recordar, que la miel es producida por las nobles abejas, cuyo nombre científico es Apis mellifera.
Se sabe, que es una de las medicinas tradicionales importantes más antiguas, generalmente utilizada en el tratamiento de muchas enfermedades. Esto se debe a que posee propiedades antimicrobianas, además de ello, por su reconocida capacidad para la curación de heridas. Su propiedad inmunomoduladora también es relevante para la reparación de heridas. La actividad antimicrobiana en la mayoría de las mieles se debe a la producción enzimática de peróxido de hidrógeno.
Sin embargo, ha sido estudiado recientemente que la actividad no peróxica en las mieles provenientes del árbol de té o manuka, poseen una mayor actividad antibacteriana. Algunos estudios revelan que es hasta de un cien por ciento, muy por encima del resto de las mieles. Esto no quiere decir que el resto de las mieles no funcione, sin embargo, para los efectos de este tratamiento hagan lo posible por utilizar la miel de manuka.
Las investigaciones, han permitido establecer que el metilglioxal es el principal componente antibacteriano en la miel de manuka. Se sabe además que este compuesto proviene de la conversión de la dihidroxiacetona, la cual se encuentra en altas concentraciones en esta miel.
¿Cómo lo realizo?
Humedecer un hisopo de algodón estéril con miel de manuka
Aplicarlo en la zona afectada cubriendo la úlcera por completo
Dejarla actuar veinte minutos y enjuagar con agua filtrada
Realizae este procedimiento tres veces al día después de cada comida y con los dientes y boca perfectamente limpios
Este tratamiento se hace efectivo cuando se cumple por lo menos cinco días consecutivos
4. Gel de Aloe
La muy reconocida planta de Aloe vera, cada día gana popularidad por sus múltiples beneficios para la salud. El aloe, es muy eficaz para el tratamiento de muchas afecciones. Su poder antiinflamatorio viene dado mayormente, por lo polisacáridos presentes en el gel, en especial los mananos acetilados. Se ha empleado a nivel mundial por sus amplias cualidades antibacterianas, lo cual incluye gingivitis, periodontitis y estomatitis.
Ha sido empleado con mucho éxito en varias lesiones orales, a saber, la fibrosis de la submucosa oral y el liquen plano. A nivel de ensayos clínicos, el gel ha sido utilizado en la disminución del dolor, el tamaño de la úlcera y la curación de la aftosa bucal.
Esto es posible, gracias a su naturaleza antiinflamatoria. En un estudio reciente, se observó que la aplicación de gel de aloe tres veces a día dio excelentes resultados. Se obtuvo una disminución del periodo de cicatrización, así como del dolor, del tamaño de la herida y el diámetro de la zona ulcerada.
¿Cómo lo realizo?
Extraer el gel de una hoja de aloe orgánico, de acuerdo al procedimiento que hemos utilizado con anterioridad
Reservarlo en un frasco de vidrio con tapa
Aplicar el gel directamente sobre las lesiones, cubriendo totalmente la zona ulcerada
Utilizar un hisopo de algodón estéril
Dejarlo actuar durante veinte minutos y luego enjuagar con agua tibia filtrada
El gel restante se puede guardar en refrigeración hasta un máximo de diez días
Realizar este procedimiento tres veces al día durante diez días consecutivos para obtener resultados favorables
5. Aceite esencial de mirto
Esta planta, originaria de África, prosperó muy bien en la región mediterránea de Europa, mencionándose por primera vez en la Grecia de la antigüedad. Se dice, que era frecuentemente asociada con Afrodita, la diosa del amor. Era además muy valorada por sus cualidades curativas.
El aceite, extraído de sus hojas, es empleado de forma medicinal. En cambio, el aceite extraído de sus bayas, es empleado con mucha frecuencia para saborizar bebidas.
Muchos estudios, han permitido establecer que los principales componentes bioactivos del aceite de mirto son el pineno, el cineol y el linalol. El pineno se encuentra en muchas plantas y se usa como linimento para el reumatismo en la aromaterapia y como un tónico para el sistema respiratorio.
El cineol, también llamado Eucaliptol, es muy común en el aceite de eucalipto. Básicamente porque el mirto, pertenece a la misma la misma familia de plantas que el árbol del té y el eucalipto. Se conoce, además, que el mirto posee una serie de polifenoles solubles en agua con propiedades expectorantes, sedantes y anestésicas.
Posee un uso muy difundido en la actualidad, en el tratamiento de las ulceras bucales. Esto, impulsado por una serie de estudios que han permitido establecer que el aceite de mirto es eficaz en la reducción del tamaño de la lesión, la reducción del dolor y el grado de eritema. Es por ello, que es empleado con frecuencia para la mejora de la calidad de vida de pacientes que sufren de estomatitis aftosa recurrente.
¿Cómo lo realizo?
Verter diez gotas de aceite de mirto estandarizado en un hisopo de algodón estéril
Aplicarlo directamente sobre las lesiones durante unos treinta segundos
Enjuagar con agua filtrada y no ingerir el aceite
Realizar este procedimiento cinco veces al día durante una semana para resultados favorables
Nota
Hasta ahora, no han sido observado efectos secundarios en el uso del aceite esencial de mirto, cuando se dosifica de forma correcta. La aplicación de aceite esencial sin diluir puede causar reacciones alérgicas, como irritación y enrojecimiento de la piel, en personas con piel sensible.
Concluyendo
Algo grande se siente, cuando logramos ayudar. Esto lo menciono, porque Violeta, la joven que se comunicó conmigo, de verdad que si logró mejorar su calidad de vida. Para entender esto, tendrían que por un momento ponerse en los zapatos de una persona que sufre de afta bucal.
Yo particularmente no la he sufrido en forma directa, pero si conozco casos muy cercanos. Estos casos, los conocí hace unos años en España. Y precisamente eran superados con el uso de algunas plantas mencionadas en el post.
Y hablando como siempre, acerca de la no existencia de las casualidades, fueron estas plantas las escogidas por Violeta, sin saber que yo las conocía desde hace muchos años, cuando era mucho más joven.
Una de ellas, por supuesto que ya es muy sabida por muchos: mi planta preferida, el Aloe. La otra, es el mirto, también denominada arrayán en España. Es una planta que no solo nos ha acompañado en sus usos medicinales, sino que me recuerda muchos sitios que solía visitar cuando era niña. Es posible que halláis escuchado la famosa Alhambra de Granada donde existe un hermoso jardín denominado el patio de los arrayanes.
Nuevamente recalco, tener presente y siempre abierta la mente y los sentidos, de forma de saber manejar integralmente, con conocimientos novedosos el delicado equilibrio del cuerpo.
“No es más que el agua dormida en el cuadro del estanque, la velan mis ojos tristes, la guardan los arrayanes”
Joaquín Romero Murube
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