El cáncer de hígado se produce cuando las células tumorales que invaden los tejidos sanos de alrededor y alcanzan otros órganos están ubicadas en el hígado. Entre un 50% y un 80% de los casos de esta enfermedad se asocia a la cirrosis hepática. También se relaciona con la hepatitis B y C y en algunos casos aislados con la exposición al polvo de cloruro de vinilo.
A continuación los síntomas generales del cáncer de hígado:
- Aparición de un bulto en el lado derecho del abdomen que puede estar acompañado de dolor en la parte derecha de la espalda.
- Ictericia: coloración amarillenta en la piel. Es consecuencia de la acumulación de la bilis en la sangre al no poder ser eliminada de forma adecuada.
- Otros: pérdida de peso, cansancio, pérdida de apetito...
Siempre hay que consultar a nuestro médico antes de sacar conclusiones precipitadas, puesto que la mayoría de estos síntomas pueden ser aplicables a otras enfermedades o patologías. En nuestra consulta médica se hará una revisión de nuestro historial y un análisis de sangre. A partir de ahí, si se estima oportuno se seguirá avanzando y se realizarán nuevas pruebas para determinar si tenemos o no cáncer.
Posibles tratamientos del cáncer de hígado:
Si tras las pruebas se nos diagnostica la enfermedad comenzará el tratamiento consistente en una operación quirúrgica, siempre que exista la posibilidad de extirpar el tumor. Si no es posible, dependiendo de la situación de cada enfermo se utilizará alguna de las siguientes terapias:
- Quimioterapia intraarterial.
- Inyección percutánea de etanol.
- Ablación con radiofrecuencia.
- Crioterapia.
En 2012 en España, según la Sociedad Española de Oncología Médica murieron por este cáncer 4.536 personas. De ellas, algo más de 3.000 fueron hombres casi todos por encima de los 45 años. Un dato que revela quienes son los principales afectados por este cáncer, originado en muchas ocasiones por el alcoholismo. Además, en el 70% de los casos se detecta en un estadio muy avanzado y acompañado de otras afectaciones hepáticas.
Todos estos factores implican que sea uno de los tipos de cáncer con menos porcentaje de supervivencia pasados 5 años y en el caso de que se detecte en una etapa avanzada no alcanza el año de supervivencia media. Sin embargo, los pronósticos son bastante más optimistas si la enfermedad se diagnostica pronto.
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Fuente: Asociación Española Contra el Cáncer