El cáncer de testículos como en cualquier cáncer, su detección precoz es clave para el desarrollo de la enfermedad. Por lo que los expertos insisten en la práctica de la autoexploración es la mejor arma, y la única forma para un diagnóstico temprano.
El primer síntoma del cáncer de testículos es un bulto duro del tamaño de un garbanzo, que normalmente no es doloroso al tacto. No obstante, este es el único tumor que su tamaño no está directamente relacionado con su agresividad, por lo que el grado de inflamación del testículo no es determinante.
El factor de riesgo más común en aquellos que lo sufren es la falta de descenso de los testículos al escroto (criptorquidia). Otros factores podrían ser la edad, las alteraciones embrionarias o la falta de madurez del testículo.
El tratamiento básico de esta enfermedad es la cirugía, dependiendo de cuantos testículos se vean afectados, se extirpará o no el mismo. Según los resultados obtenidos de la biopsia, se pensará en el tratamiento a seguir tras la operación.
¿Has sufrido esta enfermedad o has conocido a alguien que la haya sufrido? Cuéntanos tu experiencia.