¿Sabías que un cheat meal puede ayudarte más de lo que crees en tu meta para perder peso? No es un enemigo si sabes cómo sacarle provecho.
Cuando queremos comenzar una vida fitness, muchas veces la dieta es nuestro talón de Aquiles y es que, ¿a quién no le gusta una buena pizza o hamburguesa el fin de semana o un delicioso helado mientras ves una peli con tu pareja o amigos? Bueno, pues la realidad es que es cierto que debes llevar una alimentación muy saludable si buscas ponerte en forma y conseguir un buen cuerpo, pero no debes dejar que tu cuerpo se acostumbre solo a este tipo de comida. Es aquí donde entra en juego nuestro querido y mejor amigo el Cheat Meal.
Si haces uno o dos cheat meals semanales y sabes cuando y cómo hacerlo correctamente, las comidas trampas pueden ser una gran herramienta para ayudarte a conseguir lo que realmente buscas sin abandonar en mitad de la carrera.
Aquí van 5 razones por las que deberías realizar una comida trampa a la semana:
1. Entender la ciencia detrás de las dietas restrictivas.
Para conseguir un cuerpo fitnesss y sin grasa necesitamos llevar una dieta estricta. Esto implica una dieta alta en proteinas, baja en carbohidratos y con un déficits calórico (tenemos que comer menos calorías de las que consumimos) Lo que pasa llegados a este punto es que tu cuerpo comienza a adaptarse a estos cambios y es ahí donde un cheat meal puede ser beneficial. Esta comida trampa hará que nuestro cuerpo no termine de acostumbrarse a este tipo de dieta restrictiva.
Si llevamos una dieta alta en proteinas y muy estricta nuestro cerebro comienza a recibir señales que afectan a nuestro peso, produce un desequilibrio hormonal y ralentizan nuestro metabolismo. Todo esto es debido principalmente a 2 hormonas llamadas: Leptina y Grelina. La grelina estimula el apetito, lo que puede conducir a un aumento del peso corporal (tiendes a comer más por lo general) La leptina regula el peso y la masa corporal (con dietas muy restrictivas los niveles de leptina bajan significativamente y surje un desajuste negativo)
Si por el contrario ofrecemos a nuestro cuerpo una comida “grasa”, esto despertará nuestro “chip” interno y aumentará el metabolismo nuevamente.
2. Sacar ventaja a esta ciencia
Los cambios significativos que se producen en nuestro cuerpo si seguimos dietas muy estrictas suelen verse después de 72 horas de dietas bajas en calorías. Un cheat meal semanal alto en calorías y carbohidratos puede ayudar a disminuir los niveles de Grelina y aumentar los niveles de Leptina. En palabras más sencillas: Ayudan a que las hormonas sigan un ritmo normal y evita efectos negativos en nuestro metabolismo e incluso aumenta sus funciones.
Este aumento del metabolismo puede durar varios días después de haber tenido nuestro cheat meal y como resultado puede ayudar a optimizar el funcionamiento del cuerpo y nos da la energía que necesitamos para cumplir con otra semana más.
3. Elige tu cheat meal de manera inteligente
Tener barra libre por una comida no significa que te vayas a comer un bote entero de Ben & Jerry plus una pizza con patatas fritas y refresco y un etc que durará todo el día. No uses la escusa “cheat meal” para salirte del plato por completo. También tienes que saber que entre las comidas “fast-food” o altas en calorías, hay algunas mejores que otras. Los alimentos cargados en azúcar pero pobres en nutrientes (como helados y refrescos) no son la mejor opción. Por el contrario, una copida trampa que todavía te aporta nutrientes y carbohidratos puede ser una gran opción. Una hamburguesa con queso, una pizza, una fajita con nachos son algunas ideas que se suelen tomar.
Intenta que el plato tenga carbohidratos y proteinas y evita los azúcares o calorías vacias. Puedes tomarte un pequeño postre (pero que no sea el objetivo principal de tu chea meal)
4. Planea tu comida trampa con antelación
La mejor manera de un buen cheat meal es planearlo con antelación. ¿Qué dia voy a hacerlo, cuándo y que tipo de comida quiero? Muchas veces, si dejamos improvisar terminamos convirtiendo nuestro cheat meal en un cheat day, y no queremos eso.
Esto no quiere decir que cuando llegue ese día decidas comer menos antes de tu comida trampa. El propósito de un “cheat meal” es agregar calorías adicionales a tu plan de dieta. Saltarte la comida de antes o después puede terminar limitando la eficiencia del mismo. Evita este error que muchos cometemos.
Elije la hora del día que más te guste, a mi personalmente me gustan los viernes para cenar o un buen desayuno de sabado mañanero.
Si vas a comer en restaurantes evita comidas repletas de salsas cremosas o altas en sodio.
5. Debes conocer tu tolerancia a los Cheat Meals
No todos somos iguales y no a todos nos surje el mismo impacto una misma comida trampa. Debes probar y ver que resultados te dan. Desafortunadamente no es nada que podamos conocer de antemano. Hay personas que pueden incluso hacer 2 o 3 comidas trampas a la semana sin efectos negativos y otras que con una comida trampa ya ven sus objetivos “frenados”. Te recomiendo que al menos al principio empieces por cocinar en casa (al menos sabrás que tipo de ingredientes y alimentos estás metiéndole a tu cuerpo). Se honesta con tu cuerpo.
Por último recordarte que si tienes antojos frecuentes por ciertos alimentos esto es una señal de que tu cuerpo está manifestando que quizás estés falto de ciertos macronutrientes.
Si quieres puedes saber más de cheat meal leyendo el siguiente artículo: Cheat Meal: Todo lo que debes saber
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